Chile: Condenemos el saqueo
Por Julián Alcayaga
Con mucho aspaviento el Ministro del Interior Sr. Hinzpeter anunció un proyecto de ley contra el saqueo, que condenará con largas penas de cárcel a todos los saqueadores. Esto me alegra porque por fin se va a terminar, pienso yo ingenuamente, el más grande de los saqueos que existen en Chile: el saqueo del cobre.
En nuestro país los saqueos son muchos y ocurren a diario con las comisiones e intereses de las tarjetas de crédito, los aranceles universitarios, los planes de las Isapres, el precio de la electricidad, el agua, el teléfono, banda ancha, la cotización adicional de las AFP, y decenas de otros saqueos que permite el sistema. Pero en toda la Historia de nuestro país nunca existió un saqueo más colosal que el que ha ocurrido con el cobre en estos últimos 30 años. Veamos.
El año 2003, el Servicio de Impuesto Internos demostró en el Senado que 9 de las 10 mayores empresas mineras extranjeras no habían pagado ni un solo peso de impuesto a la renta entre los años 1995 y 2003. Ni un solo dólar. Nada. Nothing. Rien du tout. Nichts. En esos mismos años se llevaron alrededor de 30 millones de toneladas de cobre, lo que al precio actual representan un verdadero pillaje de equivale a US$ 260.000.000.000 (doscientos sesenta mil millones de dólares). Sin pagar un solo dólar de impuesto a la renta en Chile. ¿Alguien se puede imaginar un saqueo más grande que ese? Gracias a Hinzpeter y a Dios, este tipo de saqueos se va terminar porque los saqueadores irán a la cárcel.
Sobre todo que las transnacionales mineras ya no saquean solo el cobre que explotan en sus propias minas, sino también el que produce Codelco, empresa nacional que dirigen desde el año pasado gracias a la llegada de Piñera a La Moneda y a la nueva Ley Orgánica de Codelco promulgada por Bachelet en noviembre de 2009, a pocos meses de dejar el poder.
En virtud de esa Ley Piñera pudo nombrar a grandes ejecutivos de las transnacionales mineras a la cabeza de Codelco, desde su Presidente Ejecutivo y a todos los vicepresidentes, y hasta los gerentes y el Directorio de la Corporación. Con estos tipos delegados en comisión de servicio, el cobre y sus beneficios también desaparecen de Codelco.
Si analizamos los resultados de Codelco por el año 2010, notamos que los ingresos declarados en dicho ejercicio son inferiores en unos 4 mil millones de dólares a los que debiesen ser, en función de la producción y los precios del cobre y sus subproductos, ¿A qué bolsillos pasaron esos 4 mil millones de dólares? Trataremos de seguirle la pista.
En la Memoria del ejercicio 2010 se observan pérdidas en los mercados de futuro de mil 42 millones de dólares. Se trata de los mismos mercados en los cuales Juan Pablo Dávila perdió 170 millones de dólares en 1994, razón por la cual fue a parar a la cárcel. Ahora se pierde una suma seis veces superior y todavía no hay nadie procesado. A menos que gracias a Hinzpeter alguno de los responsables de este saqueo sea encarcelado.
Pero aún falta por explicar otros 3 mil millones de dólares de disminución de las ventas en el ejercicio 2010. Una respuesta de Cochilco sobre las ventas de subproductos de Codelco nos da una pista para entender la notable caída de las ventas de la minera nacional. En el año 2006 las ventas de oro, plata, molibdeno y ácido sulfúrico fueron de 3.118 millones de dólares, y el 2008 subieron a 3.421 millones de dólares el 2008. Sin embargo, inexplicablemente, en el año 2010 estas ventas fueron sólo de 1.351 millones de dólares, aún cuando la producción había aumentado en promedio en 40%, y los precios del oro y la plata habían aumentado en más de 100% en relación al año 2006 y en más de 50% en relación al año 2008. Tomando en cuenta el aumento de los precios y de la producción, la venta de estos subproductos debía supera los 4.000 millones de dólares en el 2010, muy por encima de los 1.351 millones informados por Cochilco.
Alguien ha estado comprando estos subproductos a precios muy inferiores al mercado, recibiendo ganancias indebidas recurriendo al viejo truco de la subfacturación. Queda por descubrir quienes son los beneficiados. Dejémosle a Hinzpeter, -el enemigo de los saqueadores-, la tarea de descubrirlos. Y para ayudarle, recordemos que toda la plana mayor de Codelco ha trabajado durante más de 20 años al servicio de las mineras que han saqueado a nuestro país. Con esa pista Hinzpeter los tiene fácil.
Pero esta semana se dio a conocer otro “magnífico” negocio hecho por Codelco: la compra del 49% de la mina La Disputada por 6.750 millones de dólares.
El año 2003 Anglo American le compró La Disputada a Exxon en 1.300 millones de dólares, y recibió un retorno de 700 millones de dólares de parte del Estado, por pérdidas tributarias acumuladas. En consecuencia el costo de compra de La Disputada fue solamente de 600 millones de dólares. En ese tiempo Codelco pudo comprar el 49% del capital por 650 millones de dólares. Hoy Codelco, dirigido por ex ejecutivos de Anglo American, compra el 49% del capital de esa empresa por 6.750 millones de dólares, dinero que pedirá prestado a la japonesa Mitsui, empresa para la cual también han trabajado los dos principales ejecutivos de Codelco.
Esto ya no es un saqueo, es un robo. Comprar el 49% del capital de esta empresa no tiene absolutamente ningún sentido, porque con esa participación Codelco no podrá decidir de nada, como ya ocurre en El Abra, donde Codelco también posee el 49% del capital y pesa menos que un paquete de cabritas.
Es un robo porque los Srs. Diego Hernández y Thomas Keller, gestores de esta operación, le estarán traspasando 6.750 millones de dólares a su antiguo empleador, AngloAmerican, dinero que les presta otro antiguo empleador, Mitsui. Todo sin ningún beneficio para Codelco.
Confiamos que con la ley contra el saqueo del Ministro Hinzpeter, el gran saqueo del cobre va a terminar.
Julián Alcayaga es eeconomista.
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