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Centros Chilenos en el Exterior

Los conflictos que enfrenta Mr. Tompkins en Chile y Argentina

Los conflictos que enfrenta Mr. Tompkins en Chile y Argentina

El americano impasible

El magnate norteamericano anunció arremetida legal si el trazado de la Carretera Austral pasa por Pumalín. El alcalde de Chaitén lo trató de “gringo cabrón” y el senador Horvath pidió que se le cancele la visa de turista. Además, quedó sin efecto el procesamiento de dos ecologistas que fueron querellados por Conservation Land Trust –que preside Tompkins– por apropiación indebida de 70 mil dólares. Al terrateniente de la discordia le llueve sobre mojado.

www.lanacion.cl / Domingo 24/09/06

Por Carla Alonso

“Y verás cómo quieren en Chile

al amigo cuando es forastero...”

Chito Faró

 “Tompkins está recibiendo respuesta a su actitud egocéntrica. Uno no es ecologista si actúa de espaldas a la comunidad. Él cree que las personas están de más y que sólo importa la naturaleza. Y lo demuestra con lo que le pasa en Argentina y Chile”, cuenta molesto el senador (RN) Antonio Horvath, en alusión a la polvareda levantada luego que el fundador del Parque Pumalín, Douglas Tompkins, afirmara que antes de definir el trazado del nuevo camino en la X Región, se le debe compensar económicamente.

Todos quedaron plop. Días antes, el ministro de Obras Públicas, Eduardo Bitrán, señaló que la mejor opción para la ruta austral es por los predios de Pumalín, de 290 mil hectáreas, y que el Estado se acogería a la existencia de una faja de 100 metros, que se dejó para el emplazamiento de caminos, antes de que se declarara santuario de la naturaleza.

Pero Tompkins argumentó que Fundación Pumalín no pierde la propiedad de esa franja y que el Estado tiene la obligación de expropiar y hacer un estudio de impacto ambiental (EIA), en caso de realizar el camino (ver entrevista). Bitrán afirmó que hará valer “todos los derechos del Estado” fijados en acuerdos. Parlamentarios de diversos sectores dijeron que el Gobierno no debe aceptar “presiones” del empresario y el alcalde de Chaitén, Luis Gallardo, lo trató de “gringo cabrón”.

Todo indica que la guerra de declaraciones tiene para rato. Para el senador Horvath, Tompkins no sólo exige un derecho legal –que se le expropie, se le pague y pedir en tribunales una indemnización adicional–, sino que también ha planteado que “se opondrá al camino con todos los resortes legales, publicitarios e incluso a través de un chantaje al decir que ‘va a exigir una indemnización millonaria y a generar un movimiento para que las personas demanden al fisco’. Eso es una presión indebida”, afirma Horvath, adversario histórico del ecologista, el segundo mayor propietario privado en Chile, tras el grupo Angelini.

LA FIEBRE DE EXPROPIACIÓN

Tan convencido está el senador por la XI Región, que el viernes pasado se reunió en La Moneda con el ministro del Interior, Belisario Velasco, y le entregó una misiva donde solicita –de acuerdo a la Ley de Extranjería– revocar la visa de turista a Douglas Tompkins, condición que aún mantiene. “Desde su ingreso ha realizado actos contrarios a los intereses de Chile, siendo legalmente procedente la revocación de su visa”.

En la carta, Horvath detalla las razones por las cuales el magnate no debería seguir en nuestro país: “Su intención es obtener indemnizaciones tan onerosas, que impidan la construcción del camino que constituye un anhelo de los habitantes de nuestro sur austral. Haciendo más evidente este burdo chantaje al Estado de Chile, el magnate agrega que en el caso que se opte por construir el camino que él plantea, no solicitará indemnización alguna y ofrece desde donar los terrenos necesarios”, señala la misiva.

Junto con cancelar la visa, Horvath solicitó al Ejecutivo urgencia para un proyecto de ley, actualmente en el Senado, que prohíbe la compra de grandes extensiones de terreno en zonas fronterizas que impidan la continuidad territorial del país. Además, el senador prepara dos proyectos al respecto: uno para facilitar expropiaciones para caminos públicos que unan regiones, y otro que criminaliza la conducta de chantajear al Estado y evitar la concreción de proyectos de utilidad pública.

“El ministro del Interior dijo que estudiará los cuatro temas que le plantee y se manifestó positivamente a hacer un camino sin transbordos, que según el ancho que se le dé tiene un costo entre 50 y 70 millones de dólares”. El trazado definitivo de la vía se dará a conocer en octubre, una vez que el ministro Bitrán conozca los informes de la consultora R&Q y del Cuerpo Militar del Trabajo (CMT).

