Blogia
Centros Chilenos en el Exterior

Entre el 13 y el 17

Roberto Tello

El proyecto continuista de la concertación a sido derrotado en primera vuelta y con una ventaja bastante significativa en favor del proyecto de la derecha política y económica chilena, que se encuentra a un paso de ser consagrada a la presidencia de Chile, después de haber estado 17 años encaramada en el poder por la fuerza de las armas acompañando al tirano en su aventura dictatorial. El rol de gendarme de la institucionalidad de facto dejada por Pinochet a los chilenos, que la derecha cumplió en estos 20 años de transición a la sombra de los gobiernos de la concertación, parecen llegar a su fin. Al parecer, de ahora en más, volverán a dar las órdenes y profundizaran el desvencijado modelito económico que la crisis capitalista mundial dejo a mal traer.

La derecha, puede llegar al poder político para relanzar las recetas económicas diseñadas desde el imperio, profundizar la explotación de los trabajadores, rescatar los fondos públicos que la concertación destino a mitigar y emparchar los bolsones de pobreza que las políticas neoliberales dejan como secuela, en los cada ves mas amplios sectores de la sociedad chilena, a los que este modelo afecta. La derecha viene a imponer su proyecto de rapiña, creando "negocios" en sociedad con las multinacionales, que ya, hacen y deshacen en Chile, arrasando con nuestros recursos naturales desde el mar a los Andes y a todo lo largo del país, gracias, al "dejar hacer" de la concertación. Si alguien pensaba en una constituyente, algo que dependía de factores políticos absolutamente realizables, resultaran a partir del 18 de Enero del 2010, una verdadera utopía, al igual, que sacarle a los chupasangre de las AFP, los fondos de pensión de los jubilados, con los que sus parásitos gerentes timbean en el circuito financiero nacional e internacional, por nombrar solo dos ejemplos del retroceso social que nos espera, si Piñera corona.

Este es el fatal panorama que la concertación y el podemos, es decir, la gente progre y la izquierda electoral agitan de manera conveniente ante la posibilidad de que Piñera logre alcanzar el triunfo en Enero. Aun a sabiendas, de que la reunión de perdedores en primera vuelta, se pueda convertir en los ganadores de la segunda ronda. Fuera de esta falsa dicotomía, podemos pensar en como el pueblo chileno, los trabajadores, estudiantes, campesinos, