Horror por detalles de cautiverio de niña: Debía llamarlo amo
JOVEN AUSTRÍACA QUE PASÓ 8 AÑOS SECUESTRADA SUFRE DEL SÍNDROME DE ESTOCOLMO
Horror por detalles de cautiverio de niña: “Debía llamarlo amo”
www.lanacion.cl Agencias
Tras el shock que significó para toda la sociedad austríaca la aparición de Natascha Kampusch, la prensa de ese país comenzó a revelar algunos detalles escabrosos del brutal drama que padeció la joven, quien vivió una larga pesadilla de ocho años en el sótano de una casa en la afueras de Viena, que durante su cautiverio se convirtió en su “celda de reclusión”.
El caso, que supera con creces a varios de los mejores thrillers hollywoodenses, ha sido comentario obligado de los austríacos desde que la chica, de 18 años, logró huir hacia el mediodía del miércoles de su raptor, más aún cuando varios expertos han revelado que sufre el “síndrome de Estocolmo” (fenómeno en el que la víctima desarrolla simpatía y apego a su captor), según se puede colegir de sus primeras palabras.
“Durante años debía llamarlo (a él) mí amo y señor. Aunque a veces me maltrataba, también se preocupaba por mí”, señaló Natascha durante el primer interrogatorio al que la sometió la policía.
El calvario de la joven comenzó en marzo de 1998 cuando, con tan sólo diez años de edad, fue abordada e introducida por un desconocido en una camioneta mientras iba de camino a la escuela. Por años la policía austríaca trató de encontrarla. Sin embargo, nadie volvió a saber de ella.
Durante todo el período de cautiverio, Kampusch permaneció en el sótano bajo el garaje de una casa del barrio periférico vienés de Gaensendorf. Este espacio, de tres metros de largo y 1,6 metros de ancho (accesible a través una hueco de 50 por 50 centímetros que se cerraba con un sistema electrónico) fue durante 8 años el “exclusivo mundo” en el que vivió la joven, sin mayor compañía que una cama, una pequeña biblioteca, una radio y un televisor.
Pero la joven no estuvo siempre encerrada, ya que en los últimos años su secuestrador, Wolfgang Priklopil, le permitió de vez en cuando acompañarle al
Wolfgang Priklopil. |
supermercado e incluso de vacaciones. Sin embargo, el miércoles Natascha logró armarse de valor y se fugó de su “prisión”, aprovechando que no estaba en el hogar su plagiador, quien horas después se suicidó lanzándose al paso de un tren en el norte de Viena.
Si bien Priklopil no tenía mayor contacto con sus vecinos, un antiguo compañero de trabajo dijo que éste era “muy extraño, tacaño y violento”, y que su entorno laboral comentaba “que había que internarlo”.
Mientras, Natascha se encuentra provisionalmente alojada en un hotel de Viena, bajo custodia policial y con apoyo sicológico. En una carta abierta a la prensa y difundida por la prensa austríaca, los padres de la joven informaron que ésta se encuentra “relativamente tranquila”, al tiempo que pidieron “comprensión, paciencia y tres días sin preguntas ni entrevistas molestas”.
Por ello, se espera que nuevos detalles del caso salgan a la luz lentamente, mientras la víctima está bajo la supervisión de sicólogos de la policía de Viena, que han adoptado una estrategia de suma cautela en sus interrogatorios para no conmocionar a Natascha.
En este pequeño espacio el plagiador Wolfgang Priklopil mantuvo durante ocho años en cautiverio a la joven Natascha Kampusch. |
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