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Salvador Allende

A los 37 años del golpe: Partidos de Pinochet gobiernan en Chile

A los 37 años del golpe: Partidos de Pinochet gobiernan en Chile

Sábado 11 de septiembre de 2010

A los 37 años del golpe: Partidos de Pinochet gobiernan en Chile

Por Hernán Uribe*

“Pinochet era un hijo de puta,

pero era nuestro hijo de puta”.

Vernon Walters, ex Subdirector de la CIA estadounidense

Las fuerzas políticas conservadoras que fomentaron el golpe de Estado del Once de Septiembre de 1973 en contra del presidente chileno Salvador Allende y que luego respaldaron a la dictadura castrense se mantienen intactas tanto que desde marzo 2010 han asumido el Poder Ejecutivo en la persona del presidente Sebastián Piñera militante de una de esas colectividades, el partido Renovación Nacional (RN).

Cuatro decenios atrás, ese ente se denominaba Partido Nacional y era el heredero del antiguo Partido Conservador cuyo nombre ilustra acerca de su ideología. RN fue el más activo, desvergonzado y efectivo en el campo de crear el clima propicio para lanzar la Constitución al papelero, tarea oscura en que fue acompañado por el Partido Demócrata Cristiano (PDC) impulsado éste por el estólido afán de recuperar el poder

Otra entidad partidaria que se formó precisamente para respaldar al régimen de Augusto Pinochet (AP), es la Unión Demócrata Independiente (UDI) creada en septiembre de 1983, “con bombos y platillos y para organizar el apoyo a la dictadura” señala el politólogo Patricio Zapata. Agrega: “En 1988, la UDI fue junto a RN entusiasta partidaria del Si haciendo campaña para que el general Pinochet gobernara otros ocho años más”. Como es conocido, el tirano perdió aquel plebiscito del NO-Si y con ello comenzó a desmoronarse su poder.

UDI y RN constituyeron la oposición durante los 20 años post Pinochet, pero ahora no sólo son gobierno sino que también están prácticamente empatados con la actual oposición en las cuotas de diputados y senadores y además, la UDI conforma el partido con mayor votación en Chile. Anotemos que todavía rige, con leves modificaciones, la Constitución que inventó la dictadura.

Surge un interrogante obligado: ¿Cómo es posible ese respaldo a quienes fueron cómplices de horrendos crímenes y luego que se comprobara que Pinochet aparte de ser el responsable de ellos, fue también un desvergonzado que utilizó fondos del Estado para enriquecerse junto con su familia incluso recurriendo a los gastos reservados?

Otro ángulo oprobioso en la conspiración que el once de septiembre de 1973 llevó a la muerte al presidente Allende es la participación en ella de extranjeros. El golpe fue ordenado, financiado y preparado en las oficinas de la Presidencia, del Departamento de Estado y del Pentágono estadounidenses. La “Operación Track II (ruta), nombre clave del complot “fue abierta por el presidente Nixon el 15 de septiembre de 1970 cuando ordenó a la CIA que desempeñara un papel directo en la organización de un golpe de estado en Chile”.

Lo que usted acaba de leer entrecomillado son palabras de un documento oficial norteamericano: Covert Action in Chile, United Status Senate, U.S Governmente, Washington, 1975. Se trata, pues, de una decisión político-conspirativa adoptada antes de que Salvador Allende asumiera la presidencia, ya que, ratificado por el Parlamento en octubre, asumió el mando el tres de noviembre de 1970. Las maniobras ilegales comenzaron inmediatamente después de la victoria electoral de Allende el cuatro de septiembre. Asesinaron al entonces Comandante en Jefe del Ejército, general René Schneider y se formaron grupos de choque armados y luego vendría el boicot a la economía.

En cumplimiento de la orden presidencial, la Central Intelligence Agency (CIA), organismo de espionaje y conspiración de EE.UU participó directamente en la guerra secreta en contra del gobierno popular de Chile. El contacto clave de los confabulados fue Vernon Walters (VW) a quien se le vincula con los derrocamientos de Joao Goulart en Brasil y del premier Mosadegh de Irán, este último asesinado.

El tres de octubre de 1999, el periódico derechista chileno “La Tercera” difundió una entrevista a Walters a quien caracteriza como “El super espía que más sabe sobre Chile”. Apunta que a él “Se le vincula directamente con el derrocamiento de Salvador Allende” y fue entonces cuando VW a propósito del encarcelamiento de Pinochet en Londres (1998) lanzó su frase que tiene gran poder de síntesis: “Pinochet era un hijo de puta, pero era nuestro hijo de puta”. Efectivamente AP fue siempre un hombre de la CIA desde que estuvo de Agregado Militar en Washington. También confesó “La Tercera” que “Después de septiembre de 1973 la CIA prestó asesoría especializada en Chile a la DINA para realizar la labor represiva en contra de la izquierda chilena”

