"Vuelos de la muerte" tienen autor
Ex comandante de Operaciones Navales confirmó ante la justicia argentina la existencia del procedimiento para matar a opositores políticos.
Foto: Según las revelaciones, los "vuelos de la muerte" en aviones como éste habrían sido decididos antes del golpe militar de 1976.
BUENOS AIRES.- Por primera vez, un alto ex jerarca de la Armada argentina reconoció ante la Justicia haber dado instrucciones a sus subordinados para arrojar detenidos políticos al mar desde aviones.
La declaración fue hecha por el vicealmirante retirado Luis María Mendía, de 83 años, actualmente procesado y con prisión domiciliaria debido a su edad. Está enjuiciado por numerosas violaciones a los derechos humanos.
Una confesión similar había sido hecha en 1994 por otro oficial naval, pero de inferior graduación, el ex capitán de fragata Adolfo Scilingo, quien admitió haber participado personalmente en los llamados "vuelos de la muerte". Scilingo está actualmente detenido en España, donde fue condenado a 640 años de prisión.
La dictadura instaurada en marzo de 1976 gobernó hasta diciembre de 1983. Se le atribuye haber hecho "desaparecer" a unos trece mil disidentes políticos, cifra que los organismos defensores de derechos humanos elevan a 30 mil.
Toda la Responsabilidad
Mendía había pedido al juez federal Sergio Torres ampliar su declaración indagatoria, en un trámite que se cumplió ayer.
Según Télam, el ex jefe naval "asumió todas las responsabilidades y dijo haber firmado el denominado 'Placintara' (Plan Capacitación contra Insurgencia Terrorista de la Armada Argentina). En dicho plan se daban instrucciones precisas para la lucha contra la subversión e incluso se planteaba la eliminación física a través de los aviones que, en vuelo, arrojarían los cuerpos vivos y narcotizados".
DYN informa que Mendía se hizo cargo que el plan Placintara "llevaba mi firma" y habría agregado ante el juez que "mis subordinados combatieron con abnegación, valor, valentía, subordinación y heroísmo durante los ocho años que duró la guerra contra las organizaciones subversivas y terroristas".
El ex jefe naval dijo que las acusaciones deberían ser dirigidas contra su persona y "no en contra de los jóvenes oficiales que dieron fiel cumplimiento" a sus órdenes, muchos de los cuales "hoy se encuentran detenidos de manera absolutamente injusta e ilegal".
CONFIRMACIÓN
Scilingo hizo su confesión en 1994 ante el periodista Horacio Verbitsky, presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), uno de los principales organismos defensores de derechos humanos.
Verbitsky enfatizó ayer que la declaración de Mendía "confirma lo que dijo Scilingo hace 13 años. Entonces relató que a principios de 1976, antes del golpe militar del 24 de marzo, el almirante Mendía, entonces comandante de Operaciones Navales, reunió a numerosos oficiales en la Base Naval de Puerto Belgrano", 600 kilómetros al sur.
"Les explicó", relató Horacio Verbitsky, "el método que había decidido aplicar la Armada todavía antes del golpe. Por un lado, el personal naval no iba a vestir uniformes durante los procedimientos 'antisubversivos'. E iban a matar a los prisioneros arrojándolos desde aviones en vuelo. Mendía también les dijo que el método había sido consultado y aprobado por la jerarquía eclesiástica (católica), que los autorizó, porque era una forma cristiana de muerte".
"Los vuelos de la muerte, según se confirma ahora, no fueron producto de la locura de un grupo, sino un plan orgánico puesto en marcha institucionalmente", dijo el titular del CELS.
Caso Esma
El almirante Mendía está siendo investigado por las violaciones a los derechos humanos cometidas por militares y civiles en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), que funcionó como centro de torturas, causa reabierta recientemente por la justicia argentina, tras la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
En la ESMA funcionó el mayor centro de detención ilegal de la dictadura argentina. Se cree que por allí pasaron unas cinco mil personas secuestradas en el marco de la represión ilegal de la guerrilla. Muchas de ellas aún permanecen desaparecidas.
En 1976, Luis María Mendía era comandante de Operaciones Navales. En tal calidad, según había informado a los tribunales, ejercía el comando superior operativo en toda la Armada.
No fue posible confirmar las declaraciones atribuidas al vicealmirante en retiro con sus abogados.
Y el robo de bebés
A Mendía se le conocía, entre otros apodos, por el de "El cristiano", ya que entre las órdenes impartidas a sus subordinados en aquella época de terrorismo de Estado figuraba: "Combatir todo lo que sea contrario a la ideología occidental y cristiana".
El ex marino también habría propuesto el "método de depuración" consistente en robar bebés nacidos cuando sus madres estaban en cautiverio y entregarlos a oficiales o civiles para "evitar la contaminación" que supondría "devolver los hijos a sus familias biológicas".
Mendía no se benefició de las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida, pero sí por el indulto firmado por el ex presidente Carlos Saúl Menem en octubre de 1989.
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