El UDI con más llegada en La Habana
GUSTAVO HASBÚN, EL “PUENTE DE PLATA” ENTRE LONGUEIRA Y EL PC
El alcalde de Estación Central viaja todos los años a Cuba y defiende el modelo implantado por Fidel. Fue amigo de Gladys Marín, es primo de un mirista torturado y sobrino del cura Hasbún. Quiere hacer un memorial para los desaparecidos en Villa Francia. Es el sello de una alianza azul y rojo en su comuna.
La Nación |
Por Miguel Paz y Marcelo Garay
En la reunión que sostuvo con Pablo Longueira y Gustavo Hasbún el sábado 17 de marzo en un café de Vitacura, el abogado y concejal comunista Hugo Gutiérrez le puso a Longueira como ejemplo para modificar el sistema binominal la buena relación del PC y la UDI en el concejo municipal de Estación Central.
El encuentro se gestó el martes 13 de marzo, cuando el precandidato presidencial UDI llamó a Hasbún. Con renovado interés le pidió concretar la cita con Gutiérrez, luego de que el presidente de RN, Carlos Larraín, dejara en “stand by” su diálogo con el PC sobre el binominal. La reunión había sido fijada en octubre de 2006 por los involucrados, pero fue postergada varias veces por problemas de agenda de Longueira, Gutiérrez y el propio Hasbún, “el puente de plata” entre ambos y amigo declarado del abogado comunista.
–No somos demonios, nos llevamos bien. Esto que tenemos con “Gustavito” se podría replicar en el resto del país –le habría dicho Gutiérrez a Longueira, mirando a Hasbún sostener un habano en la boca.
Ahora son grandes compinches, pero hasta hace dos años Gutiérrez era el peor enemigo del alcalde de Estación Central en el concejo municipal. Hasbún confiesa que “no lo soportaba”. A tanto llegaron las escaramuzas que durante una sesión del concejo la discusión subió de tono: alcalde y concejal llegaron a las manos.
PACTO DE NO AGRESIÓN
Al año siguiente, Hasbún y Gutiérrez acordaron un “pacto de no agresión”. El abogado estaba cansado de ver que sus denuncias en el concejo y la prensa contra el alcalde no mellaban su popularidad. Además, no le alcanzaba el tiempo para desarrollar eficientemente su trabajo en causas de derechos humanos y torpedear con la misma energía al edil UDI. Desgastado, Gutiérrez puso como condición para firmar la paz y trabajar juntos quedar a cargo de la fiscalización de las finanzas del municipio. También le exigió a Hasbún que incluyera en la planilla de funcionarios de la alcaldía a profesionales PC, entre ellos una hermana de la fallecida líder del PC Gladys Marín.
A diferencia de lo que pudiera pensarse, los vínculos de Hasbún con el PC no tienen que ver con su amigo Hugo Gutiérrez: surgieron en su época universitaria. Cuando Hasbún estudiaba Periodismo en la Universidad Andrés Bello se involucró en la Unión General de Estudiantes Palestinos (UGEP), una organización compuesta mayoritariamente por jóvenes de izquierda o ligados a la “Jota”. Por lo mismo, en más de una ocasión le tocó participar en actos del PC en los que bailó “dapke” (danza árabe) y pudo conocer de cerca a sus adversarios políticos. “Como los comunistas eran tan derechos con los palestinos, nunca tuve problemas con ellos”, dice para explicar uno de los motivos por los que en su partido lo consideren un “rojo”. Los otros tienen que ver con la cercanía que llegó a tener con Gladys Marín antes de su muerte en 2005, y que le llevó a renombrar una parte de avenida Pajaritos en Estación Central como avenida Gladys Marín Millie.
