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El turbulento despegue del subsecretario de Bachelet

El turbulento despegue del subsecretario de Bachelet

La UDI llamará a consulta a la ministra de Defensa para que explique el nombramiento en Aviación de Raúl Vergara, dolida porque apoyó a un inculpado del asesinato de Guzmán. Pero la mandataria no cederá. Después de todo, representa en su gabinete a las víctimas de Pinochet.

Foto: El designado subsecretario Raúl Vergara Meneses en una antigua foto de archivo.
 

www.lanacion.cl   Por María Paz Moya/ Ivonne Toro
 

“Está entre mis atribuciones nombrar a los subsecretarios”, sentenció ayer la Presidenta Electa Michelle Bachelet como única respuesta a la polémica desatada por la designación del Capitán (R) Raúl Vergara en la subsecretaría de Aviación, pese a que éste firmó una petición para que Argentina le diera asilo político al ex frentista Galvarino Apablaza.
En un país tan presidencialista como Chile, rara vez se cuestionan las designaciones de los cargos de exclusiva confianza del jefe de Estado. De allí que la crudeza con que la UDI y RN han impugnado este nombramiento –que también acarreó demanda de explicaciones por parte de la DC- generó en las últimas horas múltiples lecturas, alimentadas algunas por los propios partidos.
Luego de la breve declaración que la mandataria electa formuló al término de la reunión tuvo en La Moneda con el Presidente Ricardo Lagos, vinieron las explicaciones del propio Vergara, quien afirmó que tuvo un “gesto solidario” con Apablaza, que actualmente está radicado en Argentina y a quien la justicia chilena ha intentado extraditar por la muerte de Guzmán. Incluso, dijo que desconocía que el crimen imputado al frentista ocurrió en democracia.
Algo inaceptable para la UDI, que ayer indicó que el gremialismo pretende citar a la Comisión de Defensa a la ministra Viviane Blanlot en cuanto ésta asuma la cartera. Utilizarán así por primera vez las nuevas facultades fiscalizadoras que la remozada Constitución le otorga a la Cámara Baja, las que con sólo un tercio de los diputados les permiten interpelar a los secretarios de Estado.
Y aunque están concientes que la respuesta que les puede dar Blanlot será muy similar a la que les dio Bachelet, emplearán la potestad para expresar el disgusto que le provoca a la UDI el apoyo de Vergara a Apablaza, quien está procesado por el asesinato del senador e ideólogo de la UDI Jaime Guzmán, perpetrado en 1991.
Dirigentes de este partido comentan que el ambiente con que asumirá la ex secretaria de Estado no será el mejor a causa de este nombramiento. Ello, advierten, extremará la dureza con que tratarán al gobierno.
 

Las otras señales
 

Señas de que el episodio es una muestra de las relaciones que tendrá Bachelet con el Congreso las dio también ayer el diputado Jorge Burgos. El legislador demócrata cristiano no llegó al punto de pedir la dimisión de Vergara, pero si fue categórico en exigir explicaciones.
En ese contexto, vuelve a colación la pauta que sentó el Presidente Ricardo Lagos cuando los severos juicios que Ignacio Walker formuló antes de su nombramiento como canciller en contra del Presidente de Argentina Nestor Kirchner y del Peronismo amenazaron con boicotear su designación.
Disculpas privadas, paciencia, emisarios de buena voluntad y el apoyo cerrado del mandatario marcaron la recuperación del traspié, que incluso postergó una visita oficial del jefe de Estado trasandino.
Y de Bachelet, en realidad, ni la UDI espera una conducta diferente. Después de todo, Vergara compartió celda con el padre de la Presidenta, Alberto Bachelet, quien murió a causa de las torturas que le aplicaron sus compañeros de armas que apoyaron el golpe militar de Augusto Pinochet.
Es más, el Ingeniero comercial de la Universidad de Chile y asesor del Proyecto Fuerzas Armadas y Derechos Humanos del Instituto Interamericano de Derechos Humanos también sufrió apremios ilegítimos y fue sometido a un Consejo de Guerra.
Su figura contribuye así a cerrar uno de los dolorosos círculos que hasta ahora las más de tres décadas trascurridas desde la violenta interrupción de la democracia no habían logrado superar: Los victimarios están procesados, Pinochet morirá con el estigma de haberse enriquecido ilícitamente y no haber asumido sus culpas en las violaciones a los derechos humanos, las víctimas han sido reconocidas y reparadas por el Estado, y hoy, de la mano de Bachelet y Vergara, el amigo de sus padres, vuelven con dignidad y legitimidad al poder.
No es casualidad que Raúl Vergara Meneses sea el primer ex uniformado en asumir un cargo en el Ejecutivo desde el retorno a la democracia en 1990.
Tampoco que la Fuerza Aérea haya decidido mantenerse al margen de la polémica, y su comandante en jefe Osvaldo Sarabia haya manifestado que su institución va a trabajar con “ahínco y profesionalismo” con el nuevo subsecretario.
“La Fuerza Aérea va a trabajar con el nuevo subsecretario nombrado por la futura Presidenta con el mismo profesionalismo con que hemos trabajado con todos los subsecretarios, porque nosotros tenemos que cumplir misiones y tareas y la mejor manera de hacerlo es trabajando de la mejor forma con las autoridades que van a estar en el país en el futuro gobierno”, sostuvo el general.
 

