Manifestaciones Callejeras. Que significan y a donde van ?

Por RicardoSalcedoMettroz

No es fácil tratar de entender los acontecimientos violentos que han ocurrido en estos primeros días de septiembre, sino se ve la perspectiva total de la sociedad chilena.-

Estos hechos lumpescos no solo se ven en las manifestaciones políticas de organizaciones sociales o partidos relacionados con la izquierda extraparlamentaria, sino que la mayor cobertura y casi cotidianidad esta en los estadios de fútbol, con las barras bravas, que partieron con la gente de la U o Colo-Colo y se ha extendido a casi todos las hinchadas.

Las manifestaciones violentas de la noche del 11 de septiembre, se realizaron en comunas populares ya casi tradicionales, la Pintana, Peñalolen, Maipú, Estación Central, Conchalí, Recoleta y alguna otra.

Por qué esto NO ocurre nunca en las comunas “cuicas” del Gran Santiago ? es decir el llamado Barrio Alto.

Será que los organizadores necesitan de las poblaciones populares para parapetarse de la acción de las fuerzas del orden?  . O se nutren de muchachos de estos barrios para cometer sus desmanes y tropelías, azuzando las frustraciones y resentimiento social, propio de gente joven marginada de los beneficios de la “modernización”.-

Por qué nadie hace una correlación entre las manifestaciones actuales y las ocurridas en plena dictadura, en particular las realizadas a principio de la década del 80, en que más de una vez, Pinochet y sus fuerzas represivas se vieron absolutamente sobrepasados por este tipo de manifestaciones, pese al despliegue militar de aquellos tiempos.-

La década del noventa fue mas tranquila a grosso modo y ello tiene respuesta, en las expectativas creadas por la Concertación y su programa de cambios y transformaciones, que sirvieron de colchón amortiguador de los desbordes sociales. La gente le creyó a la Concertación en cuanto a que venían días mejores y espero los cambios que se realizarían desde las esferas de un gobierno de centro-izquierda.

No será que la gente ya perdió la paciencia y la credulidad.- Los manifestantes actuales, no son los de hace 20 años atrás, son en algunos casos sus hijos o nietos, pero su frustración es la misma y aun mayor, porque viven el día a día desesperanzador de sus mayores y desean cambios radicales AHORA.

Buscar solo respuesta en que algunos grupos anarquistas y de extrema izquierda, se infiltran en las marchas y terminan en violentar, lo que debería ser una expresión democrática pacifica, es un  grueso error, aquí hay “combustible”, generado por las políticas neoliberales del modelo de desarrollo que FOMENTA la desigualdad en todo orden de cosas, la educación, absolutamente mercantilizada, la salud privatizada en grado extremo y la imposibilidad de ascenso social, están fraguando una explosión de masas, que pocos perciben, ya no basta con el “caramelito”, de las comisiones de estudios, se necesitan cambios profundos y que vayan inmediatamente a reestructurar de raíz este modelo económico-social.-

Son gente que le pidieron que aguantara cuando NO habían recursos y hoy día cuando el cobre produce excedentes interesantes, también le piden que aguante, pues hay que ahorrar para tiempos malos, algunos tecnócratas están convencidos que las masas son idiotas con overol y se alteran al no poder controlar, lo que ellos mismo ayudan a incrementar.-

Mas represión NO será la solución, los jóvenes necesitan oportunidades de trabajo, estudio, recreación y acceso a niveles de consumo, como se los pintan en la television y se los niegan en la realidad.-

Septiembre 2006