Como afrontar la crisis internacional.
Es absolutamente claro a esta altura de los acontecimientos que la crisis financiera internacional se extenderá también a la faz productiva de los países industrializados; los que ya se van asomando a una recesión cuya profundidad está por verse.
Por Humberto Tumini.
Esto afectará también al resto de las naciones del mundo, de distinta maneras, habida cuenta del peso de las economías centrales.
Por lo pronto en ese escenario presente y futuro, la Argentina tendrá que afrontar -entre otras cosas- una baja en los precios y en los volúmenes de sus exportaciones; además de una presión de importaciones a precio de dumping competitivas de productos locales. Todo ello sumado a una restricción casi total de préstamos e inversiones extranjeras, debido a la falta de liquidez internacional y de la búsqueda de parte de los capitales externos de refugios seguros como los bonos del tesoro de los EEUU; y con una salida de dinero al exterior en concepto de repatriación de utilidades de las empresas extranjeras.
Todo ello presionará hacia abajo nuestra economía, con el riesgo cierto de que retrocedamos en logros fundamentales obtenidos en estos últimos cinco años, como son -fundamentalmente- el crecimiento económico, la reindustrialización, la disminución de la desocupación y la pobreza.
¿Qué medidas debería entonces tomar el gobierno nacional a los efectos de impedir esto; y de continuar construyendo un país distinto del que nos dejó el modelo neoliberal en beneficio de los mismos que ahora están llevando al mundo a la catástrofe?
Por lo pronto y como primera medida hay que cuidar la caja. Es decir las reservas monetarias del país. Para ello no hay que pagar, mas allá del anuncio que se hizo, la deuda al Club de París. Sería un gravísimo error hacerlo en momentos como los actuales, entre otras cosas, de gran demanda interna de dólares que impide recuperar lo que se abone. Esa deuda hay que refinanciarla a largo plazo y con un importante período de gracia. Sino, dejarla estar para mas adelante como se hizo hasta ahora.
Pero hay que ir mas allá con la deuda externa, y refinanciar todos los pagos del 2009 y 2010. Estén o no estén de acuerdo los acreedores. El país necesita esos recursos para afrontar la crisis y no hay que ceder al chantaje de que si no pagamos nadie nos dará créditos, ni habrá inversiones y nos "aislaremos del mundo". Tampoco las habrá si pagamos y el perjuicio será enorme. Debemos ser firmes con los acreedores en una circunstancia tan difícil y excepcional.
Si refinanciamos la deuda de los próximos dos años -por cierto, a tasas razonables- no necesitamos tener un superávit fiscal tan alto como hasta ahora (mas difícil de obtener en un marco de disminución de la recaudación impositiva). Y con esos recursos que no se van al pago de la deuda externa, podemos sostener en niveles adecuados la obra pública que genera producción diversa y mucho empleo. También podremos dar crédito público a bajo costo para promover una mas activa sustitución de importaciones que descomprima la balanza comercial externa; y crédito blando a la pequeña y mediana empresa que es la principal fuente de trabajo. Aparte de sostener e incrementar la asistencia social a los mas desprotegidos y humildes; como por ejemplo otorgando un subsidio universal por hijo.
Deberíamos, paralelamente, aumentar los gravámenes a la renta financiera; lo que nos permitiría sumar ingresos presupuestarios para sostener la economía nacional mejor en una crisis mundial tan significativa. Coincidimos con la Presidenta cuando dice que el país está mucho mejor preparado que en otras ocasiones. Pero no alcanza con ello. Hay que desplegar con toda decisión una estrategia de emergencia que preserve y proteja cuidadosamente el interés nacional y el de las mayoría populares; tomando claramente distancia de las recetas de aquellos "gurues" que representan los intereses de las poderosos de aquí y de afuera, opuestos por el vértice a los nuestros.
Humberto Tumini
Movimiento Libres del Sur.
0 comentarios