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Gendarmería no nos permitió conocer su realidad

Gendarmería no nos permitió conocer su realidad Por Gabriel Bahamondes / La Nación  Pali García responde a los cuestionamientos de la serie de TVN

La actriz y directora teatral interpreta a la ahombrada Raquel en “Cárcel de mujeres”, una interna lesbiana que lucha por el liderazgo del recinto y el amor de Camila (Claudia Di Girólamo). En tanto en la vida real su papel y la serie que protagoniza ya causaron molestia en los círculos más altos de Gendarmería.  

Parece que las polémicas le hacen bien a TVN. La ecuación es simple. A mayor discusión temática en torno a sus producciones del canal estatal, mayor atracción del público, y mejor rating. Si primero fue "Alguien te mira", y sus crudas escenas de violencia cuestionadas por sectores conservadores, hoy "Cárceles de mujeres" se instala en la polémica por el duro retrato del encierro que reciben las internas en los recintos penitenciarios del país. Pero una voz de alarma sonó desde Gendarmería. Alejandro Jiménez, director, dijo que la puesta en escena que protagoniza Claudia Di Girólamo distorsiona la labor que cumplen los gendarmes.

En tanto la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup), a través de su cabeza, Pedro Hernández, se sumó a las quejas y el viernes anunció que se tomarían acciones legales contra TVN. Además, emplazó a presidente del directorio de TVN, Francisco Vidal, por "dejar mal" al gobierno del que fue parte. Agregó que el tratamiento de la sexualidad en la serie está estigmatizado, y que el uso de un mal vocabulario tampoco es común.

Sin embargo, los ataques tienen hoy sus contraargumentos. Esos que llegaron de la misma boca de las protagonistas de la serie. Claudia Di Girólamo defendió la investigación realizada por las propias actrices y fue enfática al decir: "Que Gendarmería abra las puertas de las cárceles y que cada uno se haga un juicio de lo que hay ahí adentro". Y luego agregó: "Yo vi mujeres vestidas de hombres, yo las vi".

En tanto Paulina García, que interpreta a Raquel, coincidió con Francisco Vidal explicando que se trata de ficción. Además ironizó: "Ojalá las cárceles en Chile tuvieran sólo tres internas por celda".

-¿Qué nivel de investigación se llevó a cabo para construir los personajes y generar la historia de "Cárcel de mujeres"?
-Hablamos con gente que ha trabajado con las internas, entrevistamos personas que estuvieron presas y tuvimos la oportunidad de estar con las internas para ver cómo se relacionaban entre ellas, cuál era el nivel educacional. Estábamos muy intrigados por saber si todas venían del mundo de la pobreza y, de alguna manera, aclarar esa estigmatización social de que en las cárceles no hay personas de estratos medios o altos.

-¿Qué te llamó la atención a la hora de retratar la realidad de la internas?
-Nos interesaba ver como era ahí adentro el tema del mundo lésbico, que es mucho más fuerte en la cárcel porque es más honesto. Ellas me pidieron que no me avergonzara de mi representación. Nosotros no lo escondemos , nos decían. Ninguna de nosotras lo esconde. Tú me miras y sabes que soy lesbiana . Ellas pretendían que pudiéramos reivindicar su situación porque están cansadas de esconderse.

-¿Y esperaban este tipo de críticas de Gendarmería que señalan que "Cárcel de mujeres" distorsiona la labor penitenciaria?
-La molestia surge porque la serie retrata una gendarme que es corrupta. Y supongo que si hablamos de la justicia y ponemos un juez corrupto, seguramente la Corte Suprema saldrá defendiendo a sus pares, es lógico. Pero hay que ubicarse porque esto es ficción y para reportajes está "Informe especial" o "Contacto". Además, Gendarmería no nos permitió conocer su realidad sino que accedimos a un lugar específico de la cárcel, y conversamos con las internas dos o tres horas solamente.

 


LA OTRA GARCÍA

-Estás con el proyecto teatral “La noche” de Eusebio de la Vega, basado en un texto de Marcelo Simonetti. ¿De qué se trata?

-Esto parte como resultado de un taller en el que participé con Juan Rodrigán en la escuela de estudios teatrales de Alfredo Castro, en donde fueron invitados un grupo de escritores vinculados a la novela con la intención de producir una escritura más contundente, más profunda. En este taller conocí a Marcelo Simonetti, quien creó un monólogo que, en un momento determinado, Juan Radrigán me ofreció para dirigir. Me interesó de inmediato y lo ofrecí a Teatro Mori pero aún lo tengo stand by porque estoy en el proceso de encontrar un actor adecuado.

-En la obra llevas a escena a un cantante fracasado…

-Un personaje espera en un estadio, preparándose para su recital y resulta que no llega nadie. Esto pasa porque es un mal cantante y le han dado tribuna por este patetismo que ha instalado en torno a su carrera. Después de esta compleja situación, él decide tomar drásticas decisiones, medidas desesperadas. En el fondo, es la historia de muchos pobres gallos que no tienen la capacidad de mirarse y definir sus limitaciones.

 

 

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