Fuerte énfasis en control a parlamentarios y partidos en batería anticorrupción de Bachelet
El delicado cuadro que se ha configurado llevó a la Mandataria hace más de dos semanas a convertir la crisis en oportunidad. Aunque la derecha no acompañó la proposición –para no aparecer suscribiendo un pacto como en 2003-, Bachelet ha logrado en principio encuadrar a la Concertación y a todos los entes del Estado. Sólo la Alianza se ha restado.
Lea agenda anticorrupción del Gobierno
http://www.lanacion.cl/prontus_noticias/site/artic/20061123/pags/20061123222530.html
C.M.
Foto: La Presidenta Michelle Bachelet entregó el paquete de medidas en contra de la corrupción y a favor de la probidad en una solemne ceremonia en La Moneda de la cual sólo se restó la derecha. Foto: Presidencia
-MAYOR TRANSPARENCIA: una pecera que pueda mirarse desde todos lados. La Presidenta Michelle Bachelet utilizó esta imagen –que se la comentó en su reciente gira la Premier neozelandesa, Helen Clark- para sintetizar el objetivo de las medidas anticorrupción que dio a conocer ayer tras analizar las propuestas que elaboró la comisión de siete expertos -de confianza de todos las alas políticas y de los sectores económicos- a que convocó hace dos semanas. Si bien la plataforma tiene tres ejes -transparencia, reforma del Estado y calidad de la política-, lo cierto es que el diseño pone un fuerte énfasis en las últimas dos áreas. Los vacíos en éstas han permitido las anomalías detectadas en Chiledeportes y en la rendición de gastos de campañas electorales.
“Las irregularidades en algunos servicios públicos han provocado indignación en todos quienes compartimos una vocación de servicio a los demás”, postuló Bachelet en su discurso. La Mandataria agregó que si bien se ha avanzado, “los hechos que hemos conocido nos indican que la tarea aún no está completa y debemos culminar este esfuerzo. Hechos como los que hemos visto en las últimas semanas nos duelen y no podemos dejar que se repitan”. No obstante, agregó, “de estos hechos repudiables, emergen oportunidades para los países”.
-RECUPERANDO LA INICIATIVA: La Moneda ha apuntado a salir hacia adelante en la crisis, debido a que desde el estallido del caso, hace poco más de un mes, la agenda ha estado dominada por esta cuestión y el Gobierno ha visto debilitada su iniciativa. Los hechos, además, han permitido a la derecha lanzar una fuerte ofensiva contra el Ejecutivo y en particular hacia la Jefa de Estado. En los últimos días incluso el vendaval de sospechas que se instaló en la Concertación ha hecho que surjan voces y análisis que refieren a su posible extinción antes del término del mandato bacheletista.
En paralelo la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó al Gobierno mejorar el acceso a la información sobre actos administrativos del Estado y aparecieron las duras opiniones del presidente de Transparencia Internacional, Davor Harasic, experto llamado por Bachelet, al entregar el Índice Mundial de Percepción de la Corrupción, donde Chile ocupa el lugar 20 en probidad. Harasic señaló que el ranking “refleja un importante retroceso, lo cual es preocupante y debe entenderse como un llamado de alerta, tanto para las autoridades y organismos públicos como para el sector privado y la ciudadanía en general”.
-APELACIÓN A CIUDADANOS: el delicado cuadro que se ha configurado llevó a Bachelet hace más de dos semanas a convertir la crisis en oportunidad. Aunque la derecha no acompañó la proposición –para no aparecer suscribiendo un pacto como en 2003-, Bachelet ha logrado en principio encuadrar a la Concertación y a todos los entes del Estado. Sólo la Alianza se ha restado.
“La luz, la transparencia, es uno de los mejores antídotos que una sociedad puede darse contra la corrupción, pocas sanciones son más severas que el juicio de una comunidad que no tolera actos irregulares. La transparencia inhibe lo incorrecto y estimula los mejores desempeños. Ésta es la potencia de someter la administración al escrutinio social de una sociedad vigilante”, afirmó ayer Bachelet. Agregó que “un régimen de transparencia es un régimen progresista, que entrega información a los ciudadanos, los empodera, los transforma a todos en cierto modo en custodios de la fe pública”.
-CONTROLAR A LOS POLÍTICOS: si bien hubo medidas que se esperaban y otras se conocían, las más severas son precisamente las que apuntan a mejorar la calidad de la política. “Quiero reivindicar aquí la labor política, no dejemos que algunos actos mancillen a una actividad noble, una herramienta de cambio que sirve y protege esencialmente a los ciudadanos”, aseguró la Jefa de Estado.
