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Centros Chilenos en el Exterior

Salvador Allende

Asamblea Nacional de Quebec aprueba mocion de Mme.Pauline Marois

Asamblea Nacional de Quebec aprueba mocion de Mme.Pauline Marois

MONTREAL, 16 de septiembre de 2009

El 11 de septiembre de 2009 fue conmemorado en Montreal con la inauguración de una obra de arte realizada a la memoria y en homenaje a nuestro querido Presidente Salvador Allende, con el apoyo de la Municipalidad de Montreal y del conjunto de la comunidad chilena de esta ciudad. Fue una jornada inolvidable, con la participación del alcalde, de otras autoridades, de Carmen Quintana y de Maya Fernández Allende, nieta de nuestro Presidente. Un extracto de la intervención de maya fue dada a conocer, ese mismo día, en el acto del Estadio Nacional, en Santiago.

Además, la Asamblea Nacional de Quebec (Parlamento provincial) rindió ayer un vibrante homenaje a Allende y al aporte importante de los chilenos a esta ciudad, a esta provincia y a este país. Acompaño el texto en francés.

Osvaldo Núñez

Montreal

Asamblea Nacional de Quebec aprueba moción de Mme. Pauline  Marois

«Que l'Assemblée nationale souligne le courage du peuple chilien dans le cadre du 100e anniversaire de naissance de M. Salvador Allende, ancien président du Chili, pour qui un monument a été inauguré à Montréal vendredi dernier »....

 

Allende encarna ejemplo universal

Allende encarna ejemplo universal

Allende “encarna ejemplo universal”

La Nación Por Equipo Política

Sentidas actividades por el 36º aniversario del golpe de Estado de 1973. Socialistas, comunistas, trabajadores y familiares de víctimas de la dictadura rindieron homenaje al Mandatario mártir.

Foto: En distintos recintos del Palacio de La Moneda, la Presidenta Michelle Bachelet, junto a las hijas y familiares de Salvador Allende, hizo el último acto de recordación de la asonada militar de 1973, siendo Jefa de Estado. El énfasis estuvo puesto en los principios del Mandatario mártir. Foto: Presidencia

Sábado 12 de septiembre de 2009

A 36 años del golpe de Estado en contra del gobierno constitucional de Salvador Allende, la Presidenta Michelle Bachelet no dejó pasar la fecha última en que rendiría homenaje al Mandatario socialista y víctimas de la asonada militar, siendo Jefa de Estado.

En una ceremonia ecuménica efectuada en la sede de gobierno, Bachelet destacó “el ejemplo universal que encarna el Presidente Allende y el símbolo mundial en que se ha transformado La Moneda, ejemplo de consecuencia, símbolo de un pueblo que no renuncia a su libertad”.

La Presidenta aseveró que “lo que aquí ocurrió no fue sólo una gesta histórica, ha sido también un ejemplo y de ese ejemplo se levantó una lucha heroica contra la dictadura”.

Reconociendo a quienes el 11 de septiembre de 1973 defendieron al gobierno democrático en La Moneda, dijo que se trató de “gente valerosa, gente esforzada, gente que sufrió mucho”.

Indicó que son “mártires de la democracia, que la historia les guardará un espacio muy especial, porque es el espacio de la consecuencia, el espacio del compromiso, el espacio de la lucha incaudicable por la justicia social y por la libertad”.

En la ceremonia estuvieron presentes las hijas de Salvador Allende, Carmen Paz e Isabel, colaboradores del Presidente e integrantes del gobierno de Bachelet.

La Jefa de Estado no desconoció que los sucesos de 1973 generan controversia en el país, pero valoró los pasos de reconciliación, e indicó que “ejemplos como el de Allende colaboran a este reencuentro porque la consecuencia, la moral, los valores democráticos, son hoy base de nuestra convivencia y eran los valores que defendió el Presidente hasta el último día”.

Michelle Bachelet, que encabezó por última vez la actividad por el 11 de septiembre en el Palacio de La Moneda, terminó su intervención con las mismas palabras de Allende en 1973: “¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores!”.

Durante toda la mañana del 11 hubo actos de homenaje a Salvador Allende y las víctimas del golpe de Estado.

Dirigentes del Partido Socialista, Partido Comunista, el MAS, PC-AP y juventudes políticas de izquierda se desplazaron por calle Morandé hasta el número 80 -por donde salió el cuerpo del Presidente ya muerto- y frente al monumento al dignatario, donde dejaron ofrendas florales.

