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Centros Chilenos en el Exterior

¿QUIEN MANDA EN CHILE? ¿LAS FF.AA. o LA PRESIDENTA?

Enviado por: "Pedro Alejandro Matta" p.matta@vtr.net

12 de Diciembre de 2006 , Diario Electronico El Mostrador.

Durante honores militares a ex uniformado
Jefe del Ejército justifica a Augusto Pinochet por golpe de Estado en 1973

por El Mostrador.cl

Responsable castrense, Oscar Izurieta, validó actuación del 11 de septiembre de 1973 durante su discurso ante familiares, amigos y partidarios de Pinochet, a quien llamó ''ex Presidente'' . Sobre las violaciones a los derechos humanos, admitió que fue lo ''más controvertido' ' de su gestión, pero aseguró que el ex militar se ''condolió'' con las víctimas y respondió ante tribunales.

Entre gritos de “¡Viva Chile y Pinochet!” y “¡Pinochet, Pinochet, aquí estamos otra vez!” se inició este mediodía de martes la despedida del general (R) Augusto Pinochet tras la misa exequial celebrada en el Patio Alpatacal de la Escuela Militar.

Se dirigieron sucesivamente a la audiencia sus nietos María José Martínez Pinochet, Rodrigo García Pinochet y Augusto Pinochet, hijo del mayor de los vástagos -del mismo nombre- del matrimonio Pinochet Hiriart.

El segundo, quien acompañaba al ex dictador en el frustrado atentado en su contra, manifestó que "quizá fueron estos 20 años que Dios nos permitió estar juntos los que más me ligaron estrechamente a ti".

"(Fueron) 20 años que primero agradezco a Dios y también a tan valientes y leales hombres que nos protegieron ante el abyecto destino que deparaban unos pocos", fueron la palabras de Rodrigo García que sacaron más aplausos.

Virulento discurso de nieto uniformado

Vestido con uniforme militar, la intervención de Augusto Pinochet Molina, nieto del ex dictador, fue la más efusiva y celebrada por los numerosos adherentes del ex oficial.

Calificó a su abuelo como "un luchador, un visionario y un gran patriota que supo dirigir los destinos de su pueblo en momentos de gran peligro, evitando siempre el sufrimiento innecesario, pero nunca transando los valores fundamentales de la patria".

"Ya viejo y cansado, después de haber logrado entregar el país con una nueva vida con un esperanzador futuro, sus enemigos se abalanzaron sobre él y cuando uno podía decir que se iba a quebrar alzó su bastón en alto y dejó en claro que todavía le quedaban fuerzas para seguir".

Pinochet Molina, quien cuando llegó la ministra Blanlot se acercó, junto a otros de los nietos de Pinochet, al féretro para ponerle la banda presidencial, en un gesto absolutamente fuera de protocolo, aseguró que el ex dictador fue "uno de los líderes más prominentes de su época a nivel mundial".

Fue "un hombre que derrotó en plena Guerra Fría al modelo marxista, que pretendía imponer su modelo totalitario" , afirmó, en medio de los aplausos eufóricos de los pinochetistas presentes y, pese a la presencia entre el público de su superior castrense, el comandante en jefe del Ejército, Oscar Izurieta; y su superior civil, la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot.

El oficial destacó como algo positivo que, además, su abuelo haya vencido al marxismo "no mediante el voto, sino más bien derechamente por el medio armado".

Muy exaltado, añadió: "Sí, el fue un hombre de temple especial, forjado en una época muy particular y difícil de la humanidad". En el momento en que hizo las referencias más políticas dentro de su discurso, con sus referencias al marxismo, Izurieta Ferrer, notablemente incómodo, dirigió su mirada al suelo.

Crítica a la prensa internacional

Lucía Pinochet, la mayor de las hijas del general (R), destacó la figura de "gran hombre, sabio, bueno y admirado, lleno de humor y profundidad. Seguirás siendo por siempre un hombre ejemplar que lo dio todo por su ejército y por su patria".

"Hoy la prensa internacional claramente no comprenderá como cientos de miles (sic) de compatriotas desinteresados, informados, en democracia, sin presión de ningún tipo, premios ni acarreos son capaces de demostrar su agradecimiento y afecto por quien la prensa ha calificado en los peores términos y epítetos que alguien pueda proferir a un ser humano. Sin duda, este homenaje de la gente más humilde lo llenaría de felicidad, porque todo lo que hizo lo efectuó precisamente pensando en ellos: los más pobres y desposeídos, que hoy son capaces de vivir en paz, dar educación a sus hijos, tener un mejor pasar y un mejor futuro".

Finalizó diciendo que "sé que para usted sería el mejor regalo ver a su pueblo reunido hoy aquí, vitoreándolom, gritando su nombre y manteniendo viva la llama de la libertad que un día de septiembre de 1973 sembró en nuestro país para siempre".