En este contexto, gran impresión causó el anuncio de que se castigará incluso con la pérdida del cargo a los representantes que violen las reglas de probidad, situación que había sido planteada la semana pasada por la presidenta de la DC, Soledad Alvear, a propósito del senador Guido Girardi causando tal escozor en el PPD que la senadora debió luego desdramatizar. Asimismo, se establece que los candidatos tendrán “responsabilidades patrimoniales y políticas” por hechos irregulares cometidos por sus administradores electorales. Esto impedirá deslindar obligaciones.
Otra norma clave será el fin de la posibilidad de que las personas jurídicas aporten a los candidatos. Esta medida fue demandada por la izquierda de la coalición y en teoría complicaría las fuentes de financiación de la derecha.
-MENOS CUOTEO: un aspecto decisivo de la batería de medidas es el virtual término de la discrecionalidad de designación política de cargos en la administración, lo que está en la base de la existencia de la red de operadores partidarios y que introduce el incentivo para las prácticas clientelares. En esta línea se acelerará la concursabilidad y la profesionalización de la capa de altos cargos. No obstante, Bachelet subrayó que esto no implicará la retirada del Estado.
-SEÑALES A LA DERECHA: el Gobierno se hizo eco de múltiples cuestionamientos que en materia de intervencionismo estatal en época de campaña ha realizado la Alianza. De ahí que la Jefa de Estado planteara restringir el uso de las urgencias legislativas en época de campañas, prohibir los avisos publicitarios de políticas de Gobierno, salvo aquellos que correspondan a campañas de utilidad pública, y la realización de colectas con fines de campañas en las reparticiones públicas. Esto constituye una señal a la derecha, bloque que ha puesto dentro de su paquete de demandas precisamente tales medidas. RN además ha condicionado su apertura a cambiar el binominalismo a estas políticas de control del Ejecutivo.
Si bien casi todas las medidas requieren iniciativas legales, La Moneda confía en que se logrará una rápida aprobación gracias al respaldo de la Concertación y la Alianza, que ha dicho que no firmará un pacto en La Moneda, pero que ratificará las normas en el Congreso.
“Soy hija de servidores públicos y me siento orgullosa de eso. He trabajado con entusiasmo para el Estado de Chile por muchos años, la corrupción me indigna, pero la verdad es que la indignación no basta”, afirmó la Mandataria, al tiempo que precisó que los culpables de irregularidades deben ser sancionados.
Es que -dijo- “he visto el trabajo honesto y abnegado de muchos que hacemos del servicio público una vocación de vida, rescatemos ese Chile, el Chile honesto, probo, justo, que crece y que aspira a incluir a todos en ese crecimiento”.
“Ésta”, agregó, “es una oportunidad, tomémosla como tal y yo quiero convocar a todos, Gobierno y oposición, Ejecutivo y Legislativo, a trabajar en esta agenda. Chile nos exige este esfuerzo”.
-UN SÍMBOLO: ayer la Presidenta Michelle Bachelet promulgó -además- la Convención de Naciones Unidas contra la corrupción, que fue aprobada en junio por el Parlamento y ratificada en la Asamblea General de la ONU. “Los chilenos no tenemos nada que ocultar. Como Presidenta he tenido el privilegio de viajar con la frente en alto, orgullosa de mi país, junto a parlamentarios de Gobierno y de oposición, representando a una nación que hace de la transparencia y la probidad principios esenciales de su vida democrática”, aseguró. LN
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DEFENSA DEL ESTADO
Acogiendo una percepción de izquierda en la coalición de Gobierno, que se ha manifestado inquieta por este riesgo, la Presidenta defendió la tesis de que la despolitización del aparato público no significa retirar el Estado y someter la institucionalidad al mercado o a la esfera de lo privado.
“No soy de aquéllos que creen que reforzar el Estado significa jibarizarlo ni debilitarlo. Para reformar el Estado lo primero que hay que hacer es creer en el Estado y yo creo en el Estado, creer en su capacidad de producir cambios, de mejorar la vida de los ciudadanos, de fortalecer la libertad de nuestra gente, confiar en su compromiso de brindar servicios públicos de calidad a las personas”, indicó.
Planteó luego que “reformaremos el Estado porque el mundo moderno así también nos lo exige, los países que crecen, se desarrollan, que compiten con éxito en los mercados mundiales, sin excepción, cuentan con estructuras modernas y vigorosas, eficientes y dinámicas, que les permitan acompañar al sector privado y construir juntos de la mano una mayor prosperidad para su gente”.
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