También se hizo presente una delegación de la Confederación de Trabajadores del Cobre encabezada por Cristian Cuevas y miembros de la Central Unitaria de Trabajadores.

Hubo una marcha de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y, como cada año, un grupo de antiguos integrantes de la escolta del doctor Allende (Grupo de Amigos del Presidente, GAP), llegó hasta La Moneda para recordar la fecha de la asomada militar.

Hubo contingentes policiales en torno de las calles del palacio gubernamental, pero no se registraron incidentes ni detenciones.

El recuerdo de Frei

De visita en Buenos Aires, Argentina, el candidato presidencial de la Concertación, Eduardo Frei, dijo que en “Chile aún hay heridas que no se cierran”.

Dijo que a distancia quería sumarse a los homenajes a las víctimas del golpe de Estado.

“Quiero sumarme a eso haciendo así un recuerdo de los miles de chilenos que fueron torturados, que fueron exiliados, que desaparecieron y el compromiso de todos los demócratas de un nunca más”.

 

Homenaje de Arrate

Frente a la puerta de Morandé 80 de La Moneda, el aspirante presidencial de la izquierda, Jorge Arrate, indicó: “Por esta puerta muchos fueron sacados, muchos están todavía desaparecidos” y sentenció: “Las tareas en materia de derechos humanos que tenemos pendientes son muy grandes y seguimos en la brecha”.

Arrate manifestó que “tuve el privilegio de trabajar los primeros meses en el gobierno (de Allende) y de compartir los avatares de aquel tiempo”.

 

 

¡Viva Chile, vivan los trabajadores!

¡Viva Chile, vivan los trabajadores!

Bachelet: “¡Viva Chile, vivan los trabajadores!”

Presidenta usó emblemática frase de Salvador Allende en su último discurso por el “11” en La Moneda. Antes, se emocionó al recordar a Tencha.

Foto: Bachelet junto a las hijas de Allende esta mañana en La Moneda.

Viernes 11 de septiembre de 2009 | |

La Nación Política

La Presidenta Michelle Bachelet concentró en la figura del extinto mandatario Salvador Allende su homenaje a las víctimas del Golpe de Estado en La Moneda incluso citando la frase de éste al cierre de su discurso desde el Palacio bombardeado en 1973.

¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores! ”, señaló la Jefa de Estado al terminar su alocución este viernes en el marco del acto ecuménico en la Sede de Gobierno, el último que encabeza en su gestión como Presidenta.

Bachelet acudió a las emblemáticas palabras de Allende luego de destacar la construcción del Salón Blanco al que definió como “un lugar que dirá con elocuencia que la libertad y la dignidad del ciudadano nunca más se perderá en Chile”.

Ese es el ejemplo del Presidente Allende y de sus colaboradores, el ejemplo que muy especialmente nos dejara con sus últimas palabras. Esas palabras no se han vuelto a escuchar aquí en La Moneda desde 1973 y hoy queremos recordarlas”, agregó.

En el acto se pudo escuchar por primera vez en La Moneda, a 36 años del Golpe encabezado por Augusto Pinochet, el citado último discurso que incluye la frase "mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas".  

Antes, también se explayó en un emotivo recuerdo de la esposa de Allende, Hortensia Bussi, recientemente fallecida. "Nos falta una gran valiente esta mañana: nuestra querida ´Tencha”, señaló en parte de su discurso.

Falta ´Tencha` de Allende para quien pido vaya un cariñoso aplauso”, agregó, con voz quebrada, provocando el saludo de los asistentes.

Bachelet también destacó la presencia en la actividad “de los amigos más queridos del Presidente Allende", de "quienes fueron sus leales colaboradores” y de los familiares de loslos que aquí (La Moneda) cayeron y de los que aquí fueron hechos desaparecer”.

A todos los calificó como “gente valerosa, gente esforzada y gente que sufrió mucho”, y festejó que hoy puedan entrar “con la frente en alto” a la sede de Gobierno.

 

 

Allende presente en La Moneda

Allende presente en La Moneda
Viernes 11 de septiembre de 2009 | Actualizada 00:00 |
La Nación Política
 
 
Política | Una jornada incesante de homenajes al Presidente Salvador Allende se vivió este 11 de septiembre en el sector del palacio de La Moneda. Hasta Morandé 80 y el monumento en honor al líder de la UP, situado en la esquina de Morandé con Moneda, llegó la izquierda a rendir tributo al Presidente mártir. En esta galería, postales de un nuevo aniversario de una fecha trágica para el país.

