Último carcelero nazi murió en Múnich
Falleció a los 91 años de edad en una residencia como cualquier otro anciano. Pero el pasado de John Demjanjuk, uno de los últimos criminales nazis, fue todo menos normal.
En mayo de 2011, Demjanjuk, nacido en Ucrania, fue condenado a cinco años de prisión que nunca cumplió por haber colaborado en 1943 en la muerte de más de 28.000 judíos en el campo de concentración de Sobibor, en Polonia.
El juez le exoneró por su elevada edad, su estado de salud y por motivos de proporcionalidad. Fiscalía y defensa recurrieron. El Tribunal Supremo Alemán debía pronunciarse, pero finalmente su culpabilidad nunca quedará refrendada por una sentencia firme.
Durante el proceso en Múnich hace año y medio, se suspendieron numerosas vistas por culpa de su mala salud, que le obligaba a ser tratado dos veces al día durante 90 minutos. Ante las acusaciones, su única respuesta fue un silencio constante.
Al final, el juez consideró probado que Demjanjuk fue en 1943 vigilante de Sobibor y cómplice del asesinato de al menos 28.060 judíos. "El campo fue construido específicamente para el exterminio de personas y quien allí prestara servicio era automáticamente parte de esa maquinaria mortal. Demjanjuk tuvo la posibilidad de huir", justificó la sentencia.
dpa
Editor: José Ospina-Valencia
Juicio a Demjanjuk: “Nombrar al crimen por su nombre”
Demjanjuk: culpable, pero libre
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