SUBE LA TASA DE DESEMPLEO EN CHILE A UN 8.8%
La tasa de desocupación para el trimestre marzo-mayo llegó al 8,8%, lo que es superior al 8,6% registrado en el trimestre inmediatamente anterior, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Esta alza se explica por el nulo aporte del sector de la construcción y una disminución en la actividad inmobiliaria. Por otro lado, los efectos del terremoto sumados a la estacionalidad agrícola continuaron siendo particularmente sensibles en las regiones del Biobío y del Maule, donde el incremento de la desocupación fue mayor al promedio del país, aseguró el INE.
En ambas regiones, hubo una baja trimestral en la fuerza de trabajo, caracterizada por la pérdida de empleos, lo que sumado al alza en el número de cesantes se tradujo en descensos, tanto en la tasa de desocupación como en la de participación.
Por otro lado, los nuevos indicadores analíticos muestran un aumento de los ocupados a tiempo parcial y de los ocupados que buscan empleo.
OCUPACIÓN
La variación trimestral de desocupados aumentó 2,6%, equivale a 17.010 personas, lo que se debió solamente al aumento de 4,2% de cesantes, es decir, 600 mil personas.
Este incremento representó 23.930 personas y se concentró mayormente en hombres (12.040 personas), quienes representaron el 54,3% del total. Mientras tanto, los que buscan trabajo por primera vez disminuyeron en 6.920 personas en el mismo lapso (-8,5%), lo que se observó sólo en mujeres, que en suma representan el 61,6% del total.
La fuerza de trabajo, en tanto, creció 0,3%, con un aumento del empleo de sólo 0,1%. El aumento de los desocupados se explicó por los cesantes (4,2%), puesto que el número de quienes buscan empleo por primera vez disminuyó. Aumentó la ocupación en hombres, donde también se registró el mayor aumento de desocupados (3,6%), principalmente cesantes. Con esto, se observó un incremento de la tasa de participación masculina (a 71,6%) como de la tasa de desocupación de hombres (0,2 puntos porcentuales), que alcanzó a 7,6%.
Las mujeres, en tanto, incrementaron en mayor magnitud la fuerza de trabajo (0,2%) que las inactivas (0,1%), traduciéndose en una histórica participación femenina de 44,5%. El aumento de desocupadas en el período (1,5%) se debió al 4,5% de cesantes, puesto que por primera vez disminuyó el número de quienes buscan trabajo por primera vez (13,4%). Ante esto, la tasa de desocupación femenina ascendió a 10,7%.
La tasa de ocupación nacional no presentó variación (52,7%), aún cuando se registró una leve disminución en hombres (66,1%), mientras que en mujeres se mantuvo (39,7%).
REGIONES Y TERREMOTO
Si bien el incremento trimestral de la ocupación fue leve, se registraron aportes significativos en algunas regiones, principalmente en la Metropolitana y en la de Los Lagos. Por el contrario, las únicas incidencias negativas provinieron del Maule, O’Higgins y Biobío.
Los sectores donde hubo un impulso positivo del empleo nacional fueron enseñanza, transporte y comunicaciones y administración pública, especialmente en la Región Metropolitana, mientras que la industria manufacturera destacó en Los Lagos.
A pesar de lo anterior, la tasa de desempleo aumentó en distintas regiones, con excepción de Arica y Parinacota, Coquimbo, Metropolitana y Los Ríos.
Los efectos del terremoto en las regiones afectadas se materializaron en aumentos trimestrales de las tasas de desempleo durante marzo-mayo, además de disminuciones en participación y ocupación.
La Región del Maule experimentó una baja trimestral de la fuerza de trabajo de 3,1%, producto de la fuerte disminución de ocupados (-3,5%). Los inactivos habituales y Potencialmente activos impulsaron el aumento de 3,8% en el total de éstos.
La tendencia del empleo nuevamente registró la principal incidencia negativa en agricultura, caza y silvicultura, además de hoteles y restaurantes e industria manufacturera. La disminución de empleo en esta región representó la mayor incidencia negativa a nivel país. En contraste, la principal incidencia positiva se observó en administración pública, al igual que en otras regiones.
Por su parte, la Región del Biobío presentó resultados similares a los del trimestre anterior, aunque en magnitudes menores, debido a que registró una disminución trimestral en los ocupados (0,9%) y un aumento de los desocupados (3,0%), lo que implicó que la fuerza de trabajo anotara una disminución de 0,5%. Con esto, los inactivos aumentaron en 0,7% impulsado por las razones de habitualidad que varió 1,7%.