ENEMIGO PÚBLICO

Tompkins dijo a la prensa transandina que por el momento tiene más dolores de cabeza en Argentina que en Chile. Hasta agosto, “Doug” era casi un perfecto desconocido para los argentinos. Pero el “low profile” que cultiva cambió del cielo a la tierra el 10 de agosto pasado, cuando el subsecretario de Tierras para el Hábitat Social argentino, Luis D’Elía, cortó las tranqueras del fundo El Tránsito –de Tompkins–, acusándolo de “responder a la inteligencia norteamericana” y de “querer quedarse con los recursos estratégicos de la Argentina”. Con apoyo de un grupo de diputados kirchneristas, el ex piquetero inició una cruzada para quitarle parte de las 240 mil hectáreas que Tompkins posee en Corrientes, junto a los esteros del Iberá, y que forman parte del acuífero Guaraní, uno de los mayores reservorios de agua del planeta.

Mientras D’Elía ingresaba a El Tránsito, Tompkins estaba en África piloteando una avioneta con un amigo que estudia los elefantes. Se enteró por mail y no se sorprendió. “De Argentina puedo creer cualquier cosa. Los propios argentinos me enseñaron eso”, señaló Tompkins a la prensa trasandina.

Desde 1997, cuando Tompkins comenzó a comprar tierras en Argentina –hoy posee más de 350 mil hectáreas, y ha donado 65 mil para parques nacionales–, nunca tuvo problemas con las autoridades. Pero bastó ese incidente para que brotaran los comentarios más diversos sobre un hombre cuya fortuna asciende a más de 200 millones de dólares y que compró más de 800 mil hectáreas en Chile y Argentina.

El ecologista dijo que “en Argentina la oposición en mi contra hace lo mismo que hicieron en Chile”, pero está seguro de que, si las cosas se hacen bien, con el tiempo los resultados hablan por sí solos. “Hoy, cualquier taxista de Santiago habla conmigo de los bosque nativos. Eso mismo pasará acá, aunque Argentina está más atrasada en cuestiones medioambientales. Chile tiene otra historia y personalidad como país. Los argentinos tienen mucha sangre italiana y necesitarían un poco de sangre alemana para ser más ordenados”, señaló al diario “Perfil”.

Allende los Andes, los detractores de Tompkins estiman que compró grandes extensiones en el Iberá para quedarse con las reservas de agua. Pero él dice que hay mucha paranoia y prejuicios. A un grupo de periodistas correntinos les contó que “contratamos un pocero que perforó al acuífero hasta China; y de noche, al rotar la tierra, se transporta el agua a ese país y evitamos pagar el traslado y sacarla en botellas”, ironizó “el dueño del agua”, uno de los tantos motes que le cuelgan los argentinos.

PLATAS VERDES

Pero todo indica que sus conflictos en suelo criollo están lejos de terminar. El viernes pasado trascendió que el titular del Tercer Juzgado de Letras de Punta Arenas, Marcos Kusanovic, dejó sin efecto el procesamiento del médico Julio Contreras y a su ex esposa, Ivette Martínez, por un problema de platas de la ONG Amigos de Yendegaia, vinculada con la Fundación Conservation Land Trust (CLT), creada y presidida por Tompkins.

En marzo de 2003, la fundación del ecologista se querelló contra Amigos de Yendegaia por presunta apropiación indebida de 70 mil dólares.

La historia se inició en 1998, cuando la organización formada por Ivette Martínez –apoyada por CLT, el suizo Ernst Beyeler y el estadounidense Peter Buckley, entre otros– compró 40 mil hectáreas de bosques en el sector de Yendegaia, al sur de Tierra del Fuego, para conservarlo y evitar la incursión de los forestales. La inversión, de 2,5 millones de dólares, incluyó la compra de la estancia Yendegaia al ganadero Miguel Serka.

Pero una auditoría externa encargada por CLT reveló que había 70 mil dólares no rendidos por Martínez ni Contreras, por lo que se entabló una querella para aclarar el destino de ese dinero. En ese entonces, la organización Amigos de Yendegaia se había disuelto y los terrenos traspasados a la Fundación Yendegaia, que preside Adriana Hoffman, ex directora de Conama.

En abril de 2005, el magistrado Pablo Zavala estimó que hubo apropiación indebida de 40 millones de pesos, lo que implicó la privación de libertad por tres semanas en la cárcel local de Martínez y Contreras. Pero a fines de agosto pasado, el juez Kusanovic estableció que sólo hubo desorden administrativo y no apropiación indebida de dineros.

La abogada del Proyecto Pumalín, Macarena Soler, señaló que “CLT se desvinculó del proyecto y lamenta que la colaboración prestada para adquirir este predio no haya servido para realizar ningún proyecto de relevancia en materia de conservación”.

Soler no cree que CLT y Tompkins hayan perdido una batalla legal. Y pese a que podría declararse el sobreseimiento definitivo de la causa, la abogada aseguró que realizaran “las gestiones necesarias para que se esclarezca la responsabilidad por los dineros faltantes. Nuestros abogados solicitarán nuevas diligencias dentro de los plazos establecidos”.

Ivette Martínez, quien era cercana a Tompkins, prefirió no referirse al tema. Su ex esposo, Julio Contreras, fue tibio al hablar sobre la resolución y dijo que su interés es que se concrete el proyecto de conservación que partió de la compra de la estancia Yendegaia. LND

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