Palestina: Que tiemble la injusticia frente a la voluntad de un pueblo mancillado
Andrés Figueroa Cornejo
El viernes 16 de marzo de 2012, en las dependencias de la Misión Diplomática de la Embajada de Palestina en Argentina, se realizó un encuentro organizado por el “Programa Ecuménico de Acompañamiento a Palestina e Israel”, que funciona en Argentina hace dos años. La rica iniciativa contó con la asistencia de miembros de diversas agrupaciones cristianas, quienes pudieron apreciar el documental “Persiste la cuestión Palestina”, y dialogar francamente con el Embajador Walid Muaqqat.
Junto con dar la bienvenida a los presentes “a la Embajada de todos” y relevar la solidaridad del pueblo y el gobierno argentinos con la causa palestina, Muaqqat sustantivó a los asistentes como genuinos “mensajeros de la paz y la verdad”, y el anhelo antiguo y armado de una ardiente paciencia, de que Palestina se convierta en un Estado soberano e independiente.
El diplomático hizo hincapié en aquel significativo sector del pueblo israelí que comprende, acepta e incluso, lucha por el fin de la ocupación de impronta sionista que caracteriza coyunturalmente el gobierno de Israel.
“El pueblo palestino ha sufrido una injusticia histórica que tiene su origen en 1947”, señaló Walid Muaqqat, “cuando luego de la Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas decidieron el destino de Palestina, sin que mi patria tuviera arte ni parte en la conflagración global y menos en el ‘holocausto’. Inconsultamente, la ONU resolvió fracturar el territorio palestino para que Israel impusiera su Estado. Ello se tradujo en que de inmediato dos tercios de la población de Palestina fuera expulsada por la fuerza de la tierra de toda su vida, a favor de los colonos israelíes. En términos internacionales, se trata de un crimen de guerra.”
Muaqqat aseguró que a través de los años, el territorio palestino quedó confinado a un 22 % de su nación original. Es decir, pese a que la ONU entregó un 56 % de Palestina a los colonos israelíes, con el tiempo, se hicieron del 78 %, y continúan avanzando. Separados terminaron Franja de Gaza y Cisjordania. Como si no bastara, actualmente “la mitad del 22 % permanece confiscado por Israel”. La política de asentamientos israelíes es un cáncer que avanza con violencia y más allá de todo juicio internacional, cada día que pasa.
“Israel está dejando sistemáticamente, sin alimento, sin hogar, sin olivos, sin pan a mi gente”, manifestó el Embajador, y agregó “que la vida resulta sumamente difícil de sobrellevar. Hemos sido víctimas de dos tipos de terrorismo por parte de Israel, uno necesario para el otro: el informativo y el colono-militar. Con los poderes de la maquinaria mediática mundial y bélica de su lado, Israel ha intentado transformar todo tipo de resistencia palestina en un acto de terrorismo. Es como si los independentistas de América Latina fueran tildados de terroristas.”
-¿Y qué demanda Palestina?
“Que Israel congele su estrategia de asentamientos para contar con las condiciones básicas para dialogar la paz definitiva y duradera. En 1993 se firmaron los acuerdos de Oslo que resumidamente, indicaban el establecimiento del Estado de Palestina en Franja de Gaza y Cisjordania. Pero desde entonces se han triplicado los asentamientos israelíes. ¿Cuánto más debemos sacrificar? De los 11 millones de palestinos existentes, 6 millones permanecen en la diáspora, expatriados de nuestro territorio a causa del terror. En tanto, Israel emplea mil y una excusas para postergar el proceso de paz y ganar tiempo para expulsarnos totalmente. Israel es una fábrica de pretextos al respecto.”
-¿Y Estados Unidos?
“Es absolutamente obsecuente a los intereses de Israel. Es su soporte más importante. Salvo excepciones decorosas, tanto demócratas como republicanos financian sus campañas electorales y más, mediante corporaciones empresariales cuyos propietarios son israelíes. Estamos hablando de la primera potencia militar que ha conocido la humanidad. Es la fuerza contra la razón.”
-¿Y cuál es la estrategia de Palestina?
“La lucha pacífica y diplomática. De esta manera, el mundo sabrá por fin quién es el que no quiere la paz; quién es la víctima; quiénes son los que sufren. Es cierto. Hubo un horrible holocausto judío. Pero hoy existe un igualmente espantoso holocausto palestino. Todos nuestros derechos humanos han sido violados.”
-¿Pero está Palestina en condiciones de ser un Estado?
“Ya hemos construido todas las instituciones propias de un país que demanda el mundo. Desde el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, hasta el concierto prácticamente unánime del globo lo saben y lo reconocen. Incluso en mejor situación que países que ya tienen dos décadas de independencia y soberanía. Ya somos un Estado de hecho. Por eso fuimos al Consejo de Seguridad de la ONU para ser reconocidos. A pesar de las amenazas del gobierno norteamericano. Si en el corto plazo fracasan nuestras gestiones, no cejaremos ni un instante de demandar y solicitar ser el Estado 194 de la ONU. Que tiemble la injusticia ante el dolor de mi pueblo. Nuestra voluntad es inquebrantable y nuestro horizonte, luminoso.”
UN TESTIMONIO ARDE EN EL CORAZÓN DE ESTEBAN
Esteban Vargas es un estudiante peruano que cursa Comunicación Social y Teología en Buenos Aires. Profundas convicciones cristianas conducen sus decisiones de vida.
“Me atrae la idea de colaborar modestamente con la solución pacífica entre el conflicto de Palestina y el Estado de Israel”, dice Esteban que participa en el programa desde fines de 2011, y añade que “creo que los latinoamericanos tenemos una deuda histórica en este importante asunto. Hemos hecho muy poco aún.”
-¿Y si pudieras viajar al territorio palestino ocupado militarmente por Israel, concretamente a qué te abocarías?
“Me interesa acompañar a los chicos y chicas en la zona de conflicto. Ocurre que muchas veces son los civiles y, en especial, los niños, quienes más sufren en estos casos. Los más castigados son los que pierden sus casas de un momento a otro, a sus familiares, quedando en la más absoluta indefensión.”
-¿En qué Iglesias profesas tu fe y tu práctica?
“Vengo de la Iglesia Pentecostal en Perú, y en Argentina asisto a una Iglesia Bautista. Algunos piensan que el culto a una fe nos libra de las calamidades del mundo; como si una estructura ‘nos salvara’ del compromiso concreto con los más débiles. Pero Cristo nos enseñó que es primordial ofrendar nuestros servicios existenciales a quienes más los precisan. Es decir, el cristianismo no sólo es cuestión de palabras, sino de actos. Para mí, tiene infinitamente más valor lo que uno hace que lo que dice.”
-¿No tienes miedo de experenciar tu fe en una zona calificada casi siempre como ‘peligrosa’ o ‘de riesgo’?
“¿Quién no tiene miedo? Sin embargo, no hay estadio cristiano y humano más alto que dar la vida por aquel que lo necesita.”
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