(DINA: Dirección de Inteligencia Nacional, la GESTAPO chilena, cuyo jefe, el general Manuel Contreras está hoy condenado a unos 300 años de prisión)

¡Qué contraste la de esos miserables personajes con el heroísmo supremo y la alta responsabilidad de Salvador Allende! Estuvimos con él unos días anteriores al golpe. Nos reiteró a un grupo de periodistas y en referencia a los adversarios: “Fracasados en el plano político, incapaces de utilizar las vías legales porque no cuentan con la mayoría, su último y único recurso es el golpe de estado”

Muchos nos retiramos con la convicción de que la traición y las conspiraciones eran inminentes y que el presidente afrontaría la situación con la valentía que lo caracterizaba. Lo último se podía deducir de su discurso del 4-12-71: “Que lo sepan: dejaré La Moneda (sede presidencial) cuando cumpla el mandato que el pueblo me diera. No tengo otra alternativa. Sólo acribillándome a balazos podrán impedir mi voluntad que es hacer cumplir el programa del pueblo”.

En la mañana de aquel día fatal y en medio del destrozo, del ataque aéreo y terrestre de los “valientes” militares en contra de La Moneda escuchamos por la única radioemisora en pie (Radio Magallanes) la voz de Salvador Allende en lo que él mismo llamó Mis últimas palabras: “Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad al pueblo”. ¡Genio y Figura!

*Hernán Uribe es periodista y escritor chileno.

Publicado por ARGENPRESS

 

 

Septiembre se Llama Allende

Septiembre se Llama Allende

 

 

Opinión 

Escrito por Mario Amorós (*)    

Chile vive estos días tres efemérides y dos dramas profundamente entrelazados. Este mes ha traído ya el 40 aniversario de la histórica victoria de Salvador Allende y la Unidad Popular en las elecciones presidenciales.

Aquel 4 de septiembre de 1970 el pueblo chileno abrió de par en par las puertas de la historia y emprendió un profundo proceso de transformaciones económicas, sociales, culturales y políticas.

La “vía chilena al socialismo” sólo pudo ser derrotada por el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, del que mañana se cumplen 37 años, protagonizado por las Fuerzas Armadas pero estimulado por la derecha, la Democracia Cristiana, la burguesía y Washington.

Estas dos fechas son probablemente las jornadas más relevantes de los dos siglos de historia republicana junto con el 18 de septiembre de 1810, cuando se estableció la primera Junta Nacional de Gobierno, que abrió el camino hacia el proceso de independencia que finalizó en 1818 y que, después de una década convulsa, culminó entre 1829 y 1833 con la imposición de un férreo Estado oligárquico que no se resquebrajó parcialmente hasta la victoria del Frente Popular en 1938, del que Salvador Allende fue un destacado dirigente.

A una semana de la conmemoración del bicentenario de la independencia, 33 trabajadores permanecen sepultados desde el 5 de agosto a 700 metros de profundidad en la mina San José debido a las condiciones de explotación en que desarrollaban su tarea, reconocidas -a posteriori- por los propietarios de la mina y el propio Gobierno de Sebastián Piñera.

Y, además, 34 presos políticos mapuches están en huelga de hambre desde el 12 de julio. Si al movimiento obrero el Gobierno aplica el restrictivo Código del Trabajo, impuesto por la dictadura en 1980, las movilizaciones de los mapuches en defensa de sus territorios y de su demanda de autonomía son brutalmente reprimidas y sancionadas penalmente con el recurso a la Ley Antiterrorista que Pinochet hizo aprobar en 1984.

Asimismo, los últimos estudios confirman que Chile es uno de los países donde la brecha entre ricos y pobres es más acentuada hasta aproximarse a los niveles, por ejemplo, de Haití, producto de unas políticas neoliberales cuyas coordenadas la Concertación mantuvo inalteradas durante 20 años y que desde el pasado 11 de marzo administra su verdadero impulsor, una derecha de nuevo tipo, hija de la contrarrevolución pinochetista y sólidamente implantada en el mundo popular.

Piñera se apresta a vivir su primer 11 de septiembre desde La Moneda y a presidir los múltiples actos del bicentenario con un insistente y retórico llamamiento a la “unidad nacional”.

Mientras tanto, los cuatro partidos que integran la Concertación acaban de renovar sus cúpulas para afrontar el nuevo ciclo electoral que asomará pronto en el horizonte, con las elecciones municipales de 2012 y las parlamentarias y presidenciales de 2013, y el Partido Comunista está inmerso en los debates de su XXIV congreso.

Más allá de la incógnita sobre el próximo candidato presidencial de la Concertación (lo que dependerá esencialmente de la voluntad de Michelle Bachelet, quien conserva una enorme adhesión popular), la encrucijada que deberán afrontar a medio plazo esta coalición y las fuerzas de izquierda estriba en la posibilidad de ir más allá de una alianza puntual, como la que permitió elegir en diciembre tres diputados comunistas por primera vez desde 1973, para tejer un acuerdo político y programático que permita abrir una nueva época.

