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Centros Chilenos en el Exterior

Iturriaga Neumann cayó por uso de internet y amistades detectables

3 de Agosto de 2007

Sólo el miércoles se conoció su paradero

Por  Jorge Molina Sanhueza

Quien fuera el ex jefe de operaciones exteriores de la DINA, purga desde el jueves su condena en el Penal Cordillera, por la desaparición en 1974 del ex mirista Dagoberto San Martín Vergara, tras permanecer 52 días en clandestinidad. La mala ''caracterización'' y deficientes medidas de seguridad permitieron su captura.

Probablemente el general (R) Raúl Eduardo Iturriaga Neumann no leyó las noticias internacionales el año pasado. Si lo hubiera hecho, habría notado cómo fue capturado en Sicilia el mítico mafioso italiano Bernardo Provenzano, quien pasó más de 40 años en la clandestinidad sin que las autoridades pudieran dar con su paradero.

De haber conocido esa información, habría aprendido que en la era globalizada la tecnología es uno de los peores enemigos de quien desea pasar inadvertido.

Y es que el ex jefe de operaciones exteriores de la DINA, quien alcanzó a estar prófugo de la justicia durante 52 días, cometió el error de mantener comunicación digital (internet) y telefónica.

Una situación que, junto al cruce de datos y los análisis de inteligencia policial, permitió su captura en un departamento con vista al mar en la avenida San Martín, en Viña del Mar.

Cherchez la femme

La comunicación con el exterior, sumado al apoyo que tuvo de militares en retiro, civiles y mujeres de ex uniformados, más la ayuda que la Policía de Investigaciones tuvo de un informante -cuya identidad se mantiene en reserva - le cavaron la tumba.

Fuentes que conocen del tema inteligencia comentaron que el vínculo con las mujeres le jugó también en contra de sus deseos de permanecer oculto. Así, la tradicional expresión francesa usada cuando un crimen no puede ser resuelto, Cherchez la femme (busque a la mujer), se cumplió a cabalidad.

Uno de sus primeros domicilios una vez que escapó el exxx de junio fue en Las Condes, en la calle Las Hualtatas. Hubo hipótesis de que estaba fuera del país, en Uruguay o Brasil; se habló de San Fernando e incluso de Los Ángeles, en el sur del país.

Lo concreto es que usando una vieja técnica del "submarineo", prefirió lo clásico quedándose donde todos lo buscarían.

 

Fuentes de la policía aseguran que siempre le estuvieron pisando los talones, ya que los contactos nunca los perdió, atentando de esa manera contra las medidas de seguridad que se usan regularmente en estos casos.

Por eso, la comparación con Provenzano es atingente, ya que el mafioso no usaba el teléfono, menos internet y se comunicaba "a la antigua", con mensajes escritos en papeles y guardando una férrea compartimentación. Aunque Chile es distinto a Italia, e Iturriaga no es Provenzano.

Ahí no más

Otro de los detalles que llamaron la atención a las fuentes consultadas por este diario fue que la "caracterización" (cambio de apariencia) que usó Iturriaga era "sencillamente mala". Sólo tiño su pelo, se dejó un discreto bigote y modificó su tradicional aspecto formal, como si eso hubiera bastado para pasar inadvertido.

De todos modos, la captura del hombre más buscado de Chile, luego que fuera detenido en Brasil el pedófilo Rafael Maureira (Zakarach), no fue una acción planificada durante semanas.

Su ubicación la tuvo Investigaciones sólo el miércoles, cuando el jefe de la Brigada de Asuntos Especiales y Derechos Humanos (BAE), Rafael Castillo, aseguran fuentes judiciales, le informó al ministro Alejandro Solís de la posibilidad de detenerlo.

Primero, los detectives lo filmaron para tener claridad de que se trataba de la misma persona que buscaban. Un error habría significado el ridículo nacional e internacional.

Fue así como llegaron hasta el departamento en Viña del Mar y antes de las nueve de la mañana irrumpieron, mientras Iturriaga tomaba un solitario desayuno, con una pistola 9 mm. al cinto, siendo detenido sin que opusiera resistencia.

Posteriormente fue exhibido a los medios, mientras los detectives intentaban ingresarlo al cuartel policial, tradicional puesta en escena para que la televisión aproveche de tomar imágenes, como el necesario golpe simbólico para alguien que los mantuvo preocupados por casi dos meses.

A contar de ayer por la tarde, el ex comando del Ejército, ex DINA, ex alumno de la tristemente célebre de la Escuela de Las Américas de Panamá, ex gobernador de Parinacota, ex comandante de la Sexta División del Ejército a principios de los '90, involucrado en los atentados contra el general Carlos Prats, del ex ministro Bernardo Leighton, cumple la condena en el penal cordillera, por la desaparición en 1974 del ex mirista Dagoberto San Martín Vergara.

 

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