El prontuario del ex fiscal militar detenido en España
Podlech y su trato a detenidos y torturados después del Golpe
Llegó a la ex Penitenciaría de Temuco el 11 de septiembre del 73 vestido de militar para liberar a los militantes de Patria y Libertad, según el testimonio del jefe del penal. Un detenido y torturado en el regimiento Tucapel de la misma ciudad, recuerda que cuando no le gustaban las declaraciones, los enviaba con los agentes de inteligencia ‘’para que los trabajaran un poco más’’. Alfonso Podlech fue alumno en la Escuela Militar de Sergio Arellano Stark, quien dirigió la Caravana de la Muerte y que también pasó por la capital de la Araucanía, precisamente cuando el primero asesoraba a la justicia castrense.
Jorge Molina Sanhueza
Jorge Molina Sanhueza
Aunque el ministro de fuero Alejandro Solís no ha logrado comprobar la participación de Alfonso Podlech en algunos de los procesos de violaciones de derechos humanos que tramita, y por tanto no lo ha sometido a proceso, existen una serie de declaraciones en distintos expedientes, que revelan el carácter y la personalidad de este abogado que trabajó como fiscal militar en Temuco desde 1974.
Actualmente este abogado, ex integrante de la Corte de Apelaciones de la Novena Región, conocido en la plaza de los profesionales del derecho como un sujeto acucioso y un penalista nato, está detenido en el penal Soto del Real, ubicado de las afueras de Madrid, España, por su presunta vinculación en la desaparición del ex sacerdote chileno-italiano, miembro del grupo de cristianos por el socialismo, Omar Venturelli Leonelli.
La privación de libertad fue decretada por el juez español Baltasar Garzón, el mismo que logró mantener a Pinochet detenido en Inglaterra por casi 2 años. En Italia, en tanto, el caso lo lleva el fiscal Giancarlo Capaldo, que extendió la orden de captura en su contra.
El alumno de Arellano
Testimonios en procesos por desapariciones y torturas en Temuco, entregan un perfil detallado de la personalidad y el actuar del ex fiscal militar en los meses posteriores al golpe militar.
Podlech, en una de sus primeras declaraciones en un caso de derechos humanos, por la muerte de Jaime Eltit ocurrida en Temuco, señala que siendo oficial de reserva y ejerciendo su profesión de abogado, lo llamó el Comandante de la época del regimiento Tucapel, Pablo Iturriaga Marchesse, para que le ayudara al fiscal militar Luis Jofré, “especialmente en la organización de los Consejos de Guerra”.
Aseguró entonces que sólo asumió como fiscal militar en plenitud a partir del 2 de marzo de 1974. Es este punto el que no le ha permitido al juez Solís encausarlo o relacionarlo como autoridad superior a las muertes ocurridas en los meses posteriores al golpe del 73. “De esta manera, estos hechos no me incumben y tampoco tengo conocimiento de ellos”, declaró Podlech.
Alumno de Sergio Arellano Stark cuando estuvo en la Escuela Militar, quien después del Golpe encabezaría la tristemente célebre Caravana de la Muerte, comitiva militar encargada de acelerar los Consejos de Guerra, Podlech testimonió en 2004 nuevamente su inocencia.
Pero uno de los gendarmes de aquella época, Alfredo García, quien llegaría a ser director regional de la Araucanía en 1998, recuerda que el 11 de septiembre, Podlech llegó a la Penitenciaría de Temuco, vestido de militar a “sacar” a los detenidos que pertenecían al Frente Nacionalista Patria y Libertad. Podlech, en todo caso, lo niega tajantemente.
“En 1973 me encontraba cumpliendo funciones en la ex penitenciaría de Temuco, con el grado de teniente, como jefe interno de ese establecimiento. El día 10 de septiembre recuerdo que había unos 250 internos, entre los cuales había personas que pertenecían al MIR y otras a Patria y Libertad. El 11 cuando nos enteramos del Golpe, llegó Alfonso Podlech vestido de uniforme militar, quien nos ordenó dejar libres a estos últimos, ignorando motivos”, declaró García en 2001.
”Sabia que éramos torturados”
En 2002 Podlech se enfrentó en un careo con uno de los detenidos y torturados en el regimiento Tucapel, Víctor Maturana. Podlech negó tener conocimiento de los todos los hechos, pero Maturana volvió a la carga, vinculándolo con las muertes y desapariciones.
