Expulsado y preso
El Chile-Italia del Mundial de 1962 acabó con un jugador en comisaría. Tras ser expulsado por una dura entrada, el italiano Ferrini se resistió de tal manera a abandonar el campo que la policía se lo llevó arrestado.
El partido entre Chile e Italia jugado en el Mundial de 1962 fue un fiel reflejo del juego brusco que caracterizó a dicho campeonato. Conocido como "La batalla de Santiago", este encuentro se desarrolló en medio de un tenso ambiente ocasionado por una dura descripción de la capital chilena hecha por unos periodistas italianos, quienes titularon su crónica "Santiago, el confín del mundo: La infinita tristeza de la capital chilena".
Ante dicho artículo los medios locales reaccionaron y generaron una fuerte animadversión contra los jugadores del seleccionado italiano, quienes pese a ingresar a la cancha arrojando flores al público, fueron recibidos con una fuerte silbatina.
Doce segundos pasaron entre el inicio del cotejo y la primera falta. Luego, a los 7 minutos, Giorgio Ferrini cometió una violenta falta contra el chileno Landa y fue expulsado por el árbitro inglés Ken Aston. Como el jugador italiano se rehusó a salir del partido, el árbitro pidió la intervención de los carabineros, quienes lo sacaron de la cancha para llevárselo bajo arresto a la comisaría correspondiente, donde le informaron del triunfo chileno por 2 a 0.
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