La primera república socialista de Chile
Jueves 4 de junio de 2009
Por Edison Barría, comunicador social
Uno de los hechos más ignorados de la historia política de nuestro país es que entre el 4 y el 16 de junio de 1932 existió en Chile -al menos en la intención de sus gobernantes- una república socialista, que el diputado del PS Mario Palestro decía que sólo fue un "veranito de San Juan". Casi 80 años después, este capítulo de la historia chilena no se enseña en ninguna escuela ni está en ningún libro de texto, al menos como un hecho histórico. Pocos lo conocen y menos podrían definir en qué consistió. Pero basta conocer una sola de sus consecuencias: la fundación del Partido Socialista de Chile, el 19 de abril de 1933, para darse cuenta de que un hecho oscuro e ignorado merece ser más conocido, en especial por la izquierda socialista que se identifica con ese legado político.
La proclamación de la República Socialista, en la mañana del 4 de junio, no es una anécdota ni uno entre varios golpes de Estado, como sostienen historiadores enemigos del socialismo. La proclamación fue el resultado de una acción encabezada por quienes representaban el pensamiento más avanzado y progresista, pero carecían de suficientes lazos con el movimiento popular. Su programa de gobierno, sin embargo, y las pocas medidas implementadas en doce días, constituyeron la primera vez que un grupo político daba respuestas coherentes y globales a los graves problemas de la sociedad chilena.
Entre éstos están la nacionalización de los recursos básicos, la igualdad de la mujer, el voto de los analfabetos, la expropiación de las empresas improductivas, el impulso a la educación y la cultura, la apertura de relaciones con todos los países, el derecho a la sindicalización y muchas de similar alcance. Los decretos que promulgó no sólo tuvieron efecto inmediato y beneficiaron a los más desposeídos, sino que permanecieron vigentes y sirvieron de base jurídica para medidas del gobierno del Presidente Salvador Allende. Han transcurrido casi 80 años de la República Socialista y sus postulados son tan válidos como entonces. Mientras no se resuelvan los problemas de las grandes mayorías, seguirán vigentes las ideas que plantean que la riqueza de un país no puede ser monopolio de unos pocos privilegiados.
La noche del 16 de junio de 1932, luego de una gran concentración obrera en apoyo al gobierno, oficiales de la Guarnición de Santiago dan un golpe, detienen a Marmaduke Grove y Eugenio Matte. Se llama a una Junta de Gobierno y de forma casi irrisoria se pone fin a la República Socialista. Pero pese a su corta duración, la república llevó a cabo reformas entre las que resaltan devolver las pertenencias empeñadas en la Caja de Crédito Popular (la Tía Rica ) el 7 de junio y un decreto ley que indulta a todos los condenados por delitos políticos, entre ellos dirigentes de la sublevación de la Escuadra de septiembre de 1931; y la reincorporación de 200 profesores exonerados por razones políticas durante la dictadura de Carlos Ibáñez del Campo.
Hoy el PS vive una crisis importante por la renuncia de varios destacados militantes, pero se equivocan quienes piensan que terminará destruido. Al contrario, más temprano que tarde se recuperará, porque tiene una riqueza histórica, ilustres militantes como el Presidente Allende que dieron sus vidas por mejorar las condiciones de los pobres del campo y la ciudad, y por su consecuencia con el socialismo como modelo de sociedad.
0 comentarios