La primera huelga en Puerto Montt
Por César A. Sánchez Vera
Foto: En estos conventillos vivían las familias obreras en el Puerto Montt de las primeras décadas del siglo XX. Como promedio percibían sueldos de $60 y tenían que pagar arriendos de $28 mensuales, en tanto un quintal de harina costaba $20.
Al terminar el primer semestre de 1919, gobierno de Juan Luis Sanfuentes, una huelga general paralizó al país, era el resultado social de la grave crisis económica que vivía nuestro país. El Estado carecía de fondos para cancelar los salarios de los empleados públicos; además, numerosas empresas salitreras se declararon en quiebra. Sumado a esto el territorio de Magallanes estaba convulsionado con los "Sucesos de Natales" que afectaron a la Patagonia en la parte chilena y argentina
Las grandes estancias y los frigoríficos no podían colocar sus productos en el extranjero, como había sido tradicional; esto se debía a un voluminoso stock de lana y carne acumulado en los mercados europeos. El valor monetario del trabajo descendió bruscamente y a los obreros del campo austral se les cancelaba con fichas y vales que carecían de todo valor. Los esquiladores descontentos, en su gran mayoría chilotes, se agruparon en bandas armadas que deambulaban por las estancias pregonando conceptos de "igualdad" y "justicia social".
El 26 de noviembre de 1919, el Intendente de la provincia de Llanquihue don Lindorfo Alarcón Hevia recibía, desde Santiago, la siguiente orden: Considerando que la huelga en Punta Arenas ha adquirido caracteres revolucionarios, el Supremo Gobierno ha dispuesto que en el vapor "Magallanes" se dirija a ese punto la Compañía de Ametralladoras del Regimiento "Llanquihue" para restablecer el orden amenazado.
El Consejo Federal Obrero de Puerto Montt que se encontraba participando en el movimiento huelguístico nacional, se manifestó contrario a esta movilización militar. El Gremio de Fleteros, integrado por estibadores y trabajadores portuarios, se negó a cargar el barco que transportaba a la tropa al tiempo que paralizaba toda actividad y montaba una guardia de vigilancia sobre el puerto; fue menester recurrir a los mismos soldados para aprovisionar y cargar el vapor "Magallanes". Finalmente, con un retraso de diez días zarpó la expedición punitiva.
Este incidente de rebelión ante la autoridad, que se veía por primera vez en el apacible Melipulli, causó gran asombro entre la población de clase media que hasta entonces había observado con simpatía a las organizaciones de trabajadores.
LA PRENSA DE LOS OBREROS
Al comenzar 1915 los dirigentes del Consejo Federal Obrero concibieron la idea de publicar un periódico con el objetivo de mantener informado al proletariado puertomontino y divulgar las nuevas ideas del maximalismo (marxismo) que se extendían por todo el país. Para alcanzar dicho objetivo realizaron beneficios sociales, bailes, colectas y exhibición de películas en el cinematógrafo "Edén" que estuvo ubicado en Antonio Varas esquina con Ancud.
En marzo de 1916 compraron la imprenta de Roberto Calderón y arrendaron una casona en calle Antonio Varas Nº 59 destinada a la redacción del nuevo diario.
El gestor de la idea y primer director del periódico fue el joven intelectual Luis Castillo Pinto, natural de Valparaíso.
El "Pueblo Obrero" hizo su aparición el 1 de mayo de 1916 y su lema fue "Trabajar por el Progreso y la Reforma de la clase trabajadora". Aparecía todos los domingos y la suscripción anual costaba $ 4; en sus páginas se escribía sobre temas laborales, avances de la organización sindical, noticias locales y los obreros más cultos daban a las prensas tímidas poesías.
Utilizando esta misma imprenta, el año 1920 salió a circulación "La Defensa" presentando las mismas características que su homólogo anterior. Cinco años más tarde se encontraba funcionando en nuestra ciudad una filial del Partido Comunista formada por trabajadores llegados del norte; quienes efectuaban una eficaz labor proselitista. Arrendaron la imprenta del Consejo Federal y comenzaron a imprimir "La Voz del Paria", salía a la venta los días domingos, el ejemplar costaba veinte centavos y circuló regularmente en el transcurso del año 1925. En la portada se podía leer: "Es mejor morir de pie, que vivir de rodillas: Escrito por y para los trabajadores".
EL PATRIOTISMO
En las dos primeras décadas del siglo XX los trabajadores comenzaron a manifestar un abierto descontento hacia la clase dirigente culpándola de la miseria reinante y de incapacidad para dar solución a los problemas sociales.
El clamor del pueblo no era exagerado, en 1920 el salario de un obrero puertomontino oscilaba entre los 60 y 80 pesos mensuales, cifra que resultaba insuficiente para la mantención de un hogar. Un kilo de mantequilla valía $ 3, el kilo de carne $ 2,50, el arriendo de dos habitaciones en un conventillo costaba 28 pesos y el quintal de harina se vendía a 20 pesos.
El 10 de septiembre de 1920 los obreros acudieron a un meeting en Cayenel (Antonio Varas) con Ancud; allí circuló una proclama que llevaba impreso: "El patriotismo decae, no por culpa del pueblo sino por culpa de nuestros mismos gobernantes que bien poco se preocupan de respetar nuestros hechos gloriosos, porque no han conservado la tradicional costumbre de empinar el potrillo (jarro) de chicha junto con el roto chileno, noble siempre, valiente siempre, dispuesto a dar la vida por su Patria siempre. Pero, ya no nos alegramos en esta fecha, son otras las preocupaciones de nuestros hombres públicos, la política ha ahogado en sus corazones los sentimientos puros del patriotismo".
Texto publicado en Diario El Llanquihue de Puerto Montt el Jueves 29 de Abril 2004
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