Derrota kirchnerista: ¿nuevos aires en Argentina?
Foto: Mauricio Macri, del PRO, gobernador electo de la Ciudad de Buenos Aires por segunda vez.
La derrota kirchnerista en la Ciudad de Buenos Aires cambia el clima político argentino de cara a las elecciones presidenciales en octubre de 2011, opina experta de la Fundación Friedrich Ebert.
Con el triunfo del candidato de centro-derecha neoliberal del partido Alianza Propuesta Republicana (PRO), Mauricio Macri, en segunda vuelta en las elecciones para jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, llevadas a cabo el pasado 31 de julio, se perfila una nueva constelación en el escenario político argentino y, con ella, se abren varios interrogantes.
Este resultado, junto con el de las elecciones para la gobernación de una de las provincias electorales claves de Argentina, Santa Fe, esbozan un cambio en el clima previo a las Elecciones Primarias del 14 de agosto, de cara a las elecciones presidenciales del 23 de octubre.
El empresario Mauricio Macri, gobernador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) desde el 2007, es el representante de la oposición más férrea al kirchnerismo y al Gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner. Ganó el balotaje del domingo con el 64,2 por ciento de los votos, derrotando a Daniel Filmus, del kirchnerista Frente para la Victoria, que obtuvo un 35,7 por ciento de los sufragios.
El expresidente del club de fútbol Boca Juniors (1995-2007), muy criticado por su política edilicia, educativa y de seguridad en la capital porteña, ya había derrotado a Filmus en junio de 2007, y declaró su intención de presentarse como candidato presidencial para el 2015. Macri, que dijo al diario online Clarín.com que “nunca vio claro que Cristina Fernández ganara en primera vuelta”, si bien no será candidato a presidente en 2011, tiene un rol importante como fuerza de apoyo del peronismo no kirchnerista.
Foto: El partido Alianza Propuesta Republicana celebra la victoria electoral en Buenos Aires.
Elecciones Primarias, claves para las presidenciales
La victoria conservadora de Macri en la Ciudad de Buenos Aires no sorprende, ya que la capital no es, históricamente un distrito peronista, señaló María Rigat-Pflaum, politóloga y directora de proyectos de la sede de la Fundación Friedrich Ebert en Buenos Aires, en conversación con Deutsche Welle. “Se trata de un voto de apoyo a la gestión del actual jefe de Gobierno porteño y de una clara muestra de rechazo al gobierno de Cristina Fernández de Kichner y lo que sería una continuación de su gobierno en la capital”, dijo la experta.
Daniel Filmus, candidato kirchnerista del Frente para la Victoria. |
Previamente a los comicios presidenciales, en Argentina se llevarán a cabo el 14 de agosto próximo Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, de acuerdo con una ley de 2009, también denominada de Democratización de la Representación Política. Los argentinos mayores de 18 años tienen obligación de votar, entre los precandidatos de un mismo partido, por quienes consideren más aptos para el cargo público de candidato presidencial.
Si bien éste es el espíritu original de las Elecciones Primarias, “en realidad esto se ha distorsionado”, opina Rigat-Pflaum. “Evidentemente, los candidatos han resuelto sus internas. Creo que el resultado de estas primarias del 14 de agosto va a ser interpretado como una primera vuelta de las elecciones presidenciales de octubre”, dijo la politóloga.
El resultado electoral para la gobernación de Buenos Aires es una de las dos claves, junto con las Primarias del 14 de agosto, para definir el resultado de las presidenciales y una posible reelección de Cristina Fernández de Kirchner, que se presenta para un segundo mandato.
Derrota kirchnerista en Santa Fe
Hermes Binner, candidato socialista del Frente Amplio Progresista. |
Entretanto, en el complejo panorama preelectoral argentino, el peronismo tradicional está dividido y se especula con nuevas alianzas, con posibles apoyos a Cristina Fernández de Kirchner o a Eduardo Duhalde, ex presidente durante la crisis económica en Argentina, quien dijo, por su parte, que apoyaría a quien saliera segundo en las Primarias de agosto.
