¡Sos grande, querida!
De pie, y con una ovación de varios minutos, fue recibida por el Congreso argentino. En las calles de un modesto pueblo cercano a Buenos Aires, la gente se apretujó para besarla o tocarla, cual si fuera reencarnación de Evita. Algo similar ocurrió en Uruguay, donde ancianos que lloraron con la caída de Allende, ahora rieron con su visita.
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Betzie Jaramillo
¡Gas para freír huevos y para ducharse. Eso garantizó el Presidente argentino, Néstor Kirchner a Michelle Bachelet en la reunión de hora y media –30 minutos más de lo previsto– que sostuvieron el miércoles pasado en la Casa Rosada. “No prometimos nada, porque no podemos. Y ella lo entiende”, dijo a “Clarín” un funcionario que estuvo presente en el despacho presidencial. De momento, 15 millones de metros cúbicos de gas al día para abastecer las necesidades domésticas y de locales comerciales. Nadie sabe qué pasará cuando comience el frío, agregó el rotativo argentino.
“Clarín” también describía los rostros “circunspectos y con visible agotamiento” de los Mandatarios al término del encuentro, pero resaltaba que las conversaciones sobre el gas tuvieron un tono “mucho más amable” que las sostenidas con Ricardo Lagos. La declaración conjunta habla de enfrentar “de la mejor manera posible” los problemas de suministro de gas a Chile. Frente a ese “pesimismo realista”, el gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, aseguró que la escasez es un problema político y no de recursos, y que su región está en condiciones de aportar lo que haga falta.
Gas aparte, el primer viaje oficial de Michelle Bachelet fue todo un éxito popular. El Congreso argentino la ovacionó de pie por varios minutos, reconociendo su condición de ser la primera Presidenta electa de Sudamérica y militante del mismo partido de Salvador Allende.
OVACIÓN POPULAR
En su discurso de media hora, Bachelet llamó a “profundizar la alianza estratégica” y a “trabajar juntos contra la pobreza y la exclusión social”. El diario estadounidense “The Miami Herald” destacó de sus palabras la crítica que hizo al Consenso de Washington -documento elaborado por economistas que propugnan estrategias conservadoras para la región-, diciendo que “las políticas de mercado no son suficientes para mejorar los niveles de vida de la población”.
Pero el cariño popular se hizo sentir horas antes en José C. Paz, una localidad definida por “Clarín” como “uno de los rincones más pobres” de la provincia de Buenos Aires. En el escenario levantado en un descampado, Bachelet y Kirchner intercambiaron elogios mientras los tres mil asistentes agitaban banderas tricolores y albicelestes, según contó “Página 12”.
La Presidenta afirmó que el vínculo entre ambos países “es más poderoso que lo que alguna vez pudo separarnos”, y destacó “la lucha de Argentina por construir un país mejor”. Kirchner recordó el 30 aniversario del golpe militar en su país: “El pueblo argentino dice presente por los que están y los que no están, por los que dieron su vida peleando por la democracia”, y definió a su huésped como “una luchadora que sufrió la cárcel” durante la dictadura de Pinochet.
Tras los discursos, ambos Mandatarios pidieron ayuda para saltar del escenario y “zambullirse entre la gente”. Los escoltas chilenos tuvieron que llevarla en andas desde el proscenio hasta tierra firme, porque la gente que la ovacionaba y lanzaba petardos bloqueaba la escalera. Un artículo de “Clarín” afirmó que “a Michelle Bachelet le apasiona salirse del protocolo casi tanto como a Néstor Kirchner”.
LA PRESIDENTA Y LOS ANTICONCEPTIVOS
Acompañados del ministro de Salud argentino, Ginés González García, y una efusiva muchedumbre recorrieron la localidad, visitaron viviendas de autoconstrucción y la carpa sanitaria. El secretario de Estado le mostró a la Presidenta los anticonceptivos que se reparten a las mujeres y, según “Clarín”, “la chilena –que confiesa 54 años– soltó un ‘yo ya no los uso’, y Cristina (la Primera Dama argentina) –de flamantes 53– no se quedó atrás: ‘Yo tampoco’, dijo”.
Pero las reuniones de Michelle Bachelet no se limitaron a las autoridades de Buenos Aires. Gobernadores de Mendoza, Catamarca, Río Negro, Neuquén, Salta, Jujuy, Formosa, Chubut, Chaco, San Juan, La Rioja y Santiago del Estero hicieron oír su voz en un encuentro con la Presidenta que acaparó portadas en la prensa regional. Entre todos debatieron diversos proyectos que afianzarían la tan mentada “integración” chileno-argentina.
Entre estas iniciativas están la recuperación del Ferrocarril Trasandino Central, unir por tren las localidades de Río Turbio y Puerto Natales y apurar las obras del paso internacional El Pehuenche en Mendoza, todas obras destinadas a crear corredores bioceánicos entre el Pacífico y el Atlántico. El diario “Tiempo Fueguino” destacó la invitación a Bachelet del senador de la región austral Mario Daniele para visitar Tierra del Fuego y consolidar los proyectos de “interconectividad integral” en la zona. Y buenos propósitos comunes para desarrollos de los recursos mineros, forestales, comerciales y turísticos a lo largo de los miles de kilómetros de frontera.
LA ABUELA ARGENTINA
Pero el entusiasmo por Bachelet ha llegado más lejos aún que lo estrictamente diplomático o comercial. El gobernador de San Juan, José Luis Gioja, y el diputado Ruperto Godoy decidieron investigar el árbol genealógico de la Presidenta para ligarla a Argentina. Por lo visto, la abuela materna de Bachelet nació en la provincia de San Juan, lo que ha hecho afirmar al gobernador que la propia Mandataria le comentó que por sus venas “corre sangre argentina” y que hasta sabe cantar el himno nacional del país vecino, como recoge “Clarín”.
Después de la maratón en Argentina, Michelle Bachelet partió rumbo a Uruguay. Sólo por cuatro horas. Lo que hizo titular al diario “La República” “El relámpago chileno Bachelet pasó ayer por Montevideo”, para abrir la crónica de su encuentro con el Presidente Tabaré Vázquez, quien alcanzó a sujetarla y evitarle un costalazo cuando la chilena tropezó con una alfombra.
El Mandatario uruguayo dijo estar “realmente agradecido” con su visita, y la Presidenta resaltó las “coincidencias políticas” con la administración del Frente Amplio, como lo recogió el diario charrúa “El País”.
También en Uruguay, Michelle Bachelet recibió los aplausos de la gente que la esperaba en el trayecto del palacio de gobierno al monumento al libertador Artigas. En más de una ocasión, el tumulto por saludarla impidió a la comitiva avanzar fluidamente. Durante el encuentro, los Mandatarios trataron temas comerciales y el proyecto de corredor bioceánico que uniría Montevideo con Valparaíso.
Al final de su primera salida al extranjero, Michelle Bachelet volvió con varios acuerdos firmados bajo el brazo y muchos proyectos, que de cumplirse empezarían a derribar fronteras. Pero, sobre todo, la Presidenta pudo comprobar la asombrosa simpatía que despierta fuera del país. Simpatía que puede ser muy, pero muy útil para sus objetivos en el interior del país.
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