Hasbún mantiene en un lugar destacado de su oficina un retrato que se tomó junto a la líder del PC en Cuba, poco antes de su muerte. Fue aquella relación con Marín lo que determinó también la disposición del alcalde de acercarse a la CUT, participando en sus actos del Primero de Mayo, a rechazar la Ley de Amnistía y a apoyar la modificación del sistema binominal. Hoy, Hasbún organiza, junto a su nuevo socio Gutiérrez un memorial para los detenidos desaparecidos de Estación Central que se ubicará en Villa Francia. Y espera la respuesta del Ministerio de Bienes Nacionales para decidir en qué parte de su comuna ubicará un busto que mandó a hacer en honor a Julio Espinoza Aguilera, diputado y ex coronel de Inteligencia cubano fallecido en 2006, que jugó un rol clave en su progresivo acercamiento a los comunistas.
Fue Espinoza Aguilera, justamente, quien gestionó el acercamiento entre Hasbún y Gutiérrez. El por entonces segundo hombre del Parlamento de Cuba era cercano a Hasbún y vino a Chile en abril de 2005 especialmente para conversar con ambos. Si antes de su gestión lo más suave que Gutiérrez y Hasbún se decían era mentarse la madre, hoy comparten asados y se declaran “rebuenos amigos”.
La influencia de Espinoza fue decisiva para resolver el impasse, logrando la impensable alianza entre el alcalde UDI y el abogado de la hoz y el martillo.
“DEFIENDO CUBA COMO ES”
La relación de Hasbún con Espinoza se remonta a 1996. En febrero de ese año, el joven viajó a La Habana siguiendo a su polola y actual esposa. En la ciudad, Felipe Palacios, ex alcalde designado RN de Estación Central, que está casado con una cubana y reside en la isla, le presentó al parlamentario y se hicieron grandes amigos. Espinoza, usó sus redes para que Hasbún se vinculara con las máximas autoridades cubanas. Desde entonces, el alcalde veranea todos los años en Varadero y La Habana –este verano, por ejemplo, viajó con una veintena de familiares–. Por otra parte, cuando está en la isla, Hasbún suele reunirse con el tercer hombre en la línea de sucesión de la jerarquía castrista, Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Popular.
Al asumir como alcalde de Estación Central en 2000, Hasbún estrechó sus lazos con Cuba y los oficializó, fortaleciendo un acuerdo de cooperación y hermanamiento entre la comuna chilena y la localidad de Playa, en La Habana, donde Espinoza había sido edil. Hasbún también obtuvo del gobierno de Fidel cinco becas anuales para que jóvenes chilenos estudien Medicina en Cuba, y habitantes de Estación Central sean atendidos en centros médicos del país caribeño.
Como una forma de agradecer la ayuda de los cubanos, el alcalde UDI ha hecho todo tipo de gestos. En 2001, por ejemplo, solidarizó con la campaña a favor de los cinco cubanos presos en Estados Unidos acusados de espionaje. Y cada vez que puede habla públicamente a favor del régimen cubano. “Soy defensor absoluto de Cuba como es”, asegura a LND.
Su particular punto de vista también tiene que ver con cuestiones personales. Gustavo Hasbún Selume es descendiente de una numerosa familia árabe que incluye un primo mirista que fue torturado, según consigna el Informe Valech, y al cura anticomunista Raúl Hasbún, primo en tercer grado del padre del alcalde y a quien ha visto una vez en su vida, asegura. Al igual que muchos “paisanos” empresarios y políticos de derecha chilenos, Hasbún sostiene un fuerte espíritu “antiimperialista”, debido al apoyo de EEUU a Israel. Mira con simpatía la solidaridad de Cuba con el pueblo palestino.
Según sus cercanos, Hasbún igualmente se siente en deuda por un gesto que lo marcó profundamente. A los seis meses de edad, su hijo Sebastián fue diagnosticado con un tumor testicular. Cuando Alarcón y Espinoza se enteraron enviaron al mejor urólogo cubano para que viera al niño. El facultativo corrigió el diagnóstico, confirmando que no tenía nada. De ahí que cuando le preguntan por los derechos humanos en la isla, Hasbún responde: “En Cuba no he visto que maten a nadie, no he visto detenidos desaparecidos. Allá no se muere nadie por falta de atención médica”.
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