Libro Libre Chile
Habla la madre de las liberaciones de libros en Chile
Viernes 22 de Septiembre de 2006 11:37
Sebastián Cerda, El Mercurio Online
SANTIAGO.- El mensaje que invitaba a dejar ayer un libro en un lugar público para que otro transeúnte lo recoja y lo lea, que apareció en miles de casillas de correo electrónico en las últimas semanas, no es algo nuevo.
Las "liberaciones" de libros se vienen practicando desde hace algunos años, y a nuestro país llegaron oficialmente en 2004, con una gran liberación hecha en diciembre por quienes luego formarían "Libro Libre Chile".
A la cabeza de esta agrupación se encuentra Raquel Azócar, una periodista que se maravilló con la idea cuando a sus manos llegó un libro con la etiqueta de "Bookcrossing", organización norteamericana que gestó la iniciativa.
"Cuando conocí la idea me trastorné, y chilenizamos el tema. "Letras Voladoras" también se inspiró en ellos (Bookcrossing)", dice respecto de la agrupación mexicana que suele llevarse el crédito.
¿Y este llamado por Internet tiene algo que ver con ustedes?
No, el llamado de ahora no fue nuestro, pero vale igual. Yo estoy muy feliz de que más personas se sumen a esto y de que se liberen más libros. No me interesa quién se lleve el crédito, yo estoy feliz de que se liberen libros. Nuestra filosofía es que el libro llegue a más gente, ojalá a los más necesitados.
Cualquier día
En la dinámica de "Libro Libre" no hay un día particular en que se llame a liberar libros de forma masiva. Para ellos, todos los días sirven y, aunque tienen el propio, también sirve cualquier mecanismo.
"Cualquier sistema es válido para que los libros no guarden polvo.
Nosotros usamos una etiqueta que está en todas las bibliotecas o que puedes imprimir desde el sitio web. Incluso hay quienes la copian a mano. Este sistema permite seguir los libros, porque se ingresa un código en nuestro sitio. La idea al final es que esto funcione como Bookcrossing, que te avisan que, por ejemplo, hace diez minutos se liberó un libro en determinado punto", explica Raquel Azócar.
Pero como lo importante es la filosofía detrás y la promoción de la lectura, también basta con escribir en la primera hoja del libro que el que está en sus manos es un libro libre, y que luego de leerlo debe dejarse nuevamente en libertad.
Ésas son todas las normas para ser un liberador, además de otras no escritas: "si recoges un libro libre debes tenerlo por un tiempo prudente y luego liberarlo. Nosotros apelamos a la solidaridad lectora. Puedes liberar el libro o revista que tú quieras, sólo se entiende que deben imperar las buenas costumbres", dice Azócar, quien asegura que en su biblioteca personal, prácticamente ya no queda nada.
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