“Me resulta difícil de creer que el señor Podlech, que era el asesor jurídico de la Fiscalía Militar de ese entonces, no sepa de la presencia y destino de Jaime Eltit y de otros detenidos desaparecidos, por cuanto, en los hechos, él era el fiscal, dadas las características de Jofré Soto ya que no era abogado y además por su personalidad podía ser fácilmente sobrepasado, además del hecho indesmentible de que la fiscalía funcionaba en estrecha relación y colaboración con el servicio de inteligencia del regimiento Tucapel”, insistió.
En 1973 funcionaba en Temuco el Comando Adjunto Jurisdiccional Sistema Situación Interna (CCAJSI) donde se coordinaba la represión desde la gobernación, a cargo de Iturriaga Marchessi y el entonces intendente Hernán Ramírez Rurange. Este último sería posteriormente el edecán de Pinochet, y luego llegaría a jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), estando actualmente procesado por el secuestro del químico de la DINA Eugenio Berríos, ocurrido en 1991.
En otro testimonio el mismo Maturana asegura que “Podlech sabía que éramos torturados”. “Muchas veces cuando no quedaba conforme con nuestras declaraciones nos mandaba con el personal del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) porque nos tenían que trabajar un poco más”.
Kattie Jerson Villalobos, también testimonia sobre Podlech, argumentando que dirigió el primer consejo de guerra en 1974 en contra del MIR, donde se dictaron altas condenas. Otra detenida y torturada en aquella época, Natacha Carrión, residente en Bélgica, recuerda que estando privada de libertad, Podlech llevó a una comitiva de la Cruz Roja para determinar el estado de salud de los detenidos. Era 975. Carrión aprovechó la oportunidad de pedirle información sobre su marido -hoy desaparecido- comprometiéndose Podlech ante la comitiva de hacer una investigación interna y obtener datos de su paradero. Para ello le pidió que redactara una carta.
“Recuerdo que a los pocos días el fiscal Podlech me citó para decirme que mi marido nunca había sido detenido, que habría aprovechado la ocasión para irse del país con otra mujer”, relató. Esta respuesta fue muy utilizada por los servicios represivos de la época.
Hermano exiliado
Podlech tuvo un hermano, quien falleció en mayo de este año, que en 1982, desde la presidencia de la Asamblea Nacional de los Gremios y siendo un declarado nacionalista, enfrentó al régimen militar por la mala política económica. “Hemos perdido toda fe en este gobierno, no podemos creerle más. Toda situación económica debe pasar por una apertura política”, declaró en una entrevista a la desaparecida revista Hoy en diciembre del 82. La ira de Pinochet no se hizo esperar. Carlos Podlech fue detenido y enviado al exilio.
Actualmente este abogado, ex integrante de la Corte de Apelaciones de la Novena Región, conocido en la plaza de los profesionales del derecho como un sujeto acucioso y un penalista nato, está detenido en el penal Soto del Real, ubicado de las afueras de Madrid, España, por su presunta vinculación en la desaparición del ex sacerdote chileno-italiano, miembro del grupo de cristianos por el socialismo, Omar Venturelli Leonelli.
La privación de libertad fue decretada por el juez español Baltasar Garzón, el mismo que logró mantener a Pinochet detenido en Inglaterra por casi 2 años. En Italia, en tanto, el caso lo lleva el fiscal Giancarlo Capaldo, que extendió la orden de captura en su contra.
El alumno de Arellano
Testimonios en procesos por desapariciones y torturas en Temuco, entregan un perfil detallado de la personalidad y el actuar del ex fiscal militar en los meses posteriores al golpe militar.
Podlech, en una de sus primeras declaraciones en un caso de derechos humanos, por la muerte de Jaime Eltit ocurrida en Temuco, señala que siendo oficial de reserva y ejerciendo su profesión de abogado, lo llamó el Comandante de la época del regimiento Tucapel, Pablo Iturriaga Marchesse, para que le ayudara al fiscal militar Luis Jofré, “especialmente en la organización de los Consejos de Guerra”.
Aseguró entonces que sólo asumió como fiscal militar en plenitud a partir del 2 de marzo de 1974. Es este punto el que no le ha permitido al juez Solís encausarlo o relacionarlo como autoridad superior a las muertes ocurridas en los meses posteriores al golpe del 73. “De esta manera, estos hechos no me incumben y tampoco tengo conocimiento de ellos”, declaró Podlech.
