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Centros Chilenos en el Exterior

Unidad latinoamericana, kirchnerismo y movimientos sociales

Repercusiones de los encuentros de Córdoba

Por: PRENSA DE FRENTE

www.argenpress.info

“Mientras los presidentes vamos de cumbre en cumbre, los pueblos parecen ir de miseria en miseria', solía decir Hugo Chávez años atrás, cuando se encontraba con menos presidentes 'compañeros y amigos' que avalaran sus iniciativas bolivarianas. Las contracumbres o 'Cumbres de los Pueblos' también empezaron a ser notorias, primero para contraponerse a la iniciativa del ALCA que impulsa EEUU, y después como espacio de encuentro de ONGs y algunos movimientos sociales. En Córdoba volvió a ponerse en evidencia el rechazo que el kirchnerismo siente hacia toda iniciativa popular que no se subordine mansamente a su proyecto político 'desde arriba'.

La Cumbre de los Pueblos que se realizó en forma paralela al XXX Encuentro de presidentes del MERCOSUR, esta vez tuvo menos peso, menos difusión que en ocasiones anteriores. Organizaciones oficialistas como Barrios de Pie, que solían disputar espacio al interior de estas cumbres de ONGs y organizaciones populares para garantizar que no se criticara al gobierno argentino en sus definiciones, esta vez eligieron dar cuerpo a un espacio netamente kirchnerista que acompañara acríticamente al encuentro de los presidentes. Junto a una veintena de funcionarios del gobierno, Estela de Carlotto y el Movimiento Evita organizaron las 'Jornadas por la participación social en el MERCOSUR', como forma de disputa con la Cumbre de los Pueblos. Para completar el vacío, el funcionario de la cancillería Isaac 'Yuyo' Rudnik, ex piquetero de Patria Libre, fue el encargado de impedir personalmente el ingreso de una delegación de la Cumbre de los Pueblos que llevaba las conclusiones de los tres días de debate para ser entregadas a los presidentes. Referentes de la ONG Diálogo 2000, de los Movimientos Campesinos de Córdoba, Santiago del Estero y Mendoza, y de la CTA (del sector que no se alineó automáticamente con el gobierno), fueron retenidos en la puerta del Estadio Chateau Carreras por un 'piquete' unipersonal del ahora funcionario Rudnik, que les impidió el paso a pesar de que contaban con una invitación por escrito para entregar el documento en cuestión después de la multitudinaria marcha del día viernes.

También Hebe de Bonafini, en su discurso de presentación de Chávez y Fidel Castro en el Campus Universitario, demostró cómo reacciona el kirchnerismo ante las expresiones de independencia de los movimientos populares. Después de hablar del 'compañero Kirchner' y recibir una considerable silbatina de militantes de izquierda y el grueso de la gente que espontáneamente había ido a escuchar a Fidel (también hubo aplausos de los sectores kirchneristas), Hebe agradeció al Rector de la Universidad de Córdoba, el neoliberal Jorge González, presente en el palco por ser el 'anfitrión' y por haber distinguido a Fidel y Chávez como ciudadanos ilustres. La rechifla en este caso fue de mayor dimensión, impulsada por las agrupaciones universitarias que enfrentan a González en su lucha por una educación pública, gratuita y al servicio del pueblo. También Fidel agradeció al Rector y se topó con los silbidos, pero al comprender la situación, el líder cubano dijo a los estudiantes: 'Bueno, después ustedes saquen sus conclusiones', y congraciándose con el reclamo popular, abundó durante más de media hora en fundamentadas críticas a los topes de ingreso en carreras como Medicina, la lógica mercantil en la educación, la necesidad en formar más profesionales orientados por una vocación humanista y solidaria y no según las reglas del mercado, lo que alimentó nuevas rechiflas y cánticos contra el funcionario de la Universidad que seguía en el palco hostigado por el repudio popular, y alentó las banderas de lucha del movimiento estudiantil. Bonafini, en cambio, tuvo una reacción inversa: cerró filas con el Rector buscando evitar el repudio, respondiendo a quienes chiflaban: 'Estamos acá por la unidad latinoamericana, no nos quedemos en lo chico, hagamos política'.

{€{¿Acaso con prestarse para la foto con Fidel y Chávez, el rector neoliberal ya se gana su lugar en la 'unidad latinoamericana'? ¿O defender y profundizar las luchas reivindicativas por la educación, o el trabajo o el medioambiente, aunque implique chiflar hacia un palco donde esté Fidel Castro, es quedarse en la chiquita y no 'hacer política'?

Ni el documento elaborado por la Cumbre de los Pueblos que el funcionario de Patria Libre rechazó en nombre del gobierno, ni el repudio hacia el rector neoliberal que Bonafini cuestionó, van en contra de la 'unidad latinoamericana'. Por el contrario, son expresiones de movimientos sociales que buscan darle un verdadero contenido de transformación social a este proceso continental. Y eso al kirchnerismo, queda claro, le molesta, lo rechaza, lo impugna.

La 'puñalada por la espalda' que constituyó la entrega de la carta por la situación de la médica cubana Hilda Molina a la delegación cubana, en cambio, sí aparece como una clara traición a cualquier proyección de independencia latinoamericana, alimentando la reacción de la gusanada pro norteamericana que busca derrocar al régimen de la isla y que financió el fallido golpe de estado de 2003 en Venezuela. Pero eso no fue cuestionado ni por Patria Libre-Barrios de Pie ni por Hebe de Bonafini. Poner a Kirchner en el contexto de su propia historia política ayudaría a esos sectores a ver cómo, emulando a Perón, en este proceso el presidente no hace más que poner el guiño a la izquierda para girar a la derecha.

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