La derecha boicotea el acto donde Bachelet presentó plan de probidad
El Ejecutivo fustigó la determinación de la oposición de no asistir a la ceremonia en que se anunciaron las 30 medidas anticorrupción que impulsará la Presidenta de la República. La Alianza replicó que no está para validar las propuestas de La Moneda.
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Foto: El abogado Davor Harasic (al centro), uno de los expertos convocados por la Presidenta, describió en la tarde de ayer la batería de medidas ante RN y garantizó su rigor técnico. Foto: José López
“¿Quién va a querer boicotear a Chile?”, se preguntaba ayer con explícita ironía el portavoz de Gobierno, Ricardo Lagos Weber, ante la ausencia en masa de la derecha en la ceremonia donde la Presidenta Michelle Bachelet anunció -ante representantes de todos los poderes del Estado- las 30 medidas anticorrupción con las que pretende evitar nuevos escándalos como el de Chiledeportes.
La Alianza actúa con la lógica de no dar señales de apoyo a la Mandataria, decisión que se ha mantenido pese a que la Jefa de Estado dio cumplimiento este jueves a exigencias que ha hecho el bloque opositor al entregar propuestas en favor de la probidad. La estrategia aliancista fue criticada por Lagos Weber, que planteó que se está ante una materia que interesa al país y que no permite divisiones ideológicas, por lo que interpeló a la oposición a estar “a la altura” y a “no politizar este debate”.
“Es una agenda que no es del Gobierno, ni de la Concertación (…) Nos parece que restarse de una actividad de esta naturaleza es poco comprensible, esperamos ciertamente que se reflexione al respecto y que contemos con el apoyo de todo el país, incluido el de la oposición, para sacar adelante las propuestas que ha anunciado la Presidenta”, afirmó.
La ministra secretaria general de la Presidencia, Paulina Veloso, acusó que la Alianza “brilla por su ausencia” cuando existen iniciativas puntuales para solucionar conflictos y que sólo está presente “para la denuncia frágil, la denuncia ligera”, una imputación que tiene matices, porque si bien la derecha se niega a participar de cualquier evento en La Moneda -en la UDI se quiere evitar ingresar al palacio gubernamental, por lo que incluso las negociaciones sobre el próximo Contralor se ejecutarían en el Congreso-, existe claridad en el sector de que en el Parlamento se apoyarán los proyectos tendientes a modernizar el aparato estatal.
Así lo admitió el timonel gremialista, Hernán Larraín, que argumentó que gran parte de los recursos de contingencia esbozados por Bachelet corresponden a iniciativas de su bloque.
El senador justificó, además, la deserción de su tienda en el evento oficial y explicó que “no basta con ceremonias públicas” para convencer a la derecha de que existe voluntad de desterrar a los “operadores políticos” que, acusó, maniobran en distintos estamentos del aparato fiscal.
“Mientras el Gobierno no termine con la red de operadores enquistada a lo largo de la administración pública, mientras el Gobierno no termine con las platas discrecionales que permiten la corrupción, mientras el Gobierno no asuma las responsabilidades políticas y no solamente de los mandos medios, sino de los que están a cargo de las instituciones (…) no van a contar con nuestro acuerdo político para ninguna cuestión que permita dar por superados estos hechos”, advirtió el legislador.
Desde RN, la portavoz, Lily Pérez, sostuvo que a la Jefa de Estado le faltó realizar una autocrítica respecto de lo que ha hecho la multipartidaria concertacionista en estos años, pero subrayó que eso no atenta contra la voluntad de su partido de avanzar en tópicos de transparencia y en legislar en torno a este asunto.
Manifestó que la resolución de no acudir a La Moneda se adoptó para enviar una señal de molestia por cómo se ha manejado el Ejecutivo en estas semanas, en especial, destacó, por las “presiones” hacia los parlamentarios oficialistas en las comisiones investigadoras. No obstante, Pérez descartó que su partido quiera establecer una pugna con la administración bacheletista. “No estamos para pelear con el Gobierno en este tema. Creemos que los problemas de transparencia son asuntos que nos importan demasiado, entonces no hay que politizarlos al punto de decir que los buenitos están aquí y los malitos están allá, sino que hay que tomar decisiones y acciones concretas”.
Lo cierto es que la Alianza está en una disyuntiva. Por un lado la ofensiva contra Bachelet le impide tener “gestos” de concordia con el Gobierno, pero aún así el conglomerado está obligado, por su discurso, a entregar los votos a los proyectos que presente La Moneda. LN
El timonel gremialista, Hernán Larraín, descartó que su sector se haya esforzado en bajar el perfil al incidente entre el senador Pablo Longueira y el ex candidato presidencial de RN, Sebastián Piñera, que se produjo por las duras palabras de Longueira en contra de la condición de empresario del controlador del Lan.
Larraín sostuvo que pese al personalismo de ambas figuras, la derecha continúa trabajando en forma coordinada. “Episodios circunstanciales que haya habido en el pasado y que puede haber en el futuro no van a impedir que nosotros hagamos nuestro trabajo. Es más, la descomposición, el deterioro moral y político de la Concertación es un hecho definitivo. En cambio la Alianza, a pesar de que puede tener puntos de discrepancia u otros hechos menores, está trabajando en forma unida”, sostuvo.
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