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LOS DIEZ “TEMAS CALIENTES” QUE AGUARDAN A LA PRESIDENTA

LOS DIEZ “TEMAS CALIENTES” QUE AGUARDAN A LA PRESIDENTA Preparando el aterrizaje

Cuando el 11 de marzo Michelle Bachelet se instale en el sillón presidencial, tendrá sobre la mesa un sinnúmero de documentos. ¿Cuáles atacará primero? Los primeros 90 días serán determinantes, pues es cuando menos reparos se le puede hacer a su gestión y cuando más fuerza personal le puede imprimir a sus decisiones. Aquí diez temas urgentes que aguardan a la doctora en la sala de espera.

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Por Claudio Salinas y Hans Stange

Después de la fiesta, hay que ponerse serio. Y Bachelet tendrá que demostrar su pasta de estadista. Todos los expertos coinciden en que los primeros 90 días del nuevo Gobierno serán de luna de miel, aunque ella tendrá que ser clara en dar señales concretas sobre el rumbo de su administración, su capacidad para cumplir los compromisos adquiridos y su muñeca política para conseguir logros inmediatos.
La agenda de Bachelet para los primeros meses es muy nutrida. En lo internacional, las elecciones en Perú y el ascenso de Evo Morales en Bolivia marcarán la pauta de las relaciones con el vecindario. La Presidenta electa tendrá además que poner en movimiento sus planes sociales y, por supuesto, hacer gestos políticos que evidencien su propio estilo transparente y de cara a los ciudadanos.
Estas son las diez “papas calientes” que el primer día se encontrará sobre la mesa.

1. REINTERVENCIÓN EN HAITÍ

El próximo 7 de febrero se realizarán las cuatro veces postergadas elecciones presidenciales en Haití, país donde Chile mantiene tropas de pacificación como parte de una intervención militar de la ONU.
El tema se instalará de inmediato en la agenda de Bachelet, pues con los comicios recién realizados, la novel Presidenta deberá decidir si retira o no las tropas chilenas del país caribeño o en qué condiciones continuarán su presencia.
No es tan fácil como se dice. Para muchas organizaciones críticas de la intervención, como Amnistía Internacional o Internacional Crisis Group, la acción de la ONU no ha reducido la violencia del país. Al contrario, es la causa de ella, sostienen, pues los haitianos ven en la presencia de los cascos azules nada más que una nueva forma de colonialismo. De hecho, día a día recrudecen los enfrentamientos con guerrillas haitianas.
En medio de este escenario cada vez más complejo, Chile está en una posición difícil. Muchos analistas ven Haití como la prueba de que los países americanos pueden hacerse cargo de los problemas de su continente. Por lo tanto, retirarse del país caribeño dejándolo en un caos aún mayor que el de hace dos años sería una enorme derrota para Chile en el plano internacional.
Pero las voces discordantes provienen incluso desde el interior del país. Esta semana los parlamentarios de derecha criticaron la permanencia de las tropas chilenas en Haití después de las elecciones de febrero y exigirán una definición en esta área. Bachelet deberá mostrarse decidida. Cuenta a su favor la experiencia adquirida en el Ministerio de Defensa y sus dotes diplomáticas.

2. EL AMIGO EVO

Otra de las materias urgentes en política exterior para Bachelet será recomponer las relaciones con nuestros países vecinos, que algunos estiman que han sido postergadas con el énfasis a favor de los acuerdos comerciales con grandes bloques económicos como Estados Unidos, Europa y el Sudeste Asiático.
En este sentido, la asunción de Evo Morales al Gobierno boliviano será uno de los ejes en los primeros 90 días de Bachelet. “Es imposible mejorar la relación con Bolivia sin discutir los temas que se han considerado como tabúes, y me refiero al mar”, afirma el cientista político Juan Francisco Coloane.
Eso no significará ceder a la exigencia de Bolivia como condición indispensable del diálogo. “Evo Morales es un negociador, no colocará el tema de la demanda marítima como única posibilidad de mejorar las relaciones con nuestro país”, señala Coloane. “Pero hay que reconocer la necesidad de discutir el tema en lugar de cerrarnos a la idea y echarle tierra encima”.
Ignacio Illanes, director del programa político del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), sostiene que “para Bachelet es impensable un acuerdo con Bolivia que implique una cesión de territorios. Esto sería muy impopular. Lo que sí tiene que hacer es construir una agenda alternativa, que le muestre al mundo que hay un ánimo real de acercamiento”.
Chile no puede olvidar tampoco su interés en el gas boliviano. La postura que tome Bachelet respecto a este punto dependerá de las señales que dé Evo Morales tras asumir la Presidencia de Bolivia. Es por ello que en Chile se decidió que a la ceremonia de transmisión del mando en La Paz asistiera el Presidente Lagos, mientras la Presidenta electa prepara posibles escenarios en su relación con el país vecino.

