Morales inaugura nueva política con Chile y viene a asunción de Bachelet
Morales inaugura nueva política con Chile y viene a asunción de Bachelet
Para la administración Lagos, el periplo a La Paz ha sido todo un éxito, por el espíritu de distensión que dominó la entrevista con el nuevo gobernante paceño y las mejores bases construidas para el Gobierno de Michelle Bachelet.
“Éste no es el camino que lleva al hotel”. El inocente comentario que deslizó el conductor de la van que trasladaba a la prensa que acompañó ayer al Presidente Ricardo Lagos en su breve visita a Bolivia dio las primeras luces de que la agenda del Mandatario chileno en La Paz sufría una alteración. Los automóviles se detuvieron en la avenida General Germán Busch 917 frente a un edificio blanco de tres pisos. En un departamento en este lugar vive el ahora Presidente del país andino, Evo Morales, que rompiendo el programa de Lagos y en una evidente señal de acercamiento decidió recibirlo en su hogar antes de asumir el mando. De hecho, el líder del Movimiento al Socialismo (MAS) salió -con simpleza y vestido con su ya famoso suéter rayado- a la vereda a recibir a Lagos, en medio de la expectativa de los vecinos, que enarbolaron banderas bolivianas y de apoyo a Morales.
Una vez dentro, Morales no sólo pidió disculpas a la delegación por la modestia de la vivienda, sino también por las dificultades que hubo en diciembre para que Lagos se contactara telefónicamente con él tras su elección.
Tras agradecer la presencia de los chilenos, confidenciaron fuentes gubernamentales, Morales expresó la voluntad de continuar la senda de distensión instalada por el Gobierno del ahora ex Presidente Eduardo Rodríguez, que permitió en los últimos meses un real acercamiento entre Santiago y La Paz.
DISCURSO
El nuevo gobernante cumplió con su oferta de diálogo: en su discurso posterior ante el Congreso ya investido Presidente, Morales saludó la presencia de Lagos en La Paz y advirtió que ello entrega confianza al pueblo boliviano: “Tengo mucha confianza en el pueblo chileno, sus organizaciones sociales, la comprensión de su Estado, para saldar o reparar ese tema histórico que tenemos pendiente con Chile. Necesitamos, como dos países vecinos y hermanos, relaciones. ¡Hasta cuándo podemos seguir viviendo en enemistad con un país vecino! La presencia del Presidente de Chile, Ricardo Lagos, obedece y genera una esperanza para el pueblo boliviano, y por eso nuestro saludo al Presidente de Chile, que está presente acá”.
Durante los minutos que Morales dedicó a Chile, Lagos lo observó con atención y luego aplaudió, aunque sin abandonar su rostro de seriedad.
Fuentes de la Cancillería no descartaron que las palabras de Morales hayan abierto la puerta para reanudar las relaciones diplomáticas interrumpidas -por decisión boliviana- en 1978.
Morales agregó que el pueblo indígena practica la reciprocidad y que como Lagos acudió a su ceremonia de investidura, él concurrirá al acto donde la Presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet, tomará posesión del mando en Valparaíso el 11 de marzo. “Frente a la invitación del Presidente de Chile para la transmisión de mando en Chile, estaremos allá presentes. ¡No tenemos ningún miedo!”, subrayó el nuevo Jefe de Estado paceño.
Durante la cita matinal -Lagos fue el único Mandatario a quien Morales llevó a su casa-, el Presidente chileno no sólo lo invitó a la asunción de Bachelet, sino a La Moneda el viernes 10 de marzo.
En una línea de argumentación que la administración Lagos quería escuchar, Morales asimismo se pronunció por la construcción de lazos de amistad e intercambio comercial con Chile, para de esa manera “ir resolviendo problemas históricos”.
Después de entrevistarse con Morales y antes de ir a la sede del Parlamento a la ceremonia de entronización, Lagos ofreció una rueda de prensa en el salón Versalles del Hotel Radisson. “No estoy por negar los temas del pasado, existen, pero creo que si nos enfrascamos sólo en el pasado difícilmente vamos a avanzar”, indicó el Mandatario, quien añadió que con Morales se definió una agenda de acercamiento “sin exclusiones, con realismo, que nos haga avanzar hacia un futuro mutuo a nuestros países. Así para avanzar hacia un futuro más promisorio nos es más fácil resolver los temas que vienen del pasado”.
Según el gobernante chileno, “Chile y Bolivia viven un tiempo de confianza mutua. Hemos sentado pasos significativos, tal vez modestos, pero en la dirección correcta. Podemos avanzar mucho más si trabajamos en voz baja y responsabilidad”.
Además, Lagos subrayó la legitimidad de Morales, al señalar que éste es “un momento histórico donde no caben los temores” y se declaró confiado en que “el diálogo abierto, sincero, fraterno, que iniciamos hoy continuará con Michelle Bachelet”.
Respecto de las demandas en las líneas fronterizas de Bolivia y Perú, Lagos advirtió que si todos los países revisaran sus tratados, se producirían “algunas dificultades”. “Eso no significa”, puntualizó, “desconocer un tema más particular respecto de Bolivia y en donde me parece importante tener una mirada abierta, como la tenemos en Chile, pero eso pasa por discutir nuevos acuerdos, no revisar los antiguos”.
En cambio, sobre Perú recordó: “Chile entiende que no tenemos diferendos marítimos con Perú, porque el paralelo donde termina el límite actual establecido por el Tratado del 29, el paralelo es lo que existe, es lo que las naves peruanas y chilenas estamos haciendo respetar hoy”, agregó.
Consultado después sobre la tesis de “gas por mar”, Lagos señaló que “nunca hemos querido tratar el tema del gas”, porque “es un tema que no me parece adecuado plantear a los amigos bolivianos, porque no queremos que nuestras relaciones estén marcadas por un interés económico en lo que estemos planteando”.
Sobre la posibilidad de reanudar relaciones diplomáticas, Lagos señaló que ésa es una decisión que debe tomar Palacio Quemado, porque “el Gobierno de Chile siempre ha estimado que es mejor tener relaciones diplomáticas que no tenerlas en países vecinos que tenemos muchos temas que tratar”.
Asimismo, instó a abordar los temas de interés bilateral con cautela con el fin de que tanto Santiago como La Paz no hipotequen los grados de libertad necesarios para actuar, que se pierden cuando ciertos asuntos se toman como “banderas de luchas de los países”.
Tres modelos posibles de solución se han evaluado en los últimos 30 años para abordar la demanda boliviana de salida al Pacífico. Durante el régimen militar hubo dos esquemas, corredor al norte de Arica -que fracasó por el rechazo de Perú-, luego enclave costero con compensación, que no resultó porque en Chile se opuso la Armada, y hace tres años la idea de una suerte de concesión territorial, sin soberanía, pero con amplias facilidades comerciales y de control en la Segunda Región -cuyo mérito es que deja a Lima fuera del juego- y que no cuajó por falta de consenso en La Paz. Según diversas fuentes de Relaciones Exteriores, es difícil imaginar otro diseño, lo que implica que la agenda sin exclusiones que han pactado Lagos y Morales debería circular sobre variantes mínimas a partir de alguna de esas tres alternativas. A Palacio Quemado le gusta el corredor, pero éste invariablemente se topará con el veto de Palacio Pizarro. Además se debe considerar que en Perú hay elecciones presidenciales en abril, un factor que influirá también en la agenda tanto de Bachelet como de Morales.
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