Bachelet recuerda su paso por Villa Grimaldi en discurso ante Consejo de Derechos Humanos
La Mandataria selló sus actividades en Suiza con una intervención ante el organismo de la ONU, que se reunió de manera especial en su honor.
Un emotivo discurso en el que recordó su paso por el ex centro de detención de Villa Grimaldi durante el gobierno militar hizo la Presidenta Michelle Bachelet al intervenir ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU, en su última actividad en Suiza.
La Mandataria recordó que su padre, el general (R) de la Fach Alberto Bachelet, falleció tras ser víctima de torturas durante el régimen de Augusto Pinochet.
"Cuando llegué por primera vez a Villa Grimaldi hace 32 años tenía la vista vendada, cuando visité el parque de La Paz el año pasado llegué con la frente en alto y la vista puesta en los ojos y en los corazones de quienes me acompañaban", afirmó la jefa de Estado al recordar la inauguración de las nuevas instalaciones en el lugar donde se emplazó el centro de tortura.
"Qué capricho de la historia, qué enseñanza que nos deja. Quienes pretendieron hundirnos no lo lograron, porque nada, ni la más brutal de las fuerzas, puede contra la dignidad humana", agregó Bachelet ante miradas emotivas de los miembros de la delegación.
A su vez, llamó al organismo de Derechos Humanos a que "continúen con fuerza su trabajo, continúen con mística porque hay gente que los espera y cuenten con Chile, su pueblo y con esta Presidenta".
La Presidenta afirmó que si la comunidad internacional actuara a tiempo y con un mensaje claro frente a los potenciales responsables de violaciones de los derechos humanos, se podría evitar que esos delitos se convirtieran en masivos y sistemáticos.
En su discurso en el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU, reunido de manera especial en su honor, con el que concluyó una visita de cuatro días a Suiza y su gira europea, la mandataria defendió los mecanismos especiales con los que cuenta ese órgano.
Se trata, principalmente, de los relatores especiales y grupos de trabajo que vigilan el respeto de los derechos humanos en áreas puntuales: derecho a la alimentación, la salud o la prohibición de la tortura o alertan cuando su violación es inminente.
A pocos días de que los 47 países que integran el CDH decidan sobre el papel reforzado o debilitado que en adelante tendrán esos mecanismos, Bachelet destacó que los relatores, expertos independientes y ONG "constituyen una valiosa fuente de información" para que la comunidad internacional adopte acciones preventivas.
Asimismo, opinó que serán fundamentales cuando se ponga en marcha la evaluación periódica e individual de la situación de los derechos humanos en todos los países miembros de Naciones Unidas.
Bachelet elogió ese mecanismo, "que permitirá examinar el récord de derechos humanos de todos, sin discriminación o reclamos de selectividad", al tiempo que subrayó que "es responsabilidad de todos los Estados otorgar la máxima colaboración al CDH" para el cumplimiento de sus objetivos.
Dieron la bienvenida a la Presidenta en la reunión del CDH su presidente, el embajador de México, Luis Alfonso de Alba; la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, y el director general de la sede europea de la ONU, Sergei Orzhonikidze.
Arbour dijo que la experiencia personal de Bachelet "es un testimonio de que el respeto de los derechos humanos requiere principios firmes, coraje y determinación", en tanto que de Alba destacó su "larga trayectoria como impulsora de los derechos humanos" y su "incansable deseo de ayudar a quienes lo necesitan".
Tras una reunión con la alta comisionada de la ONU se oficializó un acuerdo para establecer en Santiago una sede de este organismo para toda Latinoamérica.
VISITA A OIT
Antes, la Presidenta intervino como invitada de honor en la conferencia anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), donde planteó que la protección social es una herramienta esencial para responder al "desafío del trabajo decente en un mundo cada vez más incierto".
Al dirigirse a delegados de gobiernos, empleadores y trabajadores de todo el mundo, aseguró que la construcción de ese sistema será "el sello de su gobierno" y lo que "nos distinguirá en los libros de historia".
Al analizar la situación de América Latina, la gobernante señaló que esa región "dista mucho del ideal de trabajo decente" que promueve la OIT.
Ello es así porque, aunque la tasa de ocupación y los salarios han aumentado a un ritmo mayor que en las dos décadas anteriores, la pobreza, el empleo informal y la falta de acceso a la seguridad social son problemas que afectan a la mayoría de latinoamericanos, explicó.
Con estas actividades, Bachelet concluyó una visita de cuatro días a Suiza, que en las dos primeras jornadas tuvo carácter de Estado y que se completó con actividades diversas vinculadas con la ONU, instituciones científicas y académicas y la FIFA.
En un encuentro privado, la Presidenta se reunió también en Ginebra con unos 200 chilenos residentes en Suiza, quienes le presentaron sus reivindicaciones, entre las que se encontraba la elaboración de una nueva Constitución que reemplace a la actual, heredada de la época de Pinochet.
El presidente del Comité Chile-Cultura del cantón de Lausanne, Ramón Vergara, declaró a la agencia de noticias Ats que esa reunión permitió que él y sus compatriotas descubriesen "una personalidad calurosa, combativa, que quiere que Chile avance hacia una mayor justicia social".
EFE
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