Respecto a la disminución de empleo en esta región, las mayores incidencias negativas se registraron en construcción, hogares privados con servicio doméstico, agricultura, caza y silvicultura; y pesca. La principal incidencia positiva se observó en administración pública.
Esta alza se explica por el nulo aporte del sector de la construcción y una disminución en la actividad inmobiliaria. Por otro lado, los efectos del terremoto sumados a la estacionalidad agrícola continuaron siendo particularmente sensibles en las regiones del Biobío y del Maule, donde el incremento de la desocupación fue mayor al promedio del país, aseguró el INE.
En ambas regiones, hubo una baja trimestral en la fuerza de trabajo, caracterizada por la pérdida de empleos, lo que sumado al alza en el número de cesantes se tradujo en descensos, tanto en la tasa de desocupación como en la de participación.
Por otro lado, los nuevos indicadores analíticos muestran un aumento de los ocupados a tiempo parcial y de los ocupados que buscan empleo.
OCUPACIÓN
La variación trimestral de desocupados aumentó 2,6%, equivale a 17.010 personas, lo que se debió solamente al aumento de 4,2% de cesantes, es decir, 600 mil personas.
Este incremento representó 23.930 personas y se concentró mayormente en hombres (12.040 personas), quienes representaron el 54,3% del total. Mientras tanto, los que buscan trabajo por primera vez disminuyeron en 6.920 personas en el mismo lapso (-8,5%), lo que se observó sólo en mujeres, que en suma representan el 61,6% del total.
La fuerza de trabajo, en tanto, creció 0,3%, con un aumento del empleo de sólo 0,1%. El aumento de los desocupados se explicó por los cesantes (4,2%), puesto que el número de quienes buscan empleo por primera vez disminuyó. Aumentó la ocupación en hombres, donde también se registró el mayor aumento de desocupados (3,6%), principalmente cesantes. Con esto, se observó un incremento de la tasa de participación masculina (a 71,6%) como de la tasa de desocupación de hombres (0,2 puntos porcentuales), que alcanzó a 7,6%.
Las mujeres, en tanto, incrementaron en mayor magnitud la fuerza de trabajo (0,2%) que las inactivas (0,1%), traduciéndose en una histórica participación femenina de 44,5%. El aumento de desocupadas en el período (1,5%) se debió al 4,5% de cesantes, puesto que por primera vez disminuyó el número de quienes buscan trabajo por primera vez (13,4%). Ante esto, la tasa de desocupación femenina ascendió a 10,7%.
La tasa de ocupación nacional no presentó variación (52,7%), aún cuando se registró una leve disminución en hombres (66,1%), mientras que en mujeres se mantuvo (39,7%).
REGIONES Y TERREMOTO
Si bien el incremento trimestral de la ocupación fue leve, se registraron aportes significativos en algunas regiones, principalmente en la Metropolitana y en la de Los Lagos. Por el contrario, las únicas incidencias negativas provinieron del Maule, O’Higgins y Biobío.
Los sectores donde hubo un impulso positivo del empleo nacional fueron enseñanza, transporte y comunicaciones y administración pública, especialmente en la Región Metropolitana, mientras que la industria manufacturera destacó en Los Lagos.
A pesar de lo anterior, la tasa de desempleo aumentó en distintas regiones, con excepción de Arica y Parinacota, Coquimbo, Metropolitana y Los Ríos.
Los efectos del terremoto en las regiones afectadas se materializaron en aumentos trimestrales de las tasas de desempleo durante marzo-mayo, además de disminuciones en participación y ocupación.
La Región del Maule experimentó una baja trimestral de la fuerza de trabajo de 3,1%, producto de la fuerte disminución de ocupados (-3,5%). Los inactivos habituales y Potencialmente activos impulsaron el aumento de 3,8% en el total de éstos.
La tendencia del empleo nuevamente registró la principal incidencia negativa en agricultura, caza y silvicultura, además de hoteles y restaurantes e industria manufacturera. La disminución de empleo en esta región representó la mayor incidencia negativa a nivel país. En contraste, la principal incidencia positiva se observó en administración pública, al igual que en otras regiones.
Por su parte, la Región del Biobío presentó resultados similares a los del trimestre anterior, aunque en magnitudes menores, debido a que registró una disminución trimestral en los ocupados (0,9%) y un aumento de los desocupados (3,0%), lo que implicó que la fuerza de trabajo anotara una disminución de 0,5%. Con esto, los inactivos aumentaron en 0,7% impulsado por las razones de habitualidad que varió 1,7%.
Respecto a la disminución de empleo en esta región, las mayores incidencias negativas se registraron en construcción, hogares privados con servicio doméstico, agricultura, caza y silvicultura; y pesca. La principal incidencia positiva se observó en administración pública.
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