La Presidenta responde a la Alianza sobre el pasado y anuncia visita a Villa Grimaldi
BACHELET PIDIÓ CONTINUAR REFLEXIONANDO EN TORNO A LA HISTORIA NACIONAL
“Se equivocan quienes piensan que el rescate de la memoria y la reconstrucción de la historia nos puede dividir o apartar de las tareas del presente”, afirmó ayer la Mandataria, que advirtió que para hacer esto se necesita valentía y convicción democrática para mirar el pasado y asimilar las experiencias.
Por Carolina Miranda
La Presidenta Michelle Bachelet defendió ayer la necesidad de mirar el pasado –en especial las últimas décadas- como paso indispensable para reconciliar a Chile con su historia, construir el futuro y colaborar con la unidad nacional. “Se equivocan quienes piensan que el rescate de la memoria y la reconstrucción de la historia nos puede dividir o apartar de las tareas del presente”, afirmó ayer la Mandataria, que advirtió que para realizar esta tarea se necesita valentía y convicción democrática para mirar el pasado y asimilar las experiencias.
De esta forma, Bachelet respondió a las críticas que la Alianza realizó la semana pasada tras el discurso que ella pronunció para la conmemoración de los 18 años del triunfo del No, ocasión en que acusó a la derecha de atraso político y recordó que la oposición ha reconocido los méritos del bloque gobernante con el paso del tiempo. Además, señaló que hubo un tardío mea culpa de la oposición y enfatizó que no es una opción que dé gobernabilidad.
Las declaraciones causaron profundo malestar en la derecha. De hecho, el presidente de la UDI, Hernán Larraín, acusó a la Mandataria de “incitar a la división entre los chilenos y abrir heridas del pasado”; el ex candidato presidencial RN Sebastián Piñera señaló que Bachelet ve “la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio” y el senador y eventual abanderado gremialista, Pablo Longueira, la culpó de “estar revolviendo el gallinero” y de “dividir” al país.
Por eso, la inauguración del Foro Bicentenario Latinoamericano 2006, “La construcción de las memorias nacionales: mitos, tabúes y silencios de la historia”, en el centro cultural Matucana 100, dio pie a Bachelet para salir al paso de las palabras de los líderes opositores. Indicó que “un estadista debe reconocerse en la memoria de su gente y debe reconocer la historia de su país al evocar momentos de la vida como nación, un estadista verdadero no debe ocultar ni silenciar ni omitir hechos ligados a la historia y a la memoria de la gente”.
En este sentido, en alusión al quiebre de la democracia de 1973, la Mandataria se preguntó conmovida: “¿Cómo pudo suceder?, ¿pudimos evitarlo?, ¿hemos hecho lo necesario para que nunca más suceda?, ¿somos ya una comunidad constituida en base al respeto mutuo?”. “No podemos”, agregó, “dejar de interrogarnos. No pueden ustedes dejar de interrogarse con rigor, con exigencia, con equilibrio, con valentía”.
Precisó luego que este ejercicio debe ser encarado desde el respeto a la verdad, “con apego a la objetivización de los episodios, con el acercamiento cuidadoso hacia procesos que fueron complejos y con la esperanza de contribuir, precisamente, a la reconstrucción adecuada de la memoria”.
Asimismo, Bachelet destacó que “en Chile debemos seguir ampliando y profundizando el relato, el recuento, la reconstrucción, la indagación y la reflexión sobre nuestra memoria ciudadana”.
A renglón seguido, instó a los participantes del encuentro a seguir pensando sobre el pasado, porque “esta tarea no sólo es de los historiadores, sino de la sociedad entera. Mientras más conozcamos lo que nos pasó, podremos luchar mejor por lo que no queremos que vuelva ocurrir”.
CENTRO DE DETENCIÓN
En este contexto, Bachelet anunció -visiblemente emocionada- que el sábado 14 de octubre visitará Villa Grimaldi, lugar donde estuvo detenida junto a su madre durante el régimen militar y que hoy está convertido en el Parque de la Paz. “Será la primera vez que un Presidente visita el lugar donde estuvo prisionero. Sé que caminaré por donde antes caminé, por donde caminó mi madre y sé que las interrogantes de siempre serán algo más que un susurro”, dijo.
Agregó que “visitaré Villa Grimaldi, un campo de detención de la dictadura militar, donde yo misma, junto a tantos otros fuimos prisioneros. Lo convertiremos en un lugar para la paz y el esparcimiento, un lugar para recordar y vencer el olvido, donde hoy puede entrar un niño sonriendo en brazos de sus padres”. LN
SU EXPERIENCIA
La historia de la Jefa de Estado está marcada por la dictadura y los apremios ilegítimos. Tras el golpe de Estado, su padre, el general de la FACH Alberto Bachelet, fue detenido por no compartir el quiebre de la democracia. En 1974, en la Cárcel Pública, murió de un infarto producto de las torturas sufridas.
El 10 de enero de 1975, agentes de la DINA detuvieron a Bachelet y su madre, Ángela Jeria, trasladándolas con los ojos vendados a Villa Grimaldi, lugar en que las separaron y sometieron a nuevos interrogatorios y apremios físicos.
Días después la trasladaron junto a su madre al centro de detenidos de Cuatro Álamos, donde permanecieron hasta fines de enero. Una vez en libertad, Bachelet y su madre viajaron a Australia en carácter de exiliadas. Más tarde se trasladaron a la República Democrática Alemana.
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