El reservado diálogo en que se nombró al sucesor de Cheyre
El Presidente Lagos se reunió ayer con el ministro de Defensa, Jaime Ravinet, y con el comandante en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre para afinar los últimos detalles de un anuncio que confirma su férrea voluntad de ejercer el mando hasta el último día.
Por Carolina Miranda – www.lanacion.cl
La cita se produjo luego de que el general Cheyre visitara al ex comandante en jefe del Ejército, Augusto Pinochet, en su residencia para felicitarlo por su cumpleaños 90 y el mandatario inaugurara las estaciones de la línea 2 del Metro.
La designación –anunciada en la tarde de ayer por el ministro portavoz, Osvaldo Puccio- recayó sobre la tercera antigüedad y comandante de Institutos y Doctrina, general Oscar Izurieta Ferrer. La determinación fue adoptada por el Presidente Lagos después de recibir -en la tarde del miércoles-, la quina con los cinco generales que optaban a recibir, el 10 de marzo de 2006, el gallardete de mando de manos del general Cheyre.
Así Izurieta desplazó al director de Logística, Jorge Matus; al comandante de Operaciones Terrestres, Alfredo Ewing; al director de Operaciones, Antonio Martínez, y el comandante de Apoyo Logístico, José Miguel Piuzzi.
Con en ello, el Primer Mandatario decidió poner fin a las especulaciones que –desde el miércoles- invadieron los medios de comunicación respecto del nuevo comandante en jefe y demostró que está dispuesto a ejercer el mando hasta el último día.
El jueves ya había dado las primeras señales en esa dirección al descartar la posibilidad de consultar con quién ganara las elecciones presidenciales el nombre del sucesor de Cheyre. Si bien en algún minuto La Moneda evaluó esa opción, la casi certeza de que habrá una segunda vuelta echó por tierra esta probabilidad, ya que el 31 de diciembre el Ejército debe tener conformado su alto mando para que a comienzos de 2006, los oficiales comiencen a ejercer el mando en sus nuevas destinaciones.
Sin sorpresas
En todo caso, en la designación no hubo sorpresas. El nombre de Izurieta, hijo del ex comandante en jefe durante la administración del Presidente Jorge Alessandri (1958-1964), Óscar Izurieta Molina, y primo del ex jefe castrense Ricardo Izurieta Caffarena, era uno de los que se perfilaba como seguro sucesor de Cheyre.
Las primeras luces de su nominación se vieron el viernes 28 de octubre, cuando el actual jefe castrense encabezó junto con Izurieta en el regimiento Lautaro un ejercicio demostrativo de fuerzas especiales, ocasión en la que el futuro comandante en jefe del Ejército mostró sus dotes académicas.
En la determinación pesó que Izurieta Ferrer, además de provenir de una familia de tradición militar, cumple con el perfil que, en la tarde del miércoles, había definido el ministro de Defensa, Jaime Ravinet, quien señaló que el futuro comandante en jefe de la rama castrense “va a tener una tarea de consolidación y profundización de este proceso de modernización que iniciaron los generales (Ricardo) Izurieta y (Juan Emilio) Cheyre”.
Asimismo, agregó, “ninguno de los actuales generales ha cumplido un rol político propiamente tal. Gran parte de ellos tiene un excelente nivel profesional y, por tanto, el Presidente tiene un ramillete de muy buenos nombres para continuar lo hecho por los generales Izurieta y Cheyre”.
Tanto Izurieta como los generales Alfredo Ewing y Miguel Angel Piuzzi calzaban con los requisitos, ya que son militares con alta formación académica, que han trabajado directamente en el proceso de modernización de la rama castrense y comparten los gestos que ha hecho el comandante en jefe en materia de derechos humanos.
No obstante, Ewing estuvo destinado en los primeros años de su carrera militar a la CNI y a Piuzzi le jugaron en contra algunos problemas de llegada con sus subordinados.
Así, Izurieta se perfiló como “el hombre” destinado a consolidar el proceso de modernización del Ejército. De hecho, el nuevo comandante en jefe de la institución castrense sigue la senda de Cheyre en materia de derechos humanos. En septiembre de 2000, realizó un gesto importante al mundo de los derechos humanos al señalar que estaría dispuesto a “pedir perdón” en pos de la unidad nacional.
Asimismo, es férreo partidario de las modificaciones al Servicio Militar Obligatorio y tiene una alta formación académica, ya que es magíster en Ciencia Política de la Universidad Católica. Dentro del Ejército es reconocido como un oficial de bajo perfil, prudente, sereno y claro en sus ideas y con una alta capacidad de trabajo en equipo.
Oscar Izurieta Ferrer tiene 55 años, es casado y tiene dos hijos. Antes de ser comandante del Comando de Institutos y Doctrina del Ejército, encabezó el comando de Institutos Militares, la Dirección de Operaciones del Ejército y fue comandante de la III División de Ejército.
En 1998, era agregado militar en Londres por lo que fue el primero en enterarse de la detención del ex comandante en jefe, Augusto Pinochet, en esa ciudad, e incluso coordinó algunas estrategias iniciales de defensa. En enero de 1999, fue designado jefe de la misión militar de Chile en Washington.
Izurieta también destaca por su formación académica. Es magíster en Ciencias Militares, con mención en “Planificación y Gestión Estratégica” y magíster en “Ciencia Política”, con mención en “Relaciones Internacionales”, en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Además ha realizado cursos de Paracaidismo; de Capacitación Pedagógica; de Aplicación Avanzada para Oficiales Subalternos; de Relaciones Industriales y Administración de Personal, en el Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas (ICARE).
El anuncio
La oficialización del anuncio estuvo precedida de reuniones tanto en La Moneda como en el cuarto piso de Zenteno 45, donde se ubica la oficina de la comandancia en jefe del Ejército.
Una vez comunicada la determinación presidencial, el ministro Puccio precisó que el encuentro protocolar entre Lagos, Cheyre e Izurieta se realizará el lunes –a las 08:50- en el Salón de Audiencias, del Palacio de La Moneda.
En la ocasión, se prevé que además de los saludos protocolares se aborde el sello que tendrá la gestión de Izurieta, quien encabezará el Ejército –de no mediar una decisión presidencial en sentido contrario, en virtud de las reformas constitucionales- hasta el 2010, al igual que quien resulte elegido Presidente en las próximas elecciones.
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