Fotos: Leandro Chávez

Vea Galería de Fotos Aquí

 

Chile 1973‏

Chile 1973‏

C H I L E    1 9 7 3

UN 11 DE SEPTIEMBRE

Omar Contreras Flores

A Coruña – España.

            En una ciudad, en que las fuerzas de la naturaleza la han hecho desaparecer dos veces de la faz de la tierra.

            Un joven profesor, después de haber pasado casi toda la noche preparando sus clases y escuchando los últimos comentarios políticos, se duerme preocupado. Las noticias son alarmantes, en cualquier momento se podría dar ese golpe tan temido por él y aquellos, que con ilusión y sacrificios habían asumido la gran responsabilidad de ayudar ha hacer de aquel país largo, desgarbado y de loca geografía, un lugar solidario.

            Como de costumbre, a primera hora de la mañana se dirige a su trabajo de la Universidad, no había transporte público por la huelga y al vivir a las afueras de la ciudad, no le queda otra alternativa que hacer auto stop. Fue  recogido  por el conductor de una camioneta, cuya radio lanzaba al aire los primeros bandos militares, por los cuales, los ciudadanos dejábamos de ser ciudadanos, para pasar a ser prisioneros de los cuatro generales traidores, de los que compran las conciencias y los estómagos de aquellos que se venden.

            En su recorrido apenas se ven coches por la calle, solo algunas patrullas militares...

            Al llegar a la Universidad se encuentra con su hermano, ambos sabían en principio lo que tenían que hacer llegando este momento. Queman todo aquello que llevan encima que pueda ser comprometedor, luego se despiden con un fuerte abrazo en las afueras de la Universidad, para dirigirse cada uno a sus destinos señalados con anterioridad.

            Nuestro joven profesor se dirigió a la sede de su partido que se encontraba a pocos metros, compañeros suyos sacaban documentación y archivos para ser llevados a un lugar más seguro. Al llegar a ese lugar, el edificio estaba tomado por las fuerzas militares, personas contra la pared, otras tiradas por el suelo, algunas eran golpeadas e introducidos en vehículos policiales. Finalmente, llevan la documentación al Instituto donde nuestro profesor también imparte clases y con la complicidad de un auxiliar la queman de inmediato.

            Posteriormente se dirige al lugar de encuentro con los dirigentes de su colectividad, se reúnen unos treinta en un chalet adosado situado muy cerca del Regimiento de la ciudad.

            Los acuerdos son de abandonar la ciudad y dirigirse a la Cordillera de la Costa donde se pasaría a reforzar los contingentes campesinos que estarían dispuestos a defender a su Gobierno.

            Al salir de dicha reunión se encuentra que el toque de queda es a las catorce horas,  imposible llegar al lugar de destino ese día. Se dirige a su casa a recoger sus cosas y sale apenas oscurece a otra a pasar la noche.

            Durante las horas de la tarde,  se tiene que conformar con escuchar a las cuatro alimañas que se han adueñado del país.

            Graves son las noticias que le llegan, el presidente ha sido asesinado, su hermano ha sido detenido por la policía antes del toque de queda.

            A las luces del alba, nuestro joven profesor sale desesperadamente a sumarse a los que creen que todavía, había lugar para la resistencia.

            Al día siguiente se entera que su hermano había sido asesinado la noche del once.

            Fue un once negro, de vergüenza y asco.

 Para que la Memoria no se duerma.

Para que la Memoria no se muera.

 Entra en:    www.memoriaviva.com

A 36 años del golpe de Estado:

A 36 años del golpe de Estado:

MPT RINDE HOMENAJE AL PUEBLO CHILENO Y A SALVADOR ALLENDE EN LA MONEDA

               

 

En la puerta histórica de Morandé 80, desde donde salieron los últimos colaboradores del gobierno de la Unidad Popular el 11  de septiembre de 1973 luego de la resistencia al bombardeo al Palacio de La Moneda que inauguró una de las dictaduras más crueles de América Latina,  se apostó un conjunto de militantes del Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores a rendir honores a los caídos durante el golpe de Estado.