3. LA “CHILENIZACIÓN” DE LA CAMPAÑA EN PERÚ

Junto con Bolivia, Perú será el otro tema de política internacional al que Bachelet tendrá que poner atención inmediata. Esto, porque las elecciones que se llevarán a cabo en ese país en abril probablemente radicalicen los discursos “antichilenos”, tema de campaña habitual en Perú.
“El discurso antichileno es sólo una plataforma para llegar a la Presidencia”, explica Ignacio Illanes, de LyD. “Cualquiera de los candidatos que llegue a ser elegido se dará cuenta de que necesita las inversiones chilenas”.
Para el cientista político Juan Francisco Coloane, “Bolivia y Perú están naturalmente unidos, y EEUU ha sabido manejar bien esta unidad para aplacar el peso de Brasil y Argentina en la región”. Esta situación puede afectar a Chile, ya sea por los intereses norteamericanos en los países andinos o por los propios compromisos de Chile con Estados Unidos.
Sin embargo, para los analistas chilenos, el único tema de relativa importancia que empaña las relaciones con Perú es el de las líneas de base del límite marítimo. “Ese problema no tiene un arraigo tan poderoso como la demanda de mar para Bolivia. En este tema hay un debate jurídico mucho más preciso. Y cualquier problema se va a desarrollar en un tribunal arbitral”, afirma Illanes.

4. KIRCHNER Y EL GAS

Trabajar en conjunto con Argentina será otra de las prioridades para los primeros meses del gobierno de Bachelet, con el fin de evitar una nueva crisis energética, tema acuciante desde abril.
De hecho, el debate sobre la matriz energética del país debe darse antes de que un posible déficit de lluvias provoque problemas similares a los del 2004, cuando hubo racionamiento eléctrico y conflictos por el suministro de gas argentino.
“Como Lagos, Bachelet ha coqueteado con los grupos ambientalistas”, dice el doctor en ciencias políticas Javier Couso. “Pero habrá que ver si está dispuesta a despolitizar y llevar a un nivel técnico el debate ambiental o las políticas energéticas y de desarrollo sustentable”.

5. EL PACTO SOCIAL EN MOVIMIENTO

Uno de los puntos sensibles del programa de Michelle Bachelet, y en el cual tendrá que mostrar acciones casi inmediatas y muy tangibles, es el de los compromisos de carácter social que adquirió con distintos sectores y organismos sociales, en particular con el Partido Comunista (PC) y con la CUT. Entre ellos están el debate sobre la focalización del gasto social, el empleo, las zonas periféricas de Santiago y las reformas en materia de previsión y educación.
Para esto contaría con el apoyo de la oposición. Como dice el economista de la U. de Chile, Dante Contreras, “hay programas de gasto social más o menos convergentes en las dos coaliciones en los temas de empleo o educación. Además, hay recursos, superávit estructural, bonanza económica, etcétera. Si tenemos todo, debemos dar el salto. Es el momento”.
En lo concreto, Bachelet deberá dar señales económicas claras sobre su orientación en temas como la flexibilidad laboral, la previsión de trabajadores jóvenes, la pensión asistencial y los planes de empleo de emergencia.
“Se debe reexaminar el tema de la flexibilidad laboral”, señala Contreras. “Tal vez se deben bajar las indemnizaciones y mejorar el seguro de desempleo. El punto es cómo aunar la flexibilidad sin precarizar el empleo”.
En lo que respecta a la reforma previsional, lo inmediato es formar la comisión y aquí Bachelet deberá dar señales claras de transparencia. “Debe ser firme en el punto de que las empresas involucradas (las AFP) no participen en la comisión, sin perjuicio de que den su opinión como cualquier otro. La comisión debe ser de alto nivel técnico, ajeno a presiones e intereses sectoriales y con mucha participación ciudadana”, señala el cientista político Javier Couso, profesor de la Universidad Diego Portales (UDP).

6. EL COLAPSO DE LOS TRIBUNALES DE FAMILIA

Los emblemáticos tribunales de familia, estrenados en octubre de 2005 para agilizar las demandas por tuiciones, pensiones alimenticias, paternidad, etcétera, han derivado en un verdadero caos. Los plazos de las audiencias se extendieron de tres en ocho meses y muchos jueces se declararon colapsados, con licencias médicas por estrés en la mano.
Bachelet tendrá que abocarse a resolver con urgencia este problema. No es lo único que deja pendiente la administración Lagos. Aunque menos urgente, planes como Auge o el Transantiago deberán ser resueltos por la Presidenta electa.
“Ella es una confesa continuadora de los gobiernos de la Concertación y cometería un error si no da prioridad a estos temas, aún cuando no sean sus proyectos estrellas”, dice Javier Couso, profesor de la UDP.

