Blogia
Centros Chilenos en el Exterior

Querella por torturas en el buque-escuela “Esmeralda”

Querella por torturas en el buque-escuela “Esmeralda” Herida abierta en el mar

Luego de 32 años, un grupo de detenidos en el buque-escuela interpuso una querella por torturas. No quieren sólo actos de desagravio, sino justicia, afirman. Bachelet dice que están en su derecho y la Armada quisiera que las heridas se cerraran ya.
 

Nación Domingo www.lanacion.cl Por Javier Rebolledo

En los días posteriores al golpe, uno a uno comenzaron a llegar los detenidos hasta el barco. Algunos ingresaron en la noche y observaron incrédulos los mástiles de la réplica que más orgullo ha hecho sentir a los chilenos. Otros lo hicieron en pleno día y no les cupo dudas: era el buque-escuela “Esmeralda”.

A bordo los esperaba un comité de marinos con los rostros tiznados, inevitablemente furiosos. La bienvenida era una pateadura sobre la cubierta y luego a las habitaciones de los cadetes a imaginarse qué les pasaría después. Comenzaba a funcionar un improvisado centro de detención y torturas flotante.
“Cuando llegaba un nuevo detenido, los marinos gritaban ‘guarda abajo’ y tiraban a la gente por las escaleras verticales del buque. Quedaban muy mal, todos golpeados en esa entrada a la habitación”, señala María Eliana Comené, una de las detenidas, quien interpuso el jueves una querella junto a María Huerta y su hermana Rosa, Claudina Moreno, María Isabel Vásquez, y el entonces regidor de Valparaíso y actual concejal Alberto Newmann, todos integrantes de la Agrupación de ex Prisioneros y Torturados en la “Esmeralda”.
El libelo, patrocinado por los abogados de Codepu, Hiram Villagra y Carlos Cáceres, es por aplicación de tormentos, secuestro y asociación ilícita genocida y está dirigido en contra de Augusto Pinochet Ugarte y los oficiales Eduardo Barizon, Fuhan Germany, Fernando Espinoza y Carlos Saenger, Adolfo Carrasco, Jaime Román y Guillermo Morera (infante de Marina).
El buque-escuela trae historia. La intención de la Armada hasta ahora ha sido realizar “un acto de desagravio” con los torturados, sin llegar aún a reunir los criterios de todos. El director de Relaciones Públicas de la institución, comandante Fernando Mingram, reafirmó la actitud de la institución en este sentido. Además, señaló a LND que no se pronunciarán sobre procesos judiciales debido a que no les corresponde.
Este año, algunos militantes del Partido Socialista que pasaron por la “Esmeralda” estuvieron a punto de presentar una querella, pero según dijo el abogado Roberto Ávila a la Radio Universidad de Chile, la acción quedó congelada debido a una decisión partidaria influida por el Gobierno. Tanto La Moneda como la dirección socialista desmintieron a Ávila, sin embargo.
La candidata presidencial de la Concertación, Michelle Bachelet, marcó una diferencia. Dijo a LND que “los chilenos y las chilenas son libres de ejercer las acciones judiciales que les parezcan apropiadas”; por eso, “no me parece que ninguna presentación de querella por parte de personas que fueron víctimas de una violación de derechos humanos pueda ser objetable”.
Bachelet recordó que durante su desempeño como ministra de Defensa dirigió un proceso en que “las Fuerzas Armadas han dado pasos que hace una década podrían haber resultado impensables para muchos”. El proceso de reencuentro de los chilenos, agregó, avanza “sin renunciar a la verdad y a la justicia, y sin excluir a nadie”.
Parte del descontento de los torturados en la “Esmeralda” se basa en las señales que ha dado la institución. Por ejemplo, el ex comandante en jefe Miguel Ángel Vergara, en su momento señaló a la prensa que luego de 30 años recién tomaba conciencia de la magnitud de los hechos y que en ese momento “hubo gente que se excedió”. Poco para lo que esperan las víctimas.
Según los querellantes de la Agrupación de ex Prisioneros y Torturados en la “Esmeralda”, el problema es que, a diferencia de lo que hizo el general Emilio Cheyre en el Ejército, la Armada nunca ha reconocido su responsabilidad a nivel institucional. “No queremos acto de desagravio, queremos que se haga justicia en tribunales”, señala María Eliana Comené.
¿Por qué ahora? Ellos explican que el miedo, no querer recordar y la angustia son algunos de los motivos que los mantuvieron durante tanto tiempo en silencio.
Claudina Moreno estuvo a punto de no asistir a la entrevista con LND, y cuando comenzó a hablar, su voz tremó. Los marinos llegaron a su casa el 12 de septiembre de 1973. Claudina recuerda que la familia intentó abrazarse, pero a punta de patadas y golpes de puño fueron separados mientras otro grupo se encargaba de destrozar todo a su paso. “A mi padre lo sacaron a la calle y lo siguieron golpeando. Luego, nos subieron a un camión junto a mi hermana. Mi papá estaba tirado en el piso, sangraba mucho”, recuerda. Después, los separaron. Las dos hermanas siguieron el trayecto hasta el molo de Valparaíso donde atracaba la “Esmeralda”.