 

Alrededor del mediodía, frente a una multitud rodeada de la policía militarizada chilena y junto con dejar una ofrenda floral, uno de los voceros del MPT, Raúl Blanchet, señaló que “estamos aquí para honrar al pueblo que convencido de la justeza de sus anhelos, marchó tras un hombre que encarnaba el liderazgo necesario para lograr esas transformaciones: Salvador Allende, con sus aciertos y errores, pero por sobre todo, el compromiso con su pueblo.”

 

Blanchet, miembro de los Consejos Comunistas, organización federada en el MPT, indicó que “venimos a honrar a millones de hombres y mujeres que celebraron la nacionalización del cobre, a los que celebraron la nacionalización de la banca, a los campesinos que levantaron asentamientos de la Reforma Agraria. Venimos a honrar a los uniformados que se negaron a disparar contra el pueblo o a reprimirlo y pagaron un alto precio por su desobediencia o rebeldía. Venimos a honrar la lucha de los comuneros mapuche por su autonomía y territorio, y a exigir el fin de la represión en su contra.”

 

Refiriéndose al nuevo proyecto político que constituye el MPT, Raúl Blanchet, dijo que “venimos hablar de futuro. Venimos a proclamar que estamos construyendo una unidad de los pueblos y los trabajadores. Que construimos esta nueva unidad en una compleja diversidad, pero determinados a crear un nuevo espacio en que se encuentren los trabajadores que crean con su esfuerzo, toda la riqueza existente. En resumen, a luchar para terminar con el capitalismo, empleando todos los medios y fuerzas que resulten necesarios, pues consideramos que es la única forma de alcanzar la más plena justicia social, económica y política.”

 

Finalmente, Blanchet terminó su alocución llamando a participar en una marcha el mismo 11 de septiembre, a las 19:00 hrs., en Alameda con Ahumada desde donde la gente se dirigirá al Estadio Víctor Jara a realizar un breve acto de memoria por los miles de ejecutados políticos, desaparecidos y caídos en combate durante la dictadura pinochetista.

 

 

Andrés Figueroa Cornejo

Septiembre 11 de 2009

MPT - CHILE CONVOCA A LOS TRABAJADORES Y LOS PUEBLOS

Con Allende en el corazón, a levantar las demandas populares

 

Contra la explotación, el subcontrato y la cesantía; fin a las AFP; por un sistema de salud digno; educación pública gratuita, estatal  y fin a la municipalización y a la enseñanza particular subvencionada; condonación de deudas a los más pobres. Nacionalización de los recursos naturales estratégicos. Respeto al pueblo-nación mapuche. Juicio y castigo a los culpables de violaciones a los Derechos Humanos.

 

Viernes 11 septiembre. 11:30 hrs. Morandé 80. Homenaje al Presidente Allende.

 

Viernes 11 septiembre. 19 hrs. Ahumada con Alameda. Marcha al estadio Víctor Jara.

 

Viernes 11 septiembre. Protesta Nacional en todas partes y como se crea conveniente.

 

Domingo 13 septiembre. 10 horas. Plaza Los Héroes. Marcha al Cementerio General.

 

MOVIMIENTO DE LOS PUEBLOS Y LOS TRABAJADORES – MPT

 Septiembre de 2009

EL 4 DE SEPTIEMBRE GANÓ ALLENDE

EL 4 DE SEPTIEMBRE GANÓ ALLENDE

El 4 de septiembre de 1970 ganó Allende

  Discurso de triunfo de Salvador Allende desde el balcón de la FECH

Con profunda emoción les hablo desde esta improvisada tribuna por medio de estos deficientes amplificadores.

¡Qué significativa es, más que las palabras, la presencia del pueblo de Santiago, que interpretando a la inmensa mayoría de los chilenos, se congrega para festejar la victoria que alcanzamos limpiamente, el día de hoy, victoria que abre un camino nuevo para la patria, y cuyo principal actor es el pueblo de Chile aquí congregado! ¡Qué extraordinariamente significativo es que pueda yo dirigirme al pueblo de Chile y al pueblo de Santiago desde la Federación de Estudiantes! Esto posee un valor y un significado muy amplio. Nunca un candidato triunfante por la voluntad y el sacrificio del pueblo usó una tribuna que tuviera mayor trascendencia. Porque todos lo sabemos. La juventud de la patria fue vanguardia en esta gran batalla, que no fue la lucha de un hombre, sino la lucha de un pueblo; ella es la victoria de Chile, alcanzada limpiamente esta tarde.