A veces son los pequeños gestos o resultados los que cambian la historia. El 15 de marzo de 1964 la inesperada victoria de la izquierda en una votación parcial para elegir un diputado en Curicó abocó a la derecha a renunciar a llevar un candidato propio y a apoyar al socialcristiano Eduardo Frei Montalva, quien derrotó a Allende en septiembre de aquel año.

Hace apenas un mes en la ciudad de Penco, en la región del Biobío, los dirigentes locales de la Concertación y el Partido Comunista suscribieron un acuerdo para unirse de cara a los comicios de 2012 a fin de derrotar a la derecha, que actualmente ostenta la alcaldía.

El debate sobre sus proyecciones nacionales está ya instalado en la agenda política. La derecha no ha tardado en exhibir su anticomunismo más rudo y en la Democracia Cristiana seguramente persistirán las dudas hasta el último momento. Mientras tanto, el Partido Socialista se muestra favorable a explorar un pacto, al igual que el Partido Comunista, que propugna una amplia convergencia de fuerzas políticas y sociales para conquistar un gobierno “de nuevo tipo” que deje atrás los dogmas neoliberales y haga posible el pleno desarrollo democrático del país.

A 37 años del bombardeo de La Moneda y del inicio de una cruel dictadura, la memoria de Salvador Allende y la Unidad Popular ilumina este camino. Precisamente, aquella noche inolvidable del 4 de septiembre de 1970, cuando dejó de ser el “compañero Allende” para convertirse en el “compañero presidente”, acabó su discurso en la Alameda de Santiago, ante las miles de personas que festejaban la victoria de la UP, con unas palabras llenas del afecto sincero con el que siempre se dirigió a los trabajadores y que tienen una absoluta vigencia: “Esta noche, cuando acaricien a sus hijos cuando busquen el descanso, piensen en el mañana duro que tendremos por delante, cuando tengamos que poner más pasión, más cariño, para hacer cada vez más grande a Chile y cada vez más justa la vida en nuestra patria…”.

(*) Doctor en Historia y periodista. Autor de ‘Compañero Presidente. Salvador Allende, una vida por la democracia y el socialismo’

 

 

Conmemorar el 40° aniversario de la eleccion de Salvador Allende

ALLENDE LA MEMORIA

ALLENDE LA MEMORIA

 Más allá de la melancolía, la dispersión transitoria de los de abajo, la lluvia sobre mojado.

 Más allá del desaliento, los desesperados y la desesperanza, el poder concentrado, la bala y el golpe.

 Más allá de lo perdido, las traiciones multiplicadas, las sospechas entre hermanos y la desorientación.

 Contra la indecisión, el conformismo, la resignación disfrazada de realismo político y el acomodo sucio.

 Contra las hipotecas políticas, el convenio táctico convertido en estrategia probadamente inútil, y la desdicha del oportunismo.

 Por la memoria resuelta en acción y cabeza colectiva, corazones generosos y atados como un árbol blindado de futuro.

 Porque Allende significa siempre más allá, y más allá vienen las tantas y los tantos alegres y rebeldes y brillantes a cambiar la vida.

 Porque Allende significa siempre más allá, y sólo más allá de la memoria se crea en conjunto la alternativa política de los pueblos y los trabajadores.

 Porque Allende está más allá de la memoria, y está contra la melancolía estéril, por eso, palmo a palmo, maduran las fuerzas que mañana -contra el capital inhumano, depredador y expoliador de asalariados y  naturaleza- gobernarán este territorio nuestro, el suelo acorralado por Los Andes que nos ha tocado por plaza de lucha y unidad popular.   

 El Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores convoca e invita a un acto político y cultural para el sábado 11 de septiembre a las 12:00  horas en la Avenida Bulnes con Eleuterio Ramírez.

 Para todo contacto dirigirse a:

<allendelamemoria@gmail.com>

 

Resultado eleciones PS de Chile

Resultado eleciones PS de Chile

El Tribunal Supremo del Partido Socialista de Chile entregó los cómputos finales de las elecciones internas realizadas el 25 de julio último: 25.358 militantes concurrieron a las urnas para elegir a los miembros del Comité Central, que nominará en las próximas semanas a la nueva mesa directiva y comisión política de la organización.

