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Centros Chilenos en el Exterior

En emotivo acto en Villa Grimaldi, donde estuvo detenida en 1975

Diario Electronico El Mostrador.

15 de Octubre del 2006

Bachelet da fuerte respaldo a DD.HH y anuncia derogación de ley de amnistía

por  Macarena López M.

Tras recorrer el ex centro de torturas, convertido en Parque por la Paz, dijo que tras el fallo de la Corte Interamericana que declara ''inadmisible'' la normativa dictada en 1978 en el caso del homicidio de Luis Almonacid velará porque el Estado de Chile cumpla el dictamen internacional. Al referirse al recinto, donde permaneció junto a su madre, declaró que ''nadie venía por su propia voluntad'' a ese sitio ''siniestro''.

No podía haber mejor lugar que Villa Grimaldi -donde la Presidenta Michelle Bachelet estuvo detenida por dos semanas, en 1975-, como escenario para anunciar su firme intención de que el Estado de Chile, respetuoso de los fallos de la justicia internacional, procederá a anular la Ley de Amnistía de 1978 luego de haber sido declarada “inaplicable” este viernes por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en el caso de Luis Almonacid Arellano.

Durante el emotivo acto en el que se inauguró el Teatro por la Vida, en el Parque por la Paz Villa Grimaldi -inaugurado como tal en marzo de 1997, y al cual también asistió la madre de la mandataria, Ángela Jeria, quien fue su compañera de reclusión en este emblemático centro de torturas de la dictadura militar-, Bachelet no quiso pasar por alto la resolución recientemente dictada por la CIDH con respecto al homicidio de Almonacid, un profesor de Rancagua y militante del Partido Comunista (PC), cometido en septiembre de 1973, y cuyos responsables fueran amnistiados em 1998 en virtud del Decreto Ley No. 2.191, también conocido como Ley de Aministía.

La jefa de Estado calificó el fallo del pasado 26 de septiembre, pero que recién se conoció el viernes pasado, como de “extraordinaria importancia” puesto que, tal como recordó oportunamente, "la Corte resuelve que la Ley de Amnistía de 1978 es inaplicable en Chile y carece de efectos jurídicos, por cuanto es incompatible con la Convención Interamericana de Derechos Humanos”.

Cabe recordar que en su extenso dictamen, la Corte estableció que el homicidio de Almonacid Arellano fue un crimen de "lesa humanidad" y, por tanto, es inamnistiable. Recordó que en esa condición se encuentran la desaparición forzada, la tortura, el genocidio, entre otros delitos registrados durante la dictadura militar.

Frente a ex presos políticos y familiares de las más de 200 personas que murieron o están en calidad de detenidos desaparecidos luego de haber permanecido detenidos en dicho centro clandestino de reclusión, Michelle Bachelet hizo hincapié en que “independientemente de las posiciones que puede haber al respecto y del respeto a los distintos poderes del Estado, Chile ha consagrado como un principio fundamental de su ordenamiento jurídico el respeto al derecho internacional”.

Estos conceptos fueron recibidos con aplausos por la numerosa concurrencia que asistió al acto realizado en la avenida Arrieta a la altura del 8700, en la comuna de Peñalolén, y tras ello, la gobernante señaló que como consecuencia del dictamen de la justicia internacional, “es mi deber como jefa de Estado velar porque el Estado de Chile ajuste su proceder a los dictados de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.

Asimismo, la mandataria, en un discurso en el que durante largos pasajes se pudo advertir que su voz estaba quebrada por la emoción, manifestó “el compromiso aquí y ahora de mi gobierno con los derechos humanos y lo hago con acciones precisas. Espero que muy pronto esté en pleno funcionamiento el Instituto Nacional de Derechos Humanos, donde esperamos contar con el respaldo de los legisladores de todos los sectores políticos”.

La gobernante también informó que espera que “muy pronto” sea una realidad el Museo de la Memoria, que se construirá a un costado de Villa Grimaldi, “para no olvidar y aprender de un pasado que solo asumiéndolo como país hemos comenzado recién a superar”.

Regreso como Presidenta

Era la sexta vez que Bachelet volvía a Villa Grimaldi, pero se convirtió en la primera ocasión en que una Presidenta de Chile llegaba en calidad de tal al lugar donde había estado en cautiverio, en enero de 1975, durante una de las etapas más oscuras de la dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet. Michelle Bachelet, quien llegó vestida de oscuro, fue recibida con aplausos en cuanto se bajó del auto.

Allí estaba el intendente metropolitano, Víctor Barrueto, y las ministras de Bienes Nacionales, de Educación y de Cultura, Romy Schmidt, Yasna Provoste y Paulina Urrutia, respectivamente. También estaba su madre Ángela Jeria, con quien ingresó al ahora Parque por la Paz.

Junto a las autoridades, y al presidente de la Corporación y ex preso político, Rodrigo del Villar, la mandataria se trasladó hasta la maqueta que recuerda cómo era Villa Grimaldi cuando allí funcionaba un centro de detención controlado por la DINA y donde hay dibujos que grafican la forma en que allí se torturaba a los prisioneros. Bachelet recorrió un camino interior del actual Parque por la Paz y se detuvo frente a la escultura que fue inaugurada años atrás y que fue hecha con los restos de fierro que quedaron de la estructura del ex recinto represivo.