Yo les pido a ustedes que comprendan que soy tan sólo un hombre, con todas las flaquezas y debilidades que tiene un hombre, y si pude soportar -porque cumplía una tarea- la derrota de ayer, hoy sin soberbia y sin espíritu de venganza, acepto este triunfo que nada tiene de personal, y que se lo debo a la unidad de los partidos populares, a las fuerzas sociales que han estado junto a nosotros. se lo debo al hombre anónimo y sacrificado de la patria, se lo debo a la humilde mujer de nuestra tierra. Le debo este triunfo al pueblo de Chile, que entrará conmigo a La Moneda el 4 de noviembre.

La victoria alcanzada por ustedes tiene una honda significación nacional. Desde aquí declaro, solemnemente que respetaré los derechos de todos los chilenos. Pero también declaro y quiero que lo sepan definitivamente, que al llegar a la Moneda, y siendo el pueblo gobierno, cumpliremos el compromiso histórico que hemos contraído, de convertir en realidad el programa de la Unidad Popular.

Lo dije: no tenemos ni podríamos tener ningún propósito pequeño de venganza. sería disminuir la victoria alcanzada. Pero, si no tenemos un pequeño propósito de venganza, de ninguna manera, vamos a claudicar, a comerciar el programa de la Unidad Popular, que fue la bandera del primer gobierno auténticamente democrático, popular, nacional, y revolucionario de la historia de Chile.

Dije y debo repetirlo: si la victoria no era fácil, difícil será consolidar nuestro triunfo y construir la nueva sociedad, la nueva convivencia social, la nueva moral y la nueva patria.

Pero yo sé que ustedes, que hicieron posible que el pueblo sea mañana gobierno, tendrán la responsabilidad histórica de realizar lo que Chile anhela para convertir a nuestra patria en un país señero en el progreso, en la justicia social, en los derechos de cada hombre, de cada mujer, de cada joven de nuestra tierra.

Hemos triunfado para derrocar definitivamente la explotación imperialista, para terminar con los monopolios, para hacer una profunda reforma agraria, para controlar el comercio de exportación e importación, para nacionalizar, en fin, el crédito, pilares todos que harán factible el progreso de Chile, creando el capital social que impulsará nuestro desarrollo.

Por eso, esta noche que pertenece a la Historia, en este momento de júbilo, yo expreso mi emocionado reconocimiento a los hombres y mujeres, a los militantes de los partidos populares e integrantes de las fuerzas sociales que hicieron posible esta victoria que tiene proyecciones más allá de las fronteras de la propia patria. Para los que estén en la pampa o en la estepa, para los que me escuchan en el litoral, para los que laboran en la precordillera, para la simple dueña de casa, para el catedrático universitario, para el joven estudiante, el pequeño comerciante o industrial, para el hombre y la mujer de Chile para el joven de la tierra nuestra, para todos ellos, el compromiso que yo contraigo ante mi conciencia y ante el pueblo -actor fundamental de esta victoria- es ser auténticamente leal en la gran tarea común y colectiva. Lo he dicho: mi único anhelo es ser para ustedes el Compañero presidente.

Chile abre un camino que otros pueblos de América y del mundo podrán seguir. La fuerza vital de la unidad romperá los diques de la dictadura y abrirá el cauce para que los pueblos puedan ser libres y puedan construir su propio destino.

Somos lo suficientemente responsables para comprender que cada país y cada nación tiene sus propios problemas, su propia historia y su propia realidad. Y frente a esa realidad serán los dirigentes políticos de esos pueblos los que adecuarán la táctica que deberá adoptarse.

Nosotros sólo queremos tener las mejores relaciones políticas, culturales, económicas, con todos los países del mundo. Sólo pedimos que respeten -tendrá que ser así- el derecho del pueblo de Chile de haberse dado el gobierno de la Unidad Popular.

Somos y seremos respetuosos de la autodeterminación y de la no intervención. Ello no significará acallar nuestra adhesión solidaria con los pueblos que luchan por su independencia económica y por dignificar la vida del hombre.

Sólo quiero señalar ante la historia el hecho trascendental que ustedes han realizado, derrotando la soberbia del dinero, la presión y amenaza, la información deformada, la campaña del terror, de la insidia y la maldad. Cuando un pueblo ha sido capaz de esto, será capaz también de comprender que sólo trabajando más y produciendo más podremos hacer que Chile progrese y que el hombre y la mujer de nuestra tierra, la pareja humana, tengan derecho auténtico al trabajo, a la vivienda, a la salud, a la educación, al descanso, a la cultura y a la recreación, juntos, con el esfuerzo de ustedes vamos a hacer un gobierno revolucionario.