7. LOS TOBIS DE LULÚ

Aunque es un tema que se zanjará antes del 11 de marzo, la elección del equipo de ministros determinará el estilo con el cual la Presidenta electa va a enfrentar los primeros noventa días de gobierno.
El debate ya está instalado. Bachelet se comprometió a poner caras nuevas y paridad de género en los ministerios. Los analistas, sin embargo, tienden a coincidir en que la Mandataria electa deberá optar por viejos conocidos en los algunos cargos clave. “Con apenas cuatro años, no hay espacio para improvisaciones, no se puede venir a entrenar a una persona”, afirma Ignacio Illanes, del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD).
“La elección del gabinete es clave, porque será una señal de la capacidad de Bachelet para cumplir con sus promesas de transparencia, paridad de género y renovación”, agrega el cientista político Javier Couso.
Para los ministerios cruciales, sin embargo, todos apuestan por políticos de trayectoria.

8. EL NUEVO ESTILO DE MICHELLE

Bachelet tiene como desafío llenar el vacío político que deja Lagos. Será difícil igualar la presencia mediática de un Presidente tan popular, y sería un error intentar imitarlo. Lagos no delega mucho y eso, aparentemente, no será emulado.
Otro desafío es cumplir con la promesa que hizo de un gobierno ciudadano. ¿Qué significa esto? “Un Gobierno de cara a la ciudadanía, en donde la participación no consista sólo en votar cada cuatro años, sino que también en discutir cada una de las decisiones relevantes que afectan a todo el mundo”, explica el cientista político Javier Couso. “Bachelet no debiera reproducir los asesores del segundo piso de La Moneda, pues un segundo piso no rinde cuentas al ciudadano y para su consejo ya tiene a todo el gabinete”.

9. LA PIEDRA EN EL ZAPATO: EL BINOMINAL

“Sobre el binominal habrá un debate fuerte. Lo van a colocar en tabla, pero no con todas las urgencias de la campaña. Puede dormir perfectamente hasta el 2008”. Eso piensa el investigador de LyD, Ignacio Illanes, sobre el debate de una de las reformas más importantes que deja pendiente Lagos, y que la electa Bachelet ha asumido como causa principal.
“El Gobierno no lo va a empujar con toda la fuerza del caso. Es un tema estratégico que puede alimentar otra campaña”, agrega Illanes.
Otros analistas, en cambio, estiman que sí le pondrá urgencia inmediata a este tema, por su carácter simbólico y porque no debiera olvidar el apoyo casi cerrado que recibió de las bases y de la mayoría de los dirigentes del pacto Juntos Podemos en segunda vuelta.
Cómo se maneje el debate del binominal marcará la pauta de la relación de Bachelet con la oposición en sus primeros tres meses, con una derecha que ya advirtió que se pondrá más firme con la fiscalización y en abierto conflicto sobre ciertos temas de principios, como, precisamente, el binominal.
Otros analistas estiman que, en este ámbito, el mayor desafío para Bachelet no es la relación con la derecha, sino con la DC, el partido más convulso dentro de la Concertación, que durante el 2006 buscará revertir los magros resultados parlamentarios que obtuvo el año pasado.

10. EL DÓLAR BAJO
 

Es una urgencia más imperiosa de lo que parece, pues en abril se inician las exportaciones agrícolas y un dólar tan bajo como el actual constituye una verdadera catástrofe para las pymes.

Este es un sector con el que Bachelet se comprometió y que cuenta con importantes mecanismos de presión y altas expectativas. Es un tema que incide directamente sobre otro crucial: el desempleo. Las pymes exigen la intervención del Banco Central, un tema de alta complejidad y sobre el que existen opiniones divididas dentro del mismo conglomerado oficialista.

 

1 comentario

Leonardo Stumpff -

A pasado ya un buen tiempo del gobierno de Bachelet y su personalidad vacilante e indefinida a traido un sinnumero de problemas , su politica exterior es preocupante dada su debilidad con los paises que nos rodean , a manejado pesimamente nuestra aporreada crisis energetica y el gas argentino , pesimamente las relaciones con Bolivia donde solo el firme rechazo de chilenos paro un eventual regalo territorial a Bolivia, pesimo, vacilante y debil el caso con la pretendida corrida del limite maritimo peruano , una vez mas su debilidad es aprovechada por gobernantes vecinos para usarla y meterle el dedo en la boca , preocupante futuro para una mujer presidente pero no al nivel de estadista de Lagos .