Padre Piccardo: Puerto Montt siente su ausencia

La gente se volcó hasta la Catedral donde se celebró la primera de tres misas.

Por Mirta Vega B./[e-mail]   www.diariollanquihue.cl
 

Viviendo su dolor, Armando Piccardo, el único hermano del Padre Piccardo, se excusó de conversar con la prensa, dejando de manifiesto sentimientos de profunda consternación al llegar de Santiago.
 
 
Puerto Montt tiene una deuda de gratitud por todos los beneficios entregados a la ciudad", afirmó Monseñor Leandro Serna al celebrar la misa al mediodía de ayer en la iglesia Catedral, hasta donde fuera traslado para su velatorio, el rector del Liceo de Hombres "Manuel Montt", Benedicto Piccardo, quien -a su juicio- fue un bienhechor de juventudes.
Monseñor Serna, resumió todos los calificativos vertidos por la gente tras la muerte del sacerdote diocesano y aseguró que Puerto Montt siente su ausencia, tiene una deuda de gratitud por todos los beneficios que entregó, aún cuando reconoció la premiación en vida que le entregaran las autoridades comunales.
 
Lágrimas por el rector
 

En la Iglesia Catedral, se encontraban representantes de toda la comunidad, católicos y no católicos, de todos los sectores poblacionales y estratos sociales, que escucharon consternados, con dolor, la reflexión del Padre Serna. Hombres y mujeres lloraron, sin miramientos. Los sentimientos de gratitud o de perdón, de los que habló el párroco de la Parroquia "Nuestra Señora del Carmen" de la Iglesia Catedral.
El alcalde de la comuna, Rabindranath Quinteros, asistió a presentar sus condolencias - que recibió su amigo y profesor básico del Liceo Ernesto Arens- como sostenedor del Liceo "Manuel Montt", junto al concejal Patricio Cantos, pero no estuvo presente en la liturgia, por cuanto a esa hora se reunió con el Arzobispo Cristián Caro y el hermano del Padre Piccardo, Armando Piccardo, quien arribó procedente de Santiago en la mañana de ayer. Monseñor resaltó la naturalidad con que vivió el Padre Piccardo, su vocación sacerdotal y docente, su alegría, su simpatía. "Se podía interpretar sus palabras, pero siempre hablaba con cariño. Esa es la verdad".
Testimonio de estas palabras dijo que fue la gran multitud que se volcó a las calles. A los que alcanzaron a ingresar a la misa, les recordó que "Puerto Montt ha sido gran beneficiaria por el trabajo de este sacerdote que con mucha naturalidad, pero con mucha firmeza, fue dirigiendo, educando, fortaleciendo su espíritu, enseñándoles a vivir, como seres humanos", pero también los invitó a pedir perdón a Dios por las fallas que pudo haber tenido como ser humano.
 
Misa fúnebre
 

Al término de la misa, continuó la rotación de gente en torno a la capilla ardiente, entregando su testimonio, reconocimiento, gratitud. Muchos ex alumnos, alumnos, padres y profesores estuvieron durante todo el día circulando por la Catedral, donde por la tarde se oficiaron misas a las 17 y 19 horas.
Hoy la misa fúnebre se efectuará a las 10 de la mañana con el clero completo en el mismo templo metropolitano, desde donde saldrá el cortejo en dirección al Cementerio Católico.
Dentro del contexto de la prédica de Monseñor Leandro Serna estuvo el reconocimiento del diácono permanente Jaime Díaz, antes de acompañar - muy consternado- al Padre Serna en la celebración de la Misa. Agregó a todas las expresiones que se dieron , la sabiduría, su predisposición a servir. "Era confiado, un hombre que jamás hablaba mal de nadie, un gran director espiritual", comentó quien fue su amigo.
Juan Carlos Galilea, quien tuvo una estrecha relación con el fallecido sacerdote tanto por el trabajo como por su familia, destacó su personalidad justa y su gran sentido de humor, su "poder de organización, entrega y sacrificio encomiable", sosteniendo que había que conocerlo para entender la grandeza de su alma