La revolución no implica destruir sino construir, no implica arrasar sino edificar; y el pueblo chileno está preparado para esa gran tarea en esa hora trascendente de nuestra vida.

Compañeras y compañeros, amigas y amigos: Cómo hubiera deseado que los medios materiales de comunicación me hubieran permitido hablar más largamente con ustedes y que cada uno hubiera oído mis palabras, húmedas de emoción, pero a la vez firmes en la convicción de la gran responsabilidad que todos tenemos y que yo asumo plenamente. Yo les pido que esta manifestación sin precedentes se convierta en la demostración de la conciencia de un pueblo. Ustedes se retirarán a sus casas sin que haya el menor asomo de una provocación y sin dejarse provocar. El pueblo sabe que sus problemas no se solucionan rompiendo vidrios o golpeando un automóvil. Y aquéllos que dijeron que el día de mañana los disturbios iban a caracterizar nuestra victoria, se encontrarán con la conciencia y la responsabilidad de ustedes. Irán a sus trabajos, mañana o el lunes, alegres y cantando; cantando la victoria tan legítimamente alcanzada y cantando al futuro. Con las manos callosas del pueblo, las tiernas manos de la mujer y la sonrisa del niño, haremos posible la gran tarea que sólo un sueño responsable podrá realizar. El hecho de que estemos esperanzados y felices, no significa que nosotros vayamos a descuidar la vigilancia: el pueblo, este fin de semana, tomará por el talle a la patria y bailaremos desde Arica a Magallanes, y desde la cordillera al mar, una gran cueca, como símbolo de la alegría sana de nuestra vida.

Pero al mismo tiempo mantendremos nuestros comités de acción popular, en actitud vigilante, en actitud responsable, para estar dispuestos a responder a un llamado, si es necesario, que haga el comando de la Unidad Popular.

Llamado para que los comités de empresas, de fábricas, de hospitales, en las juntas de vecinos, en los barrios y en las poblaciones proletarias, vayan estudiando los problemas y las soluciones; porque presurosamente tendremos que poner en marcha el país. Yo tengo fe, profunda fe, en la honradez, en la conducta heroica de cada hombre y de cada mujer que hizo posible esta victoria. Vamos a trabajar más. Vamos a producir más. Este triunfo debemos tributarlo en homenaje a los que cayeron en las luchas sociales y regaron con su sangre la fértil semilla de la revolución chilena que vamos a realizar.

Quiero antes de terminar, y es honesto hacerlo así, reconocer que el gobierno entregó las cifras y los datos de acuerdo con los resultados electorales. Quiero reconocer que el jefe de plaza, General Camilo Valenzuela, autorizó este acto, acto multitudinario, en la convicción y certeza que yo le diera de que el pueblo se congregaría, como está aquí en actitud responsable, sabiendo que ha conquistado el derecho a ser respetado en su victoria, el pueblo que sabe que entrará conmigo a La Moneda el 4 de noviembre de este año. Quiero destacar que nuestros adversarios de la Democracia cristiana han reconocido en una declaración, la victoria popular. No le vamos a pedir a la derecha que lo haga. No lo necesitamos. No tenemos ningún ánimo pequeño en contra de ella. Pero ella no será jamás capaz de reconocer la grandeza que tiene el pueblo en sus luchas, nacida de su dolor y de su esperanza.

Nunca como ahora, sentí el calor humano; y nunca como ahora la canción nacional tuvo para ustedes como para mí tanto y tan profundo significado. En nuestro discurso lo dijimos: somos los herederos de los padres de la patria y juntos haremos la segunda independencia: la independencia económica de Chile.

Les digo que se vayan a sus casas con la alegría sana de la limpia victoria alcanzada. Esta noche, cuando acaricien a sus hijos, cuando busquen el descanso, piensen en el mañana duro que tendremos por delante, cuando tengamos que poner más pasión, más cariño, para hacer cada vez más grande a Chile, y cada vez más justa la vida en nuestra patria.

Gracias, gracias, compañeras. Gracias, gracias, compañeros. Lo mejor que tengo me lo dió mi partido, la unidad de los trabajadores y la Unidad Popular.

A la lealtad de ustedes, responderé con la lealtad de un gobernante del pueblo, con la lealtad del compañero Presidente.