Cercanos y ex colaboradores

Luego tomó la palabra el general de división (R) Juan Guillermo Toro Dávila en representació n del cuerpo de generales y almirantes en retiro de las Fuerzas Armadas, quien realzó la toma del poder en 1973 "interpretando el sentir de mayorías nacionales y con el apoyo pleno de sus camaradas de armas".

"Dominó la insurgencia armada e inició profundas transformaciones que permitieron poner en marcha el proceso de recosnbtrucció n nacional. Posteriormente, como Presidente de la República, continuó con voluntad y persistencia a toda prueba aplicando medidas ingeniosas que permitieron no solamente salir del caos, sino alcanzar mejores niveles de vida para la sociedad chilena, una democracia estable y sólidas bases económicas, sociales e institucionales" .

"Gracias a su sabiduría, firmeza y prudencia en momentos extremadamente críticos para Chile supo conquistar la paz y dejarla como una herencia para el futuro del país (...) Como suele suceder en Chile, la memoria colectiva es frágil y pareciera que se ha reescrito la historia olvidando el trágico contexto en que se produjo el pronunciamiento militar y los grandes logros de su gobierno".

Posteriormente, se manifestaron el presidente de la Fundación Pinochet, Hernán Guillof, y el ex ministro de Hacienda e Interior del régimen militar Carlos Cáceres.

Intervención de Izurieta

El comandante en jefe del Ejército saludó a los deudos y dijo esperar que la muerte de Pinochet permita "contribuir a mitigar las pasiones que en torno a su persona y obra se generaron en la sociedad chilena. Dejemos a la historia un examen objetivo y justo respecto a su protagonismo en los procesos políticos, económicos y sociales en los cuales le cupo participación" .

El responsable castrense se concentró en la "dilatada vida de servicio público" y amplia carrera militar de Pinochet, iniciada el 3 de marzo de 1993 y coronada el 23 de agosto de 1973, cuando fue designado como máxima autoridad de la institución.

"Sin duda alguna, la decisión más difícil de la vida de soldado del general Pinochet fue su determinación para, de consuno con la Armada, la Fuerza Aérea y Carabineros de Chile, asumir las responsabilidades superiores de conducción del Estado ante la gravísima crisis institucional que vivía el país".

"No me corresponde evaluar aquí al gobierno militar. Tampoco es mi propósito efectuar un detallado relato de las condiciones a las que se enfrentó el entonces comandante en jefe para decidir obrar en el sentido que lo hizo. Creo sí indispensable, para contribuir al esclarecimiento de una época tan compleja, inserta en la dialéctica de la Guerra Fría, mencionar que el Ejército también era víctima de la pasión política desatada, que amenazó fuertemente su unidad".

"Esto ocurría, a su vez, en el seno de las otras ramas de la Defensa Nacional, con la peligrosidad que ello representaba para la superviviencia del país. Cuando el general Pinochet resuelve actuar el 11 de septiembre de 1973 lo hace en el convencimiento de que no había otra salida posible a la crisis. Años más tarde, describió lo siguiente: Me resistía a actuar hasta el final, no obstante el clamor ciudadano que golpeba las puertas de los cuarteles pidiendo nuestra intervención. Esperé no por temor, sino por una secreta esperanza de que se pudiera superar pacíficamente aquella extrem,a situación de crisis institucional" .

"Otros actores serán los encargados de justipreciar en toda su integridad, con sus luces y sus sombras, esta etapa de su vida. En tal sentido, el general Pinochet constituye el testimonio de una época que, inevitablemente, hubo de dividir el país por desencuentros que antecedían a su gobierno y por los que se generaron durante su administració n".

El alto oficial ensalzó la "vocación preferente por la paz regional y la solución de controversias vecinales de larga data. El manejo de las crisis internacionales vividas por Chile en 1974 y 1978 nos hablan de sus capacidad para comprender las desastrozas consecuencias de una guerra externa".

También resaltó el compromiso con el "progreso y desarrollo nacional", con obras como la Carretera Austral y la nueva división político-administrat iva del país.

Recordó Izurieta que a partir de 1998 y siendo senador vitalicio "debió enfrentar un conjunto de demandas y querllas judiciales, derivadas de sus actos como gobernante, que persistieron hasta el día de su deceso".

"La situación de los derechos humanos constituye el aspecto más controvertido de su gestión. Él mismo, años después, se condolió por tanto sufrimiento. Más recientemente, en noviembre de 2006, asumió la responsabilidad política por todo lo obrado durante su gobierno. El general Pinochet murió sin haberse sustraído jamás a la acción de los tribunales de justicia de acuerdo al Estado de Derecho que rige al país".

"En tal sentido y conforme a lo que sostuvo durante su detención en el Reino Unido, siempre reconoció la exclusiva competencia de los tribunales chilenos para juzgarlos. En lo que toca al Ejército, su posición referida al respeto de los derechos humanos es bien conocida y ha sido establecida claramente por mis dos antecesores" .

"Como comandante en jefe del Ejército de todos los chilenos, reafirmo hoy dicha posición. Ésta ha permitido dar los pasos necesarios para avazar en el esperado reencuentro de nuestra sociedad".

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