El submarino que pudo cambiar la historia
TENÍA PROPUESTA DE PAZ QUE PUDO EVITAR EL HOLOCAUSTO NUCLEAR DE HIROSHIMA Y NAGASAKI
El I-52, un poderoso submarino japonés, no sólo transportaba oro y opio. Su valiosa carga también incluía una propuesta de paz para Estados Unidos para terminar la Segunda Guerra Mundial mucho antes que el Enola Gay lanzará las bombas atómicas sobre Japón. Hundido en 1944, un buscador de tesoros ya localizó el valioso pecio y ahora apuesta rescatar el histórico documento y develar el fascinante misterio que pudo cambiar buena parte de la historia de la segunda mitad del siglo XX.
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Foto: El submarino japonés I-52. Paul Tidwell ya ha hecho dos exploraciones al lugar, pero no ha podido rescatar su carga, que incluiría una desconocida propuesta de paz para Estados Unidos.
Paul Tidwell, un buscador de naufragios, dice creer que los restos de un submarino hundido por Estados Unidos en el Atlántico el 23 de junio de 1944 podría contener una proposición de paz por parte de Japón que nunca llegó a destino.
El aventurero lleva años tratando de recuperar el I-52, cuyos restos descansan a 5.500 metros de profundidad entre Cabo Verde y Barbados, a mil millas de tierra firme, en medio del Atlántico.
La nave transportaba 105 pasajeros, dos toneladas de oro y una cifra similar de opio utilizada para aplacar el dolor de los heridos.
Paul Tidwell, tras estudiar documentos desclasificados de Estados Unidos, concluyó que los japoneses tenía conversaciones preliminares con EE.UU. para lograr la paz antes del holocausto nuclear de Hiroshima y Nagasaki. |
Después de estudiar detalles sobre la misión del I-52 y documentos militares desclasificados en Washington en 1990, Tidwell se lanzó en una frenética búsqueda.
“Yo sabía que el I-52 era especial y que traía oro”, señaló en un reciente artículo publicado en The Guardian.
Sin embargo, la nave nipona traía algo más que oro y opio. Según los documentos estudiados por Tidwell, el submarino traía consigo una propuesta de paz enviada por el gobierno japonés. Yoshikazu Fujimura, el asistente del agregado naval japonés en Suiza, estaba en negociaciones secretas con el representante norteamericano, Allen Dulles (que más tarde se convertiría en director de la CIA).
Fujimura fue enviado al Puerto de Lorena en la Francia nazi, según algunos historiadores, para recibir la propuesta (ver infografía), pero la nave -hundida poco antes (ver recuadro)- nunca llegó y Fujimura retorno a Suiza con las manos vacías. Tidwell tiene la esperanza de terminar con la especulación el próximo año, porque a su juicio, pese a la profundidad, el precioso documento aún se preserva.
Paul Tidwell, un ex veterano de Vietnam, hoy, buscador de barcos perdidos. |
El rescate
Tidwell ya ha hecho dos expediciones al lugar, en 1994 y 1998, con el apoyo del buque ruso Akademic Keldysh Mstislav y su equipo de submarinos MIR. Si bien ya localizó el lugar exacto dónde está hundido el submarino, no ha podido acceder a su valiosa carga, aún cuando ha logrado rescatar algunas pertenencias personales de los marinos nipones.
El aventurero espera completar con éxito una nueva expedición, el próximo año, la que podría tomar unos 30 días, y dos semanas más para trasladar el submarino a Estados Unidos, aunque los deseos de Tidwell -y claro, del gobierno japonés- es retornar el I-52 a Japón. “Queremos devolver todos los restos humanos a sus familiares en Japón”, señala.
Tidwell ha podido financiar por él mismo su proyecto, con las ganancias de otros proyectos de salvamento.
Ya ha gastado 6 millones de dólares aunque espera que la cifra total supere los 10. Pero Tokio ha aceptado reembolsar los costos si la operación termina con éxito y se ha comprometido a darle el 10% del oro que encuentre.
Parte de los documentos desclasificados por Estados Unidos en 1990, que probarían que el I-52 llevaba consigo una propuesta de paz para terminar la guerra. |
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