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Centros Chilenos en el Exterior

No tengo nada que ver con Evelyn

No tengo nada que ver con Evelyn

La Nación

Miércoles 22 de octubre de 2008   

Por Gabriela García

Magdalena Matthey presenta nuevo disco y habla de política

Latinoamericana de raíz, la cantautora lanzará el 31 de octubre en la SCD Vespucio, su cuarto álbum: "Afuera". Y mientras se detiene en un Chile vertiginoso y confirma su presencia en el homenaje a Allende, aclara que su parecido con la senadora UDI, sólo es un mal chiste.

 Foto: “Mi intención es tocar la fibra humana, insistir en la afectividad en tiempos de tecnología y guerra”, dice la artista.

Su apellido suena igual que el de la rubia pero de lazos sanguíneos, ni hablar. "Es divertido, porque no toda la gente se atreve a preguntarme si somos familiares. Me quedan mirando hasta encontrarme el parecido o sencillamente se equivocan de nombre", cuenta Magdalena Matthey, una de las cantautoras de fusión latinoamericana más prometedoras de la escena nacional. La coincidencia le ha traído más de un problema.

Como en 1995, cuando siendo jurado del Festival de Viña del Mar, la presentaron como Evelyn Matthei. O cuando sus mismos colegas le han aconsejado cambiarse el nombre para sacudirse los estigmas. "A menos que haya sido un desliz del abuelo, no tengo nada que ver con ella. Estoy de la otra vereda, tengo otra sangre y otro pensamiento", expresa sonriendo.

Claro que son opuestas. Y es que mientras la rubia política se fascinaba con el uniforme planchado de su padre (el general en retiro de la Fuerza Aérea, Fernando Matthei) la cantautora, pasaba su infancia prendada a las historias de campo de su madre.

Nostálgica, esta mujer de 35 años actualmente está promocionando "Afuera", su cuarto disco. La producción fue balanceada por Sergio "Tilo" González y mezcla ritmos brasileños, boleros, cumbia, zamba y blues con delicados violines y piano. Además, cuenta con la colaboración de Pedro Aznar, a quien Matthey define como un hombre sencillo que posee "una sensibilidad atrapante". "Mi intención es tocar la fibra humana, insistir en la afectividad en tiempos de tecnología, guerra, políticos que no se entienden, corrupciones. Sé que voy contra la corriente, pero es para esto que fui hecha", explica sobre el trabajo que se escuchará el 31 de octubre en la Sala SCD Vespucio.

- ¿Y qué es lo que echas afuera en este álbum?
-Más que nada es una invitación a ser auténticos. Siento que estamos envueltos en un sistema complicado, vertiginoso, que tenemos miedo. Y se nos han ido olvidando los ritos cotidianos, cosas tan sencillas como barrer la calle.

Y es justamente contra ese sistema "sobrepasados de poder y mentira", que Matthey ha confirmado su presencia en la próxima Feria del Libro de Santiago, donde interpretará una cantata realizada con versos de Gabriela Mistral, que se grabó con el título "Meciendo" y que promueve la no violencia contra la mujer. O en "Cien años, mil sueños", el homenaje a Salvador Allende. Sobre éste último, dice: "Es un personaje tremendamente humano y merece todos mis respetos. Recuerdo que era muy pequeña y salía a tocar ollas a la calle, que había toque de queda y nunca sabía si mis papás iban a llegar, me crié respirando un aire curioso, pisando huevos y un tributo como éste es necesario para recordar lo que fuimos", remata.

 

 

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