María Cristina Giménez, presidenta del TS, y Magdalena Álvarez, vicepresidenta, informaron que la lista C, “Por Chile unidad socialista”, que lideraron Osvaldo Andrade y Fulvio Rossi, alcanzó la mayoría absoluta, con 12.754 votos, un 50,29% de las preferencias. La lista A, Convergencia Allendista, encabezada por Álvaro Elizalde (subpacto “Socialistas por el cambio”), y Marcelo Díaz (subpacto “Nuestra revolución”), obtuvo el segundo lugar con 9.157 votos, el 36, 11%. Más atrás quedaron la lista B, “Frente Allendista”, que encabezaron Sergio Salazar y Julián Alcayaga, con 1.098 sufragios, un 4,32%. La lista D, “Recuperación, participación, socialismo”, que lideraron Alfonso Guerra y Cecilia Suárez, obtuvo 972 votos, equivalente a 3,1%.

Acerca de la votación individual, el TS informó que el diputado Osvaldo Andrade logró 5.483 votos. Le siguen el ex superintendente de Seguridad Social Álvaro Elizalde, con 2.351 preferencias, y el senador Fulvio Rossi, con 2.073 votos. El diputado Marcelo Díaz obtuvo 1.910 votos.

Los representantes de las distintas sensibilidades están en plena etapa de diálogo y búsqueda de acuerdos con el objeto de lograr una dirección integrada, representativa y unitaria para el Partido Socialista de Chile. En los próximos días, el TS calificará la elección, tras resolver reclamaciones e impugnaciones y aplicar las acciones positivas de género y jóvenes. Finalmente convocará a los miembros del Comité Central electos, que serán convocados al próximo Pleno que elegirá la nueva Mesa Ejecutiva y la Comisión Política del Partido Socialista.

Museo de la SOLIDARIDAD SALVADOR ALLENDE

Jaime Bergamin Leighton/ ENcontrARTE

 

En este 11 de septiembre (el verdadero, el que solo sirvió de excusa para una larga noche de 17 años y un sombrío amanecer que aún dura), ENcontrARTE se suma a los homenajes que en todo el mundo se le rinden a la memoria del presidente mártir, Salvador Allende y el proceso de liberación que liderara. Difícil misión, por lo masivo de los mismos y la calidad de quienes los ofrecen.

Pero, haciendo honor a nuestros cometidos, queremos ofrecer al lector la primicia, si se le puede llamar así, de una obra, no de su gobierno, sino de la admiración que en los grandes, famosos y solidarios artistas plásticos del mundo y otros no tan grandes ni famosos pero igualmente talentosos y solidarios, su imagen y su revolución despertaran.

Quienes vivimos ese período, recordamos con emoción el momento mágico en que, en medio de los embates de un Nixon enfurecido, los oscuros manejos de Kissinger, su bestia negra, y una oposición implacable, nos llegara el soplo fresco de una solidaridad gestada mas allá de nuestras aisladas fronteras, artistas famosos que entendían el proceso y las dificultades a las que se veía enfrentado y que quisieron manifestar su apoyo con lo mejor que tenían: sus propias obras.

Así nació el Museo de la Solidaridad. Así sobrevivió y se perpetuó esta iniciativa inédita y sorprendente en el Museo de la Solidaridad Salvador Allende.

Quizás lo más conmovedor de esta institución  (aparte del gesto universal de los artistas del mundo de honrar ese período único e irrepetible como lo fuera el de los llamados Mil Días de la Unidad Popular), es que, por su magnitud, la calidad de su contenido y lo hondo de sus motivaciones, se convierte en el mejor legado que Salvador Allende haya podido dejar como huella indeleble de su paso por la historia y su profunda naturaleza humana, reflejada en una vida dedicada al hombre de a pie, al niño, a la mujer y la defensa, hasta dar la vida, por el derecho a la dignidad que, indeclinablemente, pasa por la educación y la cultura.

Aunque sea por esa razón, vale la pena emprender el viaje para poder apreciar en todo su esplendor la obra gigantesca de cientos de artistas y un objetivo: la solidaridad.

Un monumento multiplicado en 2500 visiones, entregándole al visitante ese mucho de humanidad que Allende sigue repartiendo, más allá del tiempo, más acá de la vida.

Jaime Bergamin Leighton

UN BREVE RECUENTO

La historia de la Fundación Salvador Allende está íntimamente ligada a una de las iniciativas culturales más trascendentes que el Presidente Allende impulsara durante su mandato: el Museo de la Solidaridad.

La increíble historia de la formación de este museo se remonta al año 1971, cuando se realiza enSantiago de Chile un encuentro de intelectuales y artistas de todo el mundo. El tema a debatir, entre otros, era la posición que ocupaban los países del Tercer Mundo en la producción cultural universal, llegándose a la conclusión que Latinoamérica no tenía los medios ni los recursos para hacer adquisiciones museográficas ni para invertir en cultura.

