Su querida y ejemplar Banda de Guerra
El corazón del sacerdote estaba cerca de sus estudiantes y también de la Banda que logró importantes reconocimientos a nivel nacional.
Texto: Paulina Ossa M./Fotos: Marco Vázquez A. www.diariollanquihue.cl
"No, no habrá desfile este año. No quiero que se resfríen", anunció categórico el rector Benedicto Piccardo una lluviosa mañana de octubre del año 2001. Era el día que correspondía realizar el tradicional desfile de aniversario del colegio en la Plaza de Armas de Puerto Montt.
El 29 de octubre es la fecha más importante para la Banda de Guerra del Liceo de Hombres "Gonzalo Alvarado". Día para el cual los músicos se preparan todo el año, ensayando los viernes en la tarde y el sábado en la mañana, para tener un buen desempeño frente a la comunidad.
Y pese a su declarada afición por la Banda y la marcialidad, el rector ese día optó por cuidar la salud de sus alumnos y suspendió el desfile.
Pero fue el "tambor mayor", el estudiante que dirige la Banda, quién bajó hasta el patio del establecimiento educacional y ahí, bajo la lluvia comenzó a tocar, contraviniendo las órdenes del severo Piccardo. Y así, paulatinamente comenzaron a bajar los otros músicos. Salieron de sus salas sin el permiso de los profesores y comenzaron a formarse y tocar en el patio. Cuando estuvieron todos, el tambor mayor los guió bajo la lluvia; salieron a la calle tocando y llegaron a su tradicional cita en la Plaza de Armas.
Benedicto Piccardo se emocionó. El desfile se hizo y en vez de castigar la desobediencia de sus estudiantes, les agradeció sus compromiso con la Banda y el Liceo.
Esta historia, contada por ex alumnos miembros de la banda, es una de muchas anécdotas. Y es que era conocida la cercanía de Piccardo con la Banda. Por eso, aunque no lo planificó, serán los mismos integrantes de la Banda quienes escoltarán su cuerpo hasta su última morada.
"Apoyó siempre nuestras iniciativas"
El joven Tito Cáceres, tambor mayor de la Banda de Guerra, relató que el sacerdote estaba muy pendiente de su funcionamiento. "Acostumbraba a mirar los ensayos y nos apoyaba en todo lo que necesitáramos. En 2001 nos autorizó a participar en el encuentro nacional de bandas en Santiago y logramos el segundo lugar. Ese mismo año obtuvimos el primer puesto en un encuentro que se hizo acá", relató.
"Para el aniversario se vestía de escolar, con el uniforme del colegio y desfilaba la banda, los estandartes, el Padre Piccardo, los profesores y los alumnos", dijo Robinson Ule, ex alumno.
Por lo mismo, mientras sus restos eran llevados desde el colegio a la Catedral ese fue el orden que siguió la disciplinada familia liceana.
"Y es que le gustaba la marcialidad. Nunca pidió nada, pero sabíamos que el día de su muerte los despediríamos de esa forma", comentó Francisco Ojeda, también ex alumno.
"Era un duro puertas afuera, porque dentro del colegio siempre fue muy cercano. De hecho, cuando nos llamaba a su oficina a discutir algún problema, nos ofrecía galletas", relató David Mancilla.
La Banda de Guerra del Liceo de Hombres "Gonzalo Alvarado" cuenta con 120 integrantes de entre 7º a 4º medio.
Se recibe a todos los interesados, eso sí, los nuevos integrantes sólo pueden tocar pitos y clarisas, mientras que los antiguos tocan los instrumentos de caja.
Texto: Paulina Ossa M./Fotos: Marco Vázquez A. www.diariollanquihue.cl
Vestido de uniforme escolar, el rector acompañaba a sus alumnos y profesores en el desfile anual que efectuaba el Liceo, con ocasión del aniversario.
"No, no habrá desfile este año. No quiero que se resfríen", anunció categórico el rector Benedicto Piccardo una lluviosa mañana de octubre del año 2001. Era el día que correspondía realizar el tradicional desfile de aniversario del colegio en la Plaza de Armas de Puerto Montt.
El 29 de octubre es la fecha más importante para la Banda de Guerra del Liceo de Hombres "Gonzalo Alvarado". Día para el cual los músicos se preparan todo el año, ensayando los viernes en la tarde y el sábado en la mañana, para tener un buen desempeño frente a la comunidad.
Y pese a su declarada afición por la Banda y la marcialidad, el rector ese día optó por cuidar la salud de sus alumnos y suspendió el desfile.
Pero fue el "tambor mayor", el estudiante que dirige la Banda, quién bajó hasta el patio del establecimiento educacional y ahí, bajo la lluvia comenzó a tocar, contraviniendo las órdenes del severo Piccardo. Y así, paulatinamente comenzaron a bajar los otros músicos. Salieron de sus salas sin el permiso de los profesores y comenzaron a formarse y tocar en el patio. Cuando estuvieron todos, el tambor mayor los guió bajo la lluvia; salieron a la calle tocando y llegaron a su tradicional cita en la Plaza de Armas.
Benedicto Piccardo se emocionó. El desfile se hizo y en vez de castigar la desobediencia de sus estudiantes, les agradeció sus compromiso con la Banda y el Liceo.
Esta historia, contada por ex alumnos miembros de la banda, es una de muchas anécdotas. Y es que era conocida la cercanía de Piccardo con la Banda. Por eso, aunque no lo planificó, serán los mismos integrantes de la Banda quienes escoltarán su cuerpo hasta su última morada.
"Apoyó siempre nuestras iniciativas"
El joven Tito Cáceres, tambor mayor de la Banda de Guerra, relató que el sacerdote estaba muy pendiente de su funcionamiento. "Acostumbraba a mirar los ensayos y nos apoyaba en todo lo que necesitáramos. En 2001 nos autorizó a participar en el encuentro nacional de bandas en Santiago y logramos el segundo lugar. Ese mismo año obtuvimos el primer puesto en un encuentro que se hizo acá", relató.
"Para el aniversario se vestía de escolar, con el uniforme del colegio y desfilaba la banda, los estandartes, el Padre Piccardo, los profesores y los alumnos", dijo Robinson Ule, ex alumno.
Por lo mismo, mientras sus restos eran llevados desde el colegio a la Catedral ese fue el orden que siguió la disciplinada familia liceana.
"Y es que le gustaba la marcialidad. Nunca pidió nada, pero sabíamos que el día de su muerte los despediríamos de esa forma", comentó Francisco Ojeda, también ex alumno.
"Era un duro puertas afuera, porque dentro del colegio siempre fue muy cercano. De hecho, cuando nos llamaba a su oficina a discutir algún problema, nos ofrecía galletas", relató David Mancilla.
La Banda de Guerra del Liceo de Hombres "Gonzalo Alvarado" cuenta con 120 integrantes de entre 7º a 4º medio.
Se recibe a todos los interesados, eso sí, los nuevos integrantes sólo pueden tocar pitos y clarisas, mientras que los antiguos tocan los instrumentos de caja.
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