En medio de incidentes Calderón asumió la presidencia de México

Tal como se preveía el acto en el parlamento estuvo matizado por los gritos de los opositores al nuevo mandatario que insistían en el fraude electoral. Manuel López Obrador, en tanto, convocó a una multitudinaria marcha para esta jornada.

lanacion.cl/Agencias

Finalmente se concretó la toma de mando del conservador Felipe Calderón como nuevo presidente de México, jornada que estuvo matizada por una serie de manifestaciones que incluso estuvieron a punto de impedir que en el Congreso el candidato recibiera la banda presidencial.

El flamante mandatario recibió el símbolo de manos del titular de la Cámara de Diputados, Jorge Zermeño y no así del saliente presidente Vicente Fox. "Protesto guardar y hacer guardar la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos", dijo Calderón, flanqueado por su antecesor, Vicente Fox, quien antes compartió una ceremonia en el palacio presidencial de Los Pinos.

La ceremonia no estuvo exenta de inconvenientes pues en todo momento se escucharon sin cesar gritos de opositores que rechazaban su investidura que enturbiaban la entonación del himno de este país.

Desde temprano se notaba que la jornada sería tensa. No en vano se optó porque el mandatario electo asistiera a una ceremonia de entrega de la bandera en la residencial presidencial de Los Pinos, y no en el parlamento como es habitual. Aquí emitió su primer discurso a la nación en que afirmó que “no ignoro la complejidad de la situación política y nuestras divergencias, pero estoy convencido de que hoy debemos poner fin a nuestros desacuerdos".

Acto seguido se vislumbraba su inmediato traslado al parlamento, sin embargo, comenzaron las informaciones de incidentes en la Cámara de Diputados. En el lugar se desato una reyerta entre opositores a Calderón que bloqueaban el acceso al recinto y sus simpatizantes que intentaban desalojar el lugar.

A la par que ello se desarrollaba, en el Zócalo de la ciudad, tradicional sitio de reunión de los mexicanos, el otro candidato presidencial Andrés López Obrador, insistía en que los comicios pasados habían sido un fraude y convocaba a una multitudinaria marcha.