Durante la denominada Operación Verdad, un encuentro internacional convocado en Octubre de 1971 para dar a conocer la imagen real de ese país inserto en un proceso político inédito, ante la agresión de los medios de comunicación que estaban en manos de los sectores más duros de la derecha chilena aupados y financiados por el gobierno norteamericano (Vamos a hacerlos aullar... Richard Nixon). Este hecho de agresión y desinformación provocó el deseo y la necesidad de llevar al mundo la verdad sacando a la luz la agresión que había y materializando este proyecto. La invitación a intelectuales, artistas del mundo de la cultura y la política, tanto de Latinoamérica como de Europa, personalidades de la estatura de Carlo Levi, Mikis Theodorakis, Julio Cortázar entre otros, determina y define el tiempo para la gestación de "este efecto cultural".

José Balmes pintor de vanguardia y Director de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile para ese entonces y José María Moreno Galván destacado crítico de arte español, visitan para proponerle al Presidente Salvador Allende la idea de crear algo más "concreto" que expresara el apoyo de los artistas e intelectuales no solo del país, sino del mundo entero al proceso liderado por Allende. A la idea inicial de José María Moreno Galván y José Balmes se unen otras personas vinculadas al mundo de las artes visuales como Mario Pedrosa, de origen brasilero, quien se encontraba exiliado en nuestro país y trabajaba en la Universidad de Chile.

La puesta en marcha le fue encomendada a la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile; estableciéndose las redes para recibir, albergar y difundir las obras que llegarían en el transcurso del año 1972. Fue así como se generó la primera muestra titulada: Solidaridad con el Pueblo Chileno, inaugurada el día 4 de Abril de ese año, la cual contó con la presencia de personalidades y la del presidente Salvador Allende en el Museo de Arte Contemporáneo, en la Quinta Normal de Santiago. Posteriormente se realizará una segunda y última exposición en Octubre del mismo año en la sede del edificio de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo UNCTAD III, bautizado con el nombre de Gabriela Mistral que, bajo la dictadura, pasaría a llamarse Edificio Diego Portales.

Entre los años 1971 y 1973 se reciben más de 500 obras entre pinturas, grabados, esculturas, dibujos, tapices y fotografías procedentes de artistas de todo el mundo que, inspirados por el proceso que se desarrollaba en Chile, quisieron ser partícipes del proyecto artístico, ético y emancipador del cual, el ámbito cultural constituía un elemento fundamental. Nombres como Rafael Alberti, Giulio Carlo Argán, Dore Ashton, Mariano Rodríguez se incorporan a la cruzada conformando en 1972 el "Comité Internacional de la Solidaridad Artística con Chile" . 

Como consecuencia del Golpe de Estado del 11 de Septiembre de 1973, el Museo de la Solidaridad es demontado lográndose rescatar casi todas sus obras que quedaron bajo custodia de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile en las bodegas del actual Museo de Arte Contemporáneo. Contrariamente a lo esperado por los artífices de la dictadura, esta abrupta interrupción de la existencia del Museo en Chile, provocó en el extranjero el nacimiento de nuevos museos, bajo la misma inspiración y ahora llamados Museos de la Resistencia, en los que se continuó con la recepción de obras de artistas de todo el mundo, entre los cuales, los exiliados por las dictaduras militares que durante el decenio 70/80 asolaron Latinoamérica, especialmente los países del Cono Sur.

Es en ese espacio histórico en donde se liga de forma definitiva el nombre de Salvador Allende al Museo de la Solidaridad.

En Chile, mientras tanto, el proyecto fue prácticamente olvidado. No quedó más que el mito, nunca confirmado del todo, de que en las oscuras bodegas del MAC, carcomidas de humedad y abandono, yacían pinturas de incalculable valor artístico, atribuibles a importantísimos pintores europeos.

En 1989 se reinstaura  la democracia en Chile y comienza la recolección de las obras acopiadas hasta ese momento, en especial las provenientes de los países de Europa.  Decisivas son la ayuda del gobierno autonómico de Valencia, la acción del ministro francés, para ese entonces, Jacques Lang y del gobierno de François Miterrand, quienes, junto a Isabel (la hija de Salvador Allende, no la escritora) y su esposa, doña Hortensia Bussi, consiguen el traslado definitivo hasta Santiago de Chile, para que se unieran a la colección original.

Paralelamente, la principal ocupación de la Fundación encargada de la custodia del patrimonio repartido por todas partes, ha sido, durante toda la década de los 90 y de comienzos del siglo XXI, la recuperación de  aquellas obras que originalmente integraban  la colección del Museo de la Solidaridad Salvador Allende. Así fue como se encontraron las piezas que habían permanecido dispersas en dependencias de la Universidad de Chile, en el Museo de Arte Contemporáneo y en otras reparticiones públicas. Simultáneamente se inició la repatriación de las colecciones que habían conformado los distintos museos de la resistencia en el exterior.