También la Unión Cívica Radical (UCR), tradicionalmente la segunda fuerza política en ese país, ha tomado un nuevo rumbo con la alianza de su candidato presidencial, Ricardo Alfonsín, hijo del fallecido ex presidente Raúl Alfonsín, con Francisco de Narváez, un empresario conservador -otro peronista disidente- del Partido Justicialista (PJ), continuador del Partido Peronista fundado por Juan Perón.
En Santa Fe, uno de los centros agropecuarios más importantes del país, resultó electo gobernador el socialista Antonio Bonfatti (38, 7 por ciento), del Frente Progresista Cívico y Social, pero fue el 35, 2 por ciento de Miguel Del Sel, un actor que se acaba de iniciarse en la política y candidato del PRO, lo que marcó la diferencia frente a la derrota del kirchnerista Agustín Rossi (22,2 por ciento).
“El voto de Santa Fé es el voto de una provincia agropecuaria que estuvo en pie de lucha contra la Ley 125”, explica María Rigat-Pflaum, refiriéndose a la ley que pretendía hacer pagar más impuestos al sector agroexportador, lo que desató la llamada ‘crisis del campo' en 2008.
C. Fernández de Kirchner: ¿triunfo en primera vuelta?
Según la politóloga de la Fundación Friedrich Ebert de Buenos Aires, los resultados de los comicios para elegir gobernador en Santa Fé se podrían interpretar como “la disconformidad del peronismo tradicional con respecto al manejo interno que hace la actual presidenta argentina del partido peronista”. Las conquistas del PRO en la Ciudad de Buenos Aires y en Santa Fe podrían estar anunciando un giro de la intención de voto hacia la centro-derecha, pronostica María Rigat-Pflaum.
Cristina Fernandez de Kirchner: ¿segundo mandato? |
Rigat-Pflaum piensa que “se despolarizó la situación porque ha surgido otra fuerza política de derecha en Santa Fe y en Ciudad de Buenos Aires que no está encuadrada en las demás fuerzas de oposición, es decir, en la centro-izquierda, que ha sido la alianza que se ha tratado de forjar en todo este tiempo. Surge una posibilidad más bien para elecciones futuras -Macri se está postulando al 2015- como una fuerza importante, consolidando una derecha que en Argentina en este momento no existe. Hay que ver cómo se desarrolla esto”, dice Rigat-Pflaum.
El tema es, de acuerdo con la experta, no sólo cuál es la fuerza del Frente para la Victoria, de Cristina F. de Kirchner, sino cómo se consolida una oposición para las elecciones de octubre. "Y el problema de la oposición es que está dispersa y debilitada", dice María Rigat-Pflaum. "La izquierda democrática se agrupó alrededor de la fórmula Hermes Binner-Norma Morandini, del Frente Amplio Progresista, distanciándose de Ricardo Alfonsín, que, en su alianza con De Narváez marcó un rumbo imposible de seguir para esa izquierda", añade.
En cuanto a las posibles repercusiones de estas elecciones, que son algo así como la antesala de las presidenciales, Rigat-Pflaum opina que “no existe una corriente ‘macrista' a nivel nacional”. “No creo que esto haga que Cristina Fernández de Kirchner pierda las elecciones de octubre”, subraya. La directora de proyectos de la Fundación Friedrich Ebert de Buenos Aires piensa que estos resultados tal vez modifiquen un poco los guarismos de octubre, “porque es evidente que la gente votará influenciada por estos resultados, especialmente los independientes y algunos indecisos”, dice. Pero no va a modificar el resultado final. “Si Cristina Fernández de Kirchner obtiene un 40 por ciento de los votos en las Primarias de agosto, las cartas están echadas”, concluye la experta.
Autora: Cristina Papaleo
Editor: Pablo Kummetz
Argentina y el sueño de una izquierda unida
La candidatura del socialista Hermes Binner a la presidencia en Argentina abre interrogantes sobre el nuevo panorama político y tiene un potencial de votos interesante, opina experta. (10.06.2011)
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