Factor Schäffer
 

Pero la UDI tuvo una réplica aún más severa de parte del senador socialista Jaime Naranjo, quien afirmó que el gremialismo “no tiene autoridad moral” para cuestionar el nombramiento de Vergara, pues “en tiempos recientes” sus dirigentes “suscribieron cartas de apoyo a Paul Schäffer y a la ex Colonia Dignidad”.
“No es posible obviar –agregó- que el régimen de Pinochet se apoyó en dos brazos: uno represivo, que tuvo como expresión la DINA y la CNI, y uno político-ideológico, que encabezo el denominado gremialismo, y que posteriormente se transformó en la UDI”. “Los actuales dirigentes de la UDI dieron sustento ideológico a las políticas represivas de Pinochet que tanto dolor y muerte causaron a los chilenos”, enfatizó.
Y en un guiño al conflicto que la UDI vive de cara a la próxima renovación directiva, el parlamentario PS agregó que “de aceptarse el criterio que hoy la UDI pretende aplicar en contra del capitán ( R) Vergara, un número importante de personeros de dicho partido se encontrarían inhabilitados para ejercer diversos cargos de representación, ya que cuando cumplieron funciones en el régimen militar firmaron diversos documentos que permitieron la detención, tortura y muerte de cientos de chilenos, hecho que es indudablemente mucho más grave”.
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Máxima sensibilidad


Es más, el diputado Rodrigo Álvarez sostuvo que espera que “no asuma su cargo, una vez que se produzca el cambio de mando”, pues “ha cuestionado directamente el Estado de derecho en Chile durante los gobiernos de la Concertación, y ha dicho que es algo superficial, que el estaba en otro país, que le pidieron esta ayuda ¿ese es el tipo que quiere tener un rama tan importante como la defensa nacional?”.
Acotó que “este es un tema de máxima sensibilidad” para la UDI: “Se trata del asesinato de nuestro líder, de nuestro amigo, y del único senador asesinado en la historia de nuestro país”, afirmó.
El diputado Julio Dittborn, que presidía la tienda cuando ocurrió el crimen, agregó que Bachelet está ofendiendo al partido más grande del país. Nos sentimos, dijo, “tremendamente atropellados”.
En RN, en tanto, el secretario general de la colectividad, Cristián Monckeberg aseguró que a su conglomerado le parece “ridícula la explicación que da el futuro subsecretario respecto a que no sabía lo que estaba firmando y lo que estaba avalando. Cualquier persona con dos dedos de frente no entiende esta explicación y los chilenos no somos ingenuos ni somos tontos”.
Para su colectividad, agregó, la actitud del capitán de Bandada (R) no es aceptable, por lo que éste debería desistir de ocupar el cargo ofrecido por Bachelet: “Si yo fuera el señor Vergara, habría puesto inmediatamente el cargo a disposición de la futura Presidenta para que ella decidiera en definitiva los pasos a seguir”.
 
 

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