En 1991 se reinauguró el Museo de la Solidaridad Salvador Allende con una gran exposición de sus fondos de obra en el Museo Nacional de Bellas Artes, inauguración presidida por el presidente Patricio Aylwin, con el nada despreciable agregado de más de dos mil obras, que se sumaron a las quinientas que habían sido donadas durante los mil días que duró el gobierno de la Unidad Popular. Fue precisamente en ese periodo inicial cuando se hicieron efectivas las donaciones que corresponden a las piezas más emblemáticas de la colección, con obras de artistas como Joan Miró, Victor Vasarely, Alexander Calder, Frank Stella, Equipo Crónica, Roberto Matta, Cruz Diez, Eduardo Chillida, Josep Guinovart, Manolo Millares, Lucio Muñoz, Tomasello entre otros. La segunda partida  corresponde a la época posterior al golpe de estado de 1973, la de los años de extrañamiento del museo con obras que fueron recolectadas tanto en Europa: España, Francia, Italia, Suecia, Finlandia como en Latinoamérica, Cuba, Panamá, México, Colombia. Entonces se incorporan obras de artistas como Antoni Tapies, Saura, Wifredo Lam, Juan Genovés, Rafael Canogar, Julio Le Parc, Pierre Soulages, Valerio Adami, Yoko Ono, Liliana Porter y Niki de Saint Phalle

La tercera parte de la colección se hace efectiva posteriormente en Chile,  sumándose a ésto el retorno desde el exilio del Museo de la Resistencia, Recupera entonces, su nombre original: Museo de la Solidaridad Salvador Allende, reinaugurándose  el año 1991 en el Museo Nacional de Bellas Artes.

Actualmente el Museo cuenta con sede propia, respondiendo a la necesidad de darle el espacio que se merece. Este lugar fue inicialmente la casa habitación de una familia de la alta burguesía,  posteriormente, entre los años 40 y 60, fue la sede oficial de la Embajada de España en Chile para ser adquirida, en los 70,  por la Escuela de Economía de la Universidad de Chile. Durante la dictadura militar, irónicamente pasó a ser el Cuartel General de la Central de Inteligencia Militar. Al recuperarse la democracia fue devuelta al Ministerio de Bienes Nacionales, permaneciendo deshabitada hasta que se instaló la Fundación que custodia las obras pertenecientes al Museo de la Solidaridad Salvador Allende.

Durante el proceso de restauración, en la casa se encontró una serie de objetos abandonados por los militares, en los entretechos, demostrando que el lugar fue un espacio de escucha telefónica desde donde se espiaba a miles de chilenos de dentro y fuera del país. También se ubicaron documentos sobre las operaciones de inteligencia y represión que allí se realizaban y que fueron entregados a los juzgados respectivos como elementos probatorios. Parte de estos rastros se dejaron en la denominada "Sala CNI", que conforma una suerte de Museo de Sitio, compuesto por una muestra de grandes aparatos para interceptar comunicaciones.

En general la colección del Museo Salvador Allende tiene como eje temático el compromiso políticodel arte, haciendo un recorrido especifico por los movimientos artísticos del siglo XX y las vanguardias que pertenecen a las décadas de los 60, 70, y 80, materializándose en las más de 2500 piezas que componen la colección al día de hoy. Entre sus instalaciones, se cuenta con salas de bodegaje, bajo las mejores condiciones técnicas que permiten los conocimientos museográficos actuales y con un formato que posibilita la visita de las obras almacenadas para especialistas del rubro, académicos y estudiantes de artes plásticas, estética, historia del arte, entre otros. 

Se realiza la creación de dos nuevas salas de exposiciones para talentos jóvenes, proyectando la incorporación de artistas de las nuevas generaciones del siglo XXI al fondo de la colección además de un Auditorium subterráneo multiuso con capacidad para 200 personas que permita la ejecución de obras de teatro, seminarios, talleres y jornadas de reflexión.

Museo de la Solidaridad Salvador Allende, único en el  mundo creado en base a donaciones personales de los artistas, los cuales entregaron sus obras en apoyo al proyecto político que que el presidente mártir liderara.

Mención especial, por lo  simbólico (y conmovedor), del esfuerzo de todo un colectivo por hacer realidad este objetivo, se ve reflejado en el discurso pronunciado por el presidente Salvador Allende el 17 de mayo de 1972 en el acto de inauguración del Museo y del cual reproducimos un fragmento: (...) Quiero, finalmente, señalar que en un hombre, que por sus años, por su prestancia y por su vida, merece que en él exprese mi reconocimiento a los artistas progresistas del mundo. Me refiero a Joan Miró, al maestro o a don Joan, como lo llaman los que así tienen derecho a hacerlo.
Él quiso, no entregar un cuadro de los muchos o de los pocos que tiene en su casa, o en su galería de trabajo, él quiso crear algo para Chile. Fue más generoso aún, puso su inteligencia, sus pinceles, su mente a trabajar para materializar este gallo, que como ha dicho el compañero Pedrosa, "canta una nueva alborada a una nueva alborada", que es una vida distinta, en un país dependiente que rompe las amarras para derrotar el subdesarrollo y con ello la ignorancia, la miseria, la incultura, la enfermedad.