Alumno de Sergio Arellano Stark cuando estuvo en la Escuela Militar, quien después del Golpe encabezaría la tristemente célebre Caravana de la Muerte, comitiva militar encargada de acelerar los Consejos de Guerra, Podlech testimonió en 2004 nuevamente su inocencia.
Pero uno de los gendarmes de aquella época, Alfredo García, quien llegaría a ser director regional de la Araucanía en 1998, recuerda que el 11 de septiembre, Podlech llegó a la Penitenciaría de Temuco, vestido de militar a “sacar” a los detenidos que pertenecían al Frente Nacionalista Patria y Libertad. Podlech, en todo caso, lo niega tajantemente.
“En 1973 me encontraba cumpliendo funciones en la ex penitenciaría de Temuco, con el grado de teniente, como jefe interno de ese establecimiento. El día 10 de septiembre recuerdo que había unos 250 internos, entre los cuales había personas que pertenecían al MIR y otras a Patria y Libertad. El 11 cuando nos enteramos del Golpe, llegó Alfonso Podlech vestido de uniforme militar, quien nos ordenó dejar libres a estos últimos, ignorando motivos”, declaró García en 2001.
”Sabia que éramos torturados”
En 2002 Podlech se enfrentó en un careo con uno de los detenidos y torturados en el regimiento Tucapel, Víctor Maturana. Podlech negó tener conocimiento de los todos los hechos, pero Maturana volvió a la carga, vinculándolo con las muertes y desapariciones.
“Me resulta difícil de creer que el señor Podlech, que era el asesor jurídico de la Fiscalía Militar de ese entonces, no sepa de la presencia y destino de Jaime Eltit y de otros detenidos desaparecidos, por cuanto, en los hechos, él era el fiscal, dadas las características de Jofré Soto ya que no era abogado y además por su personalidad podía ser fácilmente sobrepasado, además del hecho indesmentible de que la fiscalía funcionaba en estrecha relación y colaboración con el servicio de inteligencia del regimiento Tucapel”, insistió.
En 1973 funcionaba en Temuco el Comando Adjunto Jurisdiccional Sistema Situación Interna (CCAJSI) donde se coordinaba la represión desde la gobernación, a cargo de Iturriaga Marchessi y el entonces intendente Hernán Ramírez Rurange. Este último sería posteriormente el edecán de Pinochet, y luego llegaría a jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), estando actualmente procesado por el secuestro del químico de la DINA Eugenio Berríos, ocurrido en 1991.
En otro testimonio el mismo Maturana asegura que “Podlech sabía que éramos torturados”. “Muchas veces cuando no quedaba conforme con nuestras declaraciones nos mandaba con el personal del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) porque nos tenían que trabajar un poco más”.
Kattie Jerson Villalobos, también testimonia sobre Podlech, argumentando que dirigió el primer consejo de guerra en 1974 en contra del MIR, donde se dictaron altas condenas. Otra detenida y torturada en aquella época, Natacha Carrión, residente en Bélgica, recuerda que estando privada de libertad, Podlech llevó a una comitiva de la Cruz Roja para determinar el estado de salud de los detenidos. Era 975. Carrión aprovechó la oportunidad de pedirle información sobre su marido -hoy desaparecido- comprometiéndose Podlech ante la comitiva de hacer una investigación interna y obtener datos de su paradero. Para ello le pidió que redactara una carta.
“Recuerdo que a los pocos días el fiscal Podlech me citó para decirme que mi marido nunca había sido detenido, que habría aprovechado la ocasión para irse del país con otra mujer”, relató. Esta respuesta fue muy utilizada por los servicios represivos de la época.
Hermano exiliado
Podlech tuvo un hermano, quien falleció en mayo de este año, que en 1982, desde la presidencia de la Asamblea Nacional de los Gremios y siendo un declarado nacionalista, enfrentó al régimen militar por la mala política económica. “Hemos perdido toda fe en este gobierno, no podemos creerle más. Toda situación económica debe pasar por una apertura política”, declaró en una entrevista a la desaparecida revista Hoy en diciembre del 82. La ira de Pinochet no se hizo esperar. Carlos Podlech fue detenido y enviado al exilio.
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