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Activistas de Greenpeace se toman Planta Nueva Aldea de Celco

Activistas de Greenpeace se toman Planta Nueva Aldea de Celco

EXIGEN QUE LA COMPAÑÍA SE COMPROMETA A NO VERTER RESIDUOS TÓXICOS AL ITATA

Bloquearon el acceso a la empresa del grupo Angelini y treparon una caldera de 100 metros para colgar un lienzo que resumía su protesta: “Celco: basta de contaminar”. Pretenden aguantar hasta el sábado y unirse a una manifestación organizada por la localidad aledaña a la planta. Hoy recibirían la visita de los senadores Alejandro Navarro y Nelson Ávila.

Por Carla Alonso

www.lanacion.cl

Desde Nueva Aldea

A casi una semana de la puesta en marcha de la Planta Nueva Aldea, el complejo estrella de Celulosa Arauco y Constitución (Celco), la ONG ambientalista Greenpeace realizó una intervención sin precedentes en su historial criollo: bloqueó el acceso principal a la planta ubicada en la Región del Biobío, comuna de Ránquil.

Cerca de las 11:15 de la mañana, un camión que cargaba un container de tres toneladas se atravesó en la ruta Itata, a cien metros de la entrada a la celulosa. En cosa de segundos, 14 activistas vestidos con mamelucos rojos saltaron del containier y se encadenaron a las ruedas del vehículo. Cuatro horas después, y luego de que la prensa se agolpara en el lugar, un osado grupo de seis escaladores desplegó un lienzo desde la caldera de la planta, una imponente torre de 100 metros de altura. Al igual que el container, el lienzo que se vio desde todo Nueva Aldea rezaba: “Celco: basta de contaminar”. En ese momento de frenesí, un oficial de Carabineros trataba de mediar por cuarta o quinta vez entre la gerencia y los activistas, de manera de poder despejar la ruta.

Como telón de fondo, Greenpeace entregó el “Prontuario Ambiental de Celco”: un informe que recopila las “principales irregularidades cometidas por la empresa, incluyendo su planta en Argentina Alto Paraná y el mismo complejo Nueva Aldea -señaló el coordinador de campaña de Greenpeace, Samuel Leiva-. “Estos antecedentes reflejan la irresponsabilidad corporativa de Celco”.

Junto con la entrega del informe, la organización exigió que el complejo paralice sus faenas, programadas para el 29 del presente mes, hasta que se cumplan sus demadas. “Lo que estamos haciendo hoy es coherente con lo que ha señalado la misma autoridad ambiental: que esta planta pone en riesgo el medio ambiente, la salud y la fuente laboral de más de 45 mil personas, si se vierten los residuos tóxicos al río”, agregó Leiva.

Aunque la planta tiene la venia de la autoridad ambiental, las demandas de la organización apuntan a que Celco no descargue sus residuos organoclorados al río Itata y que se comprometa a invertir para cambiar su tecnología de blanqueo por una totalmente libre de cloro. Una alternativa, explican en Greenpeace, que garantiza sustentabilidad ambiental, pero que implica que “la empresa produce a un ritmo menor”.

Que la autoridad cumpla

Los dardos no apuntaron sólo a Celco. En la inédita “toma”, se exigió a través de un “acta de compromiso público”, que el gobierno fortalezca la legislación vigente, específicamente el Decreto 90, con el objetivo de que la norma chilena incorpore sustancias tóxicas como los AOX (compuestos organoclorados). Esa misiva, dirigida a Gunnars Luck, gerente de la planta Nueva Aldea y a María Soledad Tohá, presidenta de la Corema VIII Región, señala que “tanto Celco como el Gobierno se comprometen a cumplir con los tratados internacionales, como el Convenio para la Protección del Medio Marino y la Zona Costera del Pacífico Sudeste, la Convención de Ramsar, la Convención de la Biodiversidad y el Convenio de Estocolmo”.

Cerca de las 17:00 horas, los activistas seguían bloqueando el ingreso a la planta, pese a las advertencias de Carabineros. “Esperaremos hasta que Celco y la autoridad ambiental respondan nuestras exigencias, que son parte de lo que la comunidad ha reiterado varias veces”, dijo el vocero Leiva. En tanto, los senadores Nelson Ávila y Alejandro Navarro expresaron su apoyo a la iniciativa y anunciaron que hoy visitarían la “toma”. Al cierre de esta edición, los estoicos chicos de Greenpeace pedían colchonetas y mantas para sobrellevar el frío de la noche en el Valle del Itata, pese a que el GOPE había llegado al lugar.


Nuevo estudio culpa a la empresa por la muerte de cisnes en Valdivia

Un revelador informe establece que las 40 toneladas de sulfato que la planta Valdivia de Celulosa Arauco y Constitución (Celco) vierte cada día al río Cruces fueron las responsables de la muerte y migración masiva de los cisnes de cuello negro del santuario de la naturaleza Carlos Anwandter.

El estudio explica que el principal alimento de los cisnes en el santuario, el luchecillo, desapareció debido a que las altas concentraciones de sulfato evacuadas por la industria de celulosa hicieron disminuir el bicarbonato de calcio necesario para que obtenga dióxido de carbono (CO2), que le permite hacer fotosíntesis.

Su autor es el geoquímico Sandor Mulsow, director del Instituto de Geociencias de la Universidad Austral (UACh), quien trabajó 10 años como experto en contaminaciones marinas para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y fue uno de los investigadores que participó del informe que la Universidad Austral de Chile (UACh) realizó por encargo de la Conama para conocer las causas de la masiva muerte y migración de cisnes de cuello negro.

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