En Joan Miró, anciano respetado y respetable, pintor sin fronteras rindo el homenaje agradecido del pueblo de Chile, por la actitud de tantos y tantos que han comprendido lo que aquí hacemos, las metas que queremos alcanzar, nuestra dura lucha, frente a intereses poderosos - nacionales y extranjeros - que quisieran que el pueblo siguiera aherrojado y al margen de la instrucción y la cultura. 

Mario Amorós

Mario Amorós

En el corazón de Santiago de Chile se alza el imponente edificio construido por el Gobierno de Salvador Allende para la Tercera Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo de Naciones Unidas, que en su origen adoptó el nombre de Gabriela Mistral. En abril de 1972, en la inauguración de aquella Conferencia, el presidente Allende pronunció un memorable discurso en defensa del derecho de los pueblos del Tercer Mundo a nacionalizar sus riquezas naturales para ponerlas al servicio de su desarrollo social y económico, tal y como su país había hecho un año antes: el 11 de julio de 1971, el Congreso Nacional había aprobado, por unanimidad, la estatización de la gran minería del cobre, el "sueldo de Chile", en palabras de Allende, que aportaba a la nación más del 70% de sus ingresos por divisas.

Después del 11 de septiembre de 1973, con La Moneda devastada por el bombardeo de la aviación, la Junta encabezada por Pinochet se instaló en este enorme edificio y lo rebautizó con el nombre de Diego Portales, el arquitecto del régimen oligárquico con la Constitución impuesta en 1833. La huella de los golpistas aún persiste allí: las puertas de sus salas de conferencias tenían un elaborado pomo labrado con la forma de un puño alzado, muestra del orgullo de una clase obrera que construía el socialismo en democracia, pluralismo y libertad. La dictadura no dudó en girar esos pomos para colocar los puños hacia abajo, toda una metáfora de la refundación neoliberal del país impulsada por Pinochet y los Chicago boys.

 Chile evoca estos días los 36 años del golpe de Estado con la noticia del procesamiento de más de 130 represores, dictado por el juez Víctor Montiglio, debido a su responsabilidad en la desaparición de centenares de militantes de izquierda entre 1974 y 1976. La memoria de los años más duros de la dictadura se entrelaza con la coyuntura política, condicionada por los comicios del 13 de diciembre, que renovarán la Cámara de Diputados y la mitad del Senado y elegirán al sucesor de Michelle Bachelet.

Después de 20 años de hegemonía indiscutida de la Concertación de Partidos por la Democracia, por primera vez el candidato de la derecha, el empresario multimillonario Sebastián Piñera, encabeza las encuestas, aunque permanece alejado de la mayoría absoluta que evitaría una segunda vuelta, que tendrá lugar el 17 de enero.

El perfil de los cinco candidatos que probablemente le disputarán la Presidencia de la República, todos procedentes de una Concertación en proceso de descomposición, confirma el fin de un largo ciclo inaugurado por la derrota de Pinochet en el plebiscito de 1988 y la victoria de Patricio Aylwin en 1989. El candidato de la coalición gubernamental, el democristiano Eduardo Frei (presidente entre 1994 y 2000), es el único que valora satisfactoriamente el balance de dos décadas de Gobierno. Jorge Arrate (ministro con Allende, Aylwin y Frei y ex presidente del Partido Socialista) es la opción del Partido Comunista, la Izquierda Cristiana y sectores muy representativos procedentes del socialismo y quien plantea un programa de transformaciones más nítido, con la renacionalización del cobre entre sus propuestas más relevantes.

Los senadores Alejandro Navarro (también alejado del PS) y Adolfo Zaldívar (ex presidente de la Democracia Cristiana) aparecen con escaso apoyo en unos sondeos que casi a diario confirman el sorprendente respaldo al diputado Marco Enríquez-Ominami, procedente de las filas socialistas. Enríquez-Ominami, hijo de Miguel Enríquez (el secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionaria muerto en 1974 cuando combatía contra decenas de agentes de la DINA), utiliza hábilmente su juventud (36 años), su aparente distanciamiento de la política tradicional y las nuevas tecnologías, así como un programa muy ambiguo, con guiños tanto a la izquierda como a la derecha (acaba de proclamarse "pinochetista" en relación con una posible salida al mar para Bolivia), para concitar un apoyo social que amenaza ya las posibilidades de Frei de superar la primera vuelta, algo impensable hace unos meses.

La otra novedad de estas elecciones es el "acuerdo instrumental" suscrito por la Concertación con el Partido Comunista y sus aliados para presentar una lista unitaria de candidatos a diputados con la aspiración de conquistar una amplia mayoría frente a la derecha y poner término a dos décadas de exclusión parlamentaria del PC. La ley electoral (impuesta por Pinochet en su Constitución de 1980) exige votaciones próximas al 30% para alcanzar un escaño y concede, de manera calculada, una desproporcionada representación al segundo bloque (la derecha), por lo que garantiza casi un empate técnico en el Congreso Nacional que impide la aprobación de las reformas democráticas pendientes.