Luego visitó los lugares de detención para mujeres y hombres y sólo por unos segundos estuvo en la torre, que era el lugar donde eran destinados los detenidos que actualmente se encuentran desaparecidos, entre los que se cuenta un ex conscripto que informó, en su momento, a los familiares el paradero de quienes permanecían en ese lugar. Del mismo modo, junto a su madre, Angela Jeria, recorrió con su vista los más de 200 nombres que están inscritos en una placa de piedra, recordando a las víctimas que allí fueron objeto de todo tipo de vejámenes, bajo una leyenda que señala: "El olvido está lleno de memoria".

Por eso es que, como apuntó más tarde la mandataria, al dirigir su mensaje a los presentes, hay muchos de los que visitan este lugar que dejan una sola palabra escrita allí: “gracias”. Eso mismo, agregó Michelle Bachelet, es lo que ella quería decir “teniendo a mis espaldas esta torre, testigo en su hora de tanta crueldad y repetirla después de cruzar este parque en su hora de tanta crueldad, repetirla tras cruzar este parque sembrado palmo a palmo con tanto amor”.

"¿Qué significa estar hoy aquí?"

Bachelet estaba conmovida y esto se advirtió al momento de iniciar su discurso: “Qué difícil puede ser explicar lo que algunos me preguntaban afuera: ¿qué significa estar hoy aquí?. La primera vez que entramos con mi madre fue un 10 de enero de 1975, luego cuando volvimos del exilio, muchos años después, una de las primeras cosas que hicimos fue venir a mirar de lejos, eran años duros, dónde estuvimos porque habíamos entrado y salido con la mirada vendada”.

Señaló que “luego vine como una persona cualquiera en democracia y a la inauguración del Parque por la Paz, y después como ministra en algunos actos, pero es sin duda como Presidenta de Chile, el hecho de que sea el primer mandatario -subrayó- que viene a rendir acá un emocionado recuerdo y un apoyo irrestricto a la gran tarea, que es garantizar que en este país nunca volvamos a vivir lo que vivimos en esos años”.

Más adelante enfatizó que lo que estaba viviendo ahora "son minutos de recuerdos tristes, es un instante en que se miran tiempos de terror, pero ante todo este es un momento para reivindicar, como aquí se ha dicho, la vida, la libertad, la dignidad y la paz. Para reivindicar lo central que aquí siempre, como decía esa Canción a Julia, siempre existió de pie esa tremenda humanidad, y la solidaridad entre todos quienes estuvimos acá. En este acto se sobreponen los más altos valores humanos y libertarios por encima de los más bajos actos de barbarie y sin razón”.

“Vuelvo, como yo decía, como Presidenta de la República al lugar donde fui prisionera junto a mi madre hace más de 30 años. Mi madre y yo, como las compañeras y compañeros que pasaron por esta misma agonía y que ahora estamos aquí...y como siempre he tenido la gran alegría de encontrarme con muchos de ellos”, prosiguió diciendo.

"Somos privilegiados"

En tal sentido manifestó la mandataria que "nosotros somos privilegiados. Tuvimos la suerte de sobrevivir, muchos de los nuestros no la tuvieron, porque miles de chilenas y chilenos, entre ellos mi padre y tantas personas queridas, no sobrevivieron a la prisión y a la tortura. Para ellos y ellas nuestro recuerdo y cariño al regresar a la Villa Grimaldi".

Por eso es “hermoso y dignificante que hoy, gracias a la lucha y perseverancia de muchos compatriotas, podamos estar en este lugar, en un espacio de memoria, libertad y de paz. La vida y la paz han sido mas fuertes y podemos encontrarnos en este lugar de memoria, reflexión y encuentro, como lo dijera el padre José Aldunate”.

Por último, la Presidenta indicó que “aquí hubo murallas que ocultaron la muerte y la tortura y hoy aquí se instala el signo de la vida. Aquí hubo paredes que cegaron el sol, y hoy es un espacio luminoso. Aquí se encarceló la libertad y hoy la libertad inunda el lugar. Este fue un recinto secreto, oculto, misterioso, siniestro, producía temor acercarse, nadie venia por su propia voluntad, (pero) lo hemos rescatado. Hoy Villa Grimaldi es un lugar abierto, conocido, acogedor, luminoso, lleno de vida y mujeres y hombres y muchos niños llegan a recrearse y reconocerse en la historia, y llegan sin temor.”

Luego de sus palabras se dio inicio al acto cultural en el Teatro Por la Vida, donde se presentó la muestra “Villa Grimaldi: Arqueología de la Memoria en tres Cantos”, obra de otro ex preso político, Quique Durán, quien actualmente reside en Estados Unidos y que pasó también en algún momento por las barracas que allí servían de calabozos.

Aplausómetro

Si bien Michelle Bachelet fue sin lugar a dudas la más aplaudida por los asistentes, no corrieron la misma suerte algunos diputados que concurrieron al acto, entre los cuales se contaban Carlos Montes y Enrique Accorsi.

Tampoco le fue muy bien al intendente de la Región Metropolitana Víctor Barrueto y a la ministra de Educación Yasna Provoste, que recibieron pifias del público. El alcalde de Peñalolén, el DC Claudio Orrego, se salvó, en cambio, de este tipo de recriminaciones.

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