INFIERNO EN EL MAR

Luis Vega murió en Israel en 2001, pero declaró ante Amnistía Internacional lo que vivió al interior del buque-escuela. Fuera del cuarto donde permanecería detenido había un letrero sarcástico: “Reservado a los socios: entrada prohibida”. Al ingresar, lo tiraron al piso y le quitaron la ropa. Luego, lo golpearon, le amarraron las muñecas y le entrabaron los dedos. Totalmente desnudo, le lanzaron un chorro de agua marina con una manguera de alta presión. Al día siguiente fue llevado por una escolta de marinos hasta el castillo de popa. A diferencia del resto del tiempo, que había sido golpeado por diversos marinos sin que le pidieran información, esta vez lo esperaba sólo una persona.
“Apenas llegué me golpeó en los riñones y me dio patadas de karate en las piernas y el estómago. Me aplastó los pies y me infligió ‘el teléfono’ ”, señala en su declaración. Luis había sido amarrado a un pilar de hierro y ahí el interrogador comenzó a aplicarle golpes eléctricos en las tapaduras de sus dientes al tiempo que le preguntaba por distintos líderes de la Unidad Popular.
Vega era el abogado de la Intendencia y en la “Esmeralda” se encontraban juntos todos los llamados “jerarcas” del Gobierno de Allende. Entre ellos, el actual querellante y regidor por Valparaíso, Alberto Neumann, el ex alcalde Sergio Vuskovich, el regidor Maximiliano Martholtz y otras autoridades del Gobierno recién depuesto.
El abogado de derechos humanos Eduardo Contreras tiene un poder otorgado por las hijas de Vega para iniciar acciones legales. En los próximos días, este testimonio será incluido en la querella de la “Esmeralda” y es posible que el nombre de Vega se agregue dentro de la acusación.

EL CALABOZO

María Huerta recuerda que los hombres fueron quienes recibieron el castigo más brutal, sobre todo debido a que eran dirigentes conocidos. “Muchos llegaban vomitando sangre”, recuerda María, quien pasaba las horas en una misma habitación junto a todos los detenidos, sin diferenciación de sexo.
La luz eléctrica nunca se apagaba. Por este motivo, los querellantes no coinciden exactamente en cuánto tiempo pasaron adentro. Sumando y restando señalan que por lo menos fue una semana. Además de esto, unos altavoces con la potencia al máximo se encargaban de mantenerlos alerta y que no pudieran dormir. “Ponían la canción ‘Libre’, de Nino Bravo, para burlarse”, cuenta María. A un costado de la habitación había unos casilleros abiertos que cada cierto tiempo eran golpeados por los marinos para que nadie conciliara el sueño.
Los cambios de guardia eran la única forma de poder contar el tiempo. “Calculábamos que estaban con nosotros como ocho horas. Cuando llegaban los del relevo, todo comenzaba de nuevo. Verdaderos alaridos sin palabras de por medio. Caminaban por encima de los cuerpos de los hombres que estaban en el suelo, todos heridos. Y cuando se querían burlar más nos hacían cantar”, recuerda.
Las mujeres observaban el castigo a los hombres a centímetros de distancia. “Los gritos de dolor eran ensordecedores”, señala Claudina Moreno. Tampoco les permitían comunicarse. María Eliana Comené recuerda que a su manera intentaba alejarse del infierno: “Desde mi camarote contaba los remaches metálicos ubicados en el techo del buque. Era mi forma de salir de ese lugar”, señala.
Pero los vejámenes contra las mujeres también estaban a la orden del día. María Eliana explica que en una ocasión fue cercada por un grupo de marinos que no llevaban ningún tipo de distintivo. Uno de ellos se acercó y le introdujo los dedos al interior de la vagina y del ano. “Mentían diciendo que era para comprobar si yo tenía un arma guardada”.
Producto de las torturas que recibió en el interior del velero, el sacerdote chileno-británico Miguel Woodward murió el 22 de septiembre de 1973. Sus órganos se encontraban completamente destrozados. Según el Informe Rettig, el sacerdote expiró en la vía pública de un paro cardiorrespiratorio mientras era trasladado al Hospital Naval y su deceso se debió “a la acción de los agentes del Estado”. Es el único caso acreditado de muerte en la “Esmeralda”; sin embargo, pueden ser muchos más. Según los informes de la OEA y Amnistía Internacional, 110 personas pasaron por sus calabozos.

EMBLEMA NACIONAL

La situación de la “Esmeralda” es complicada. Cerca de 80 organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos en América Latina y Europa, entre las que se encuentran Amnistía Internacional y la Comisión Ética Contra la Tortura, han mancomunado esfuerzos porque la otrora “dama blanca” no pase desapercibida. Las “funas” en contra del buque-escuela en todos los puertos del mudo son conocidas y en varias ocasiones sus tripulantes ni siquiera han podido descender. Incluso se han invocado razones de Estado para cancelar los itinerarios.
Uno de los organizadores de estas acciones, Germán Westphal, señala que su principal objetivo es “mantener viva la denuncia internacional respecto a la impunidad en que se mantienen los crímenes en la ‘Esmeralda’. La nave tiene un doble carácter emblemático que es en sí incompatible: por una parte, la impunidad en que permanecen los crímenes que se cometieron a bordo en 1973 y, por otra, el hecho de que año a año se la pretenda usar como embajadora de todos los chilenos”. LND

0 comentarios