A un año de la conmemoración del bicentenario de la independencia, Chile se acerca a una encrucijada trascendental. Sebastián Piñera representa la perpetuación del modelo neoliberal, la persistencia de la herencia pinochetista (código laboral represivo, ley electoral binominal, privilegios de las Fuerzas Armadas, Ley de Amnistía de 1978) y un viraje conservador en política internacional, frente al positivo balance de Michelle Bachelet en este último terreno. Su posible rival en la carrera definitiva hacia La Moneda, Eduardo Frei o Marco Enríquez-Ominami, se decidirá a enfrentar las asignaturas pendientes de la Concertación (nueva Constitución, renacionalización de la minería del cobre, justicia para el pueblo mapuche, una nueva política económica y social que supere el paradigma neoliberal) si la izquierda que encarna sobre todo la candidatura de Jorge Arrate alcanza un significativo apoyo popular que pueda condicionar la segunda vuelta y si el partido de Pablo Neruda y Víctor Jara retorna al Parlamento. Sólo así el puño podrá alzarse de nuevo.

Mario Amorós es Periodista e historiador. Su último libro es ‘Compañero Presidente. Salvador Allende, una vida por la democracia y el socialismo'

Ilustración de Mikel Casal

Hiatori

 

 

Presidente Salvador Allende brindó al Tedéum su carácter ecuménico

Presidente Salvador Allende brindó al Tedéum su carácter ecuménico

La Nación

Ceremonia de ayer marcó el inicio de las celebraciones del bicentenario. Cinco banderas benditas ondearán en el Morro de Arica, Isla de Pascua, el Cristo Redentor, la Antártica y La Moneda.

Foto: El carácter ecuménico de la ceremonia nació en 1971 a petición del Presidente Allende. Desde entonces participan obispos de diversas iglesias cristianas.
Foto: La Nación

Sábado 19 de septiembre de 2009

El Tedéum se celebra en ininterrumpidamente desde 1811 cada 18 de septiembre, cuando la Iglesia accedió a la petición de José Miguel Carrera de celebrar una acción de gracias para conmemorar el primer aniversario de la Junta Nacional de Gobierno.

Su carácter ecuménico nació en 1971, por petición del Presidente Salvador Allende. Desde entonces participan obispos y pastores de diversas iglesias cristianas: ortodoxa, luterana, anglicana, metodista y evangélica, entre otras. Este año, la ceremonia marcó el inicio a las celebraciones del bicentenario de la patria.

Ayer fueron bendecidas cinco banderas chilenas que ondearán durante el bicentenario en el Morro de Arica, Isla de Pascua, Cristo Redentor de los Andes, el Continente Antártico y en La Moneda.

ORÍGENES

El Tedéum tiene sus orígenes en el siglo IV. Es un canto de acción de gracias a Dios devenido en la actualidad en ceremonia litúrgica ecuménica utilizado por la iglesia en circunstancias especiales. Su traducción del latín significa: A ti, oh Dios.

En sus primeros años el Tedéum se cantaba al final de la misa. En 1870, el ministro de Culto, Miguel Luis Amunátegui, solicitó celebrarlo sin misa debido a que los fieles que comulgaban tenían que estar en ayunas desde el día anterior y la espera se hacia demasiado larga.

AUTORIDADES

El Tedéum siempre lo preside el obispo de cada diócesis. En el caso de Santiago, el cardenal Francisco Javier Errázuriz. A la ceremonia son invitadas las máximas autoridades del país, encabezadas por la Presidenta Bachelet, los presidentes del Senado, Jovino Novoa; de la Cámara de Diputados, Rodrigo Álvarez; el de la Corte Suprema, Urbano Marín.

Esta vez también fueron invitados los cinco candidatos presidenciales. El gabinete de ministros en pleno; el contralor general de la República, el presidente del Tribunal Constitucional, el presidente del Banco Central, el intendente de la Región Metropolitana y el alcalde de Santiago.

En la nómina también figuraron los comandantes en jefes de las tres ramas de las Fuerzas Armadas, el general director de Carabineros, el director de Investigaciones y el director de Gendarmería; el nuncio apostólico en Chile, la totalidad de los embajadores acreditados en el país y representantes diplomáticos de distintos organismos internacionales con sede en Santiago.

La lista sigue con los presidentes de partidos políticos, senadores y diputados, alcaldes y concejales de la Región Metropolitana.

Igualmente se invitaron a dirigentes sindicales, gremiales y empresariales; rectores de universidades y representantes del mundo de la cultura y las artes; miembros de organizaciones comunitarias y del voluntariado, a delegaciones de parroquias, capillas, colegios y movimientos apostólicos, entre otros.