Necesitamos profundizar los lazos con Chile
Viernes 26 de octubre de 2007
Por Carmen Villarroel / lanacion.cl
JulioCobos, gobernador de Mendoza y candidato a vicepresidente del oficialista Frente para la Victoria
Durante las últimas horas de campaña e intentando sumar los votos definitivos para que la senadora Cristina Fernández de Kirchner gané el domingo las presidenciales sin necesidad de una segunda vuelta, uno de los más importantes estrategas políticos del concertacionismo habla con La Nación sobre el actual Gobierno y sobre el que promete la señora K.
Foto: La fórmula Cristina Fernández-Julio Cobos promete convertirse en la nueva inquilina de la Casa Rosada. Foto: AP
Buenos Aires.- Parece ser un hombre común, con bajo perfil y andar pausado. Fue un asombro para algunos sectores de la política su candidatura para formar parte de la fórmula oficialista junto a la primera dama Cristina Fernández, ya que no tiene experiencia legislativa.
Pero el Gobierno "K" había anunciado que el candidato a vicepresidente debía ser un hombre de otra fuerza política. Julio Cobos es radical (o ex radical, en rigor) y así se buscó dar apertura a la llamada concertación nacional que impulsa el kirchnerismo.
Claro que carga con algunas pesadas cruces. Insistió en que su partido se reagrupara con el kirchnerismo y otras fuerzas, pero la Unión Cívica Radical (UCR) no aceptó y terminó expulsándolo de sus filas. Con todo, el actual gobernador mendocino fue unos de los primeros radicales en sumarse al proyecto de concertación.
En tanto, su provincia, Mendoza, es un ejemplo de las dos realidades que vive el país. Tiene el índice de inflación más alto de Argentina. Su nivel de inseguridad también es muy alto y ya desplazó a cuatro ministros de seguridad en su provincia. Los sueldos estatales son muy bajos y ha tenido problemas con los gremios educativos. Parte de los temas pendientes del Gobierno, del actual Presidente Néstor Kirchner.
Paralelamente, es una de las provincias con mayor inversión empresarial, alta productividad, crecimiento económico y recaudación fiscal, además de ser muy ordenada y conservadora socialmente. Sin dudas, dos caras de una misma moneda que se extrapola a nivel nacional.
-¿Qué es la concertación para usted y cómo se inserta en este llamado transversal que hizo el Presidente en mayo del año pasado?
-Argentina no ha logrado todavía lograr una recuperación, una redefinición. Los partidos políticos perdieron ese rol de intermediarios entre la gente y el Gobierno. Teníamos partidos amplios y mayoritarios con distintas expresiones, encabezadas por dirigentes como Menen, Kirchner, Rodríguez Saa, Carrió, López Murphy o Alfonsín. Pero cada uno reflejaba una línea de pensamiento distinta y no se lograba unificar un criterio ideológico y de principios, por eso se llegó al "fin de las ideologías y todo eso". En ese sentido, hombres y mujeres del Partido Justicialista y del radicalismo tenemos -a veces- más coincidencias que entre los propios sectores de nuestros partidos, pues no ha habido una conducción partidaria que lidere esto, han mandado pero no liderado este proceso de cambio que necesita la sociedad.
-¿Quiénes han mandado y no liderado ese cambio?
-Los que han estado en distintas agrupaciones, por ejemplo, la actual conducción del radicalismo. En ese sentido estamos pensando en la nueva etapa que viene para el país. Ya hemos superado la coyuntura (...) es hora de que vayamos pensando en un país a largo plazo y esto requiere cuestiones estratégicas de Estado que trascienden cualquier gestión de Gobierno.
-¿Eso sería parte del cambio en la continuidad que propone la campaña de la senadora Fernández?
-Exactamente, por eso estamos trabajando, en ese sentido. Cuando hablamos de continuidad de gestión, hablamos de tomar las cosas que están bien y cambiar las que están mal.
-La UCR pidió su expulsión por haber aceptado ser el candidato a vicepresidente de la fórmula oficialista, pero usted propone seguir construyendo esta concertación con el radicalismo.
-Estoy apelando a la convención y esperando que pase la elección para ver cómo se reconstruye el partido, a través de una conducción nacional.
-¿Cuáles son los cambios en los cuales hay que trabajar y cómo lo haría desde la vicepresidencia?
-Hay que trabajar en políticas educativas y políticas de trabajo. Desde ahí se defenderá el resto: salud, seguridad y justicia. Lo cierto es que con educación, construimos un país y es el pasaporte a la inclusión social, al desarrollo, a la dignidad y trabajo. Hay que trabajar mucho en la escuela inicial, por ejemplo; que haya doble escolaridad; en las zonas vulnerables que los padres que no puedan atender a sus hijos tengan donde dejarlos. También integrar el sistema universitario a la vida productiva y que con innovación tecnológica se de competitividad en la producción. Tener acuerdo entre el sector empresario y servicios, por ejemplo, para generar desarrollo; garantizar competitividad, responsabilidad social empresarial, pero con la mirada para regular bien que el sector privado distribuya la riqueza de manera conjunta con el sistema estatal.
-La inflación es uno de los temas preocupantes para los argentinos. ¿Cómo piensa manejar esto siendo que su provincia cuenta con el mayor índice inflacionario del país?
-Es claro que hay que seguir trabajando en esto, pero también pedir a la ciudadanía que nos ayude y nos acompañe. Hay que ver y corregir el tema pero con responsabilidad ciudadana y vamos a trabajar en eso.
INTEGRACIÓN REGIONAL
-¿Qué rol tendrán las relaciones con Chile en el futuro Gobierno con usted como vicepresidente?
-Hay que profundizar la relación con Chile. Desde ya, todas las provincias del oeste argentino piden una fuerte integración regional, todas luchan por su integración y sí llegamos a la conducción nacional vamos a trasladar esta necesidad de perforar la Cordillera, de construir los verdaderos corredores oceánicos, de mirar en forma conjunta el Pacífico. Chile cumple un rol fundamental en la integración del Mercosur. A veces un solo país no puede cumplir y el cumplimiento es fundamental para las inversiones en materia comercial. Chile es una nación muy ordenada y tiene un rol protagónico en el esquema de integración regional.
-Pero a veces se le cuestiona por su cercanía a Estados Unidos y cierto alejamiento en los países vecinos
-No voy ni vamos a ideologizar las relaciones internacionales, hay que ser respetuoso de las decisiones de cada país. Las relaciones internacionales, pasan por velar una integración regional pero sin negar la autodeterminación. Cada país tiene la independencia de elegir su propia política internacional, estar en el Mercosur, o no. Obviamente nosotros necesitamos a Chile. Pero cada país puede elegir, como lo puede hacer Venezuela, Ecuador o Brasil. Con Chile nos une cultura, cercanía, idioma en común, historia y costumbres, y vamos a trabajar en la integración.
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