A 30 años del golpe, Kirchner apuntó a los represores y a la complicidad de civiles
En el acto en el Colegio Militar, el Presidente recordó a quienes “abrían la puerta de los cuarteles”. Recordó el papel clave de Martínez de Hoz durante la dictadura y afirmó: “Lamentablemente, los principales dueños de este modelo no han sufrido castigo alguno”. Antes, descubrió una placa que reza:
El presidente Néstor Kirchner encabeza en estos momentos el acto oficial a 30 años del inicio de la última dictadura. Con gesto adusto y acompañado por la primera dama, Cristina Fernández, el mandatario descubrió una placa en el Colegio Militar de El Palomar. Y luego habló de “la más cruenta experiencia antidemocrática de la historia argentina”, por la que responsabilizó a un “conglomerado cultural, social y político del cual las Fuerzas Armadas fueron brazo instrumental y protagónico”.
"Nunca más al golpe y al terrorismo de Estado", reza la pieza de bronce instalada en el Patio de Honor. Fue descubierta después de la entonación del Himno Nacional. Luego, se realizó un minuto de silencio con asistencia oficial perfecta: están la ministra de Defensa, Nilda Garré, el Gabinete en pleno, los jefes de las tres fuerzas y todos los gobernadores.
El discurso de Kirchner incluyó una mención hacia los cadetes del Colegio Militar que fueron secuestrados y “luchaban por la libertad y la democracia”. Y abrió el espectro de las críticas más allá de las FF.AA.
“Aquel golpe no se redujo a un fenómeno protagonizado por las Fuerzas Armadas”, planteó. Y agregó que “sectores de la sociedad, la prensa, la iglesia y la clase política tuvieron su parte cada vez que se subvertía el orden” en la historia argentina.
El primer aplauso llegó cuando Kirchner frenó la marcha de su discurso y, en esa línea, aseguró que “no todos han reconocido su responsabilidad en los hechos”. El siguiente llegó cuando recordó la herencia económica de la dictadura y mencionó su repudio al ex ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz.
Pero los aplausos más fuertes llegaron cuando habló de la resistencia a los represores y afirmó que la mayor parte había aparecido de la mano de “mujeres”. Con la presencia de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en el Colegio Militar, la ovación se hizo sentir.
También hubo espacio para que el Presidente destaque los “logros” de su gestión. Así, planteó que el Gobierno apuntaló la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Y dejó espacio para lo que falta, al asegurar que “no puede haber reconciliación si hay algún resquicio de impunidad”.
El presidente Néstor Kirchner encabeza en estos momentos el acto oficial a 30 años del inicio de la última dictadura. Con gesto adusto y acompañado por la primera dama, Cristina Fernández, el mandatario descubrió una placa en el Colegio Militar de El Palomar. Y luego habló de “la más cruenta experiencia antidemocrática de la historia argentina”, por la que responsabilizó a un “conglomerado cultural, social y político del cual las Fuerzas Armadas fueron brazo instrumental y protagónico”.
"Nunca más al golpe y al terrorismo de Estado", reza la pieza de bronce instalada en el Patio de Honor. Fue descubierta después de la entonación del Himno Nacional. Luego, se realizó un minuto de silencio con asistencia oficial perfecta: están la ministra de Defensa, Nilda Garré, el Gabinete en pleno, los jefes de las tres fuerzas y todos los gobernadores.
El discurso de Kirchner incluyó una mención hacia los cadetes del Colegio Militar que fueron secuestrados y “luchaban por la libertad y la democracia”. Y abrió el espectro de las críticas más allá de las FF.AA.
“Aquel golpe no se redujo a un fenómeno protagonizado por las Fuerzas Armadas”, planteó. Y agregó que “sectores de la sociedad, la prensa, la iglesia y la clase política tuvieron su parte cada vez que se subvertía el orden” en la historia argentina.
El primer aplauso llegó cuando Kirchner frenó la marcha de su discurso y, en esa línea, aseguró que “no todos han reconocido su responsabilidad en los hechos”. El siguiente llegó cuando recordó la herencia económica de la dictadura y mencionó su repudio al ex ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz.
Pero los aplausos más fuertes llegaron cuando habló de la resistencia a los represores y afirmó que la mayor parte había aparecido de la mano de “mujeres”. Con la presencia de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en el Colegio Militar, la ovación se hizo sentir.
También hubo espacio para que el Presidente destaque los “logros” de su gestión. Así, planteó que el Gobierno apuntaló la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Y dejó espacio para lo que falta, al asegurar que “no puede haber reconciliación si hay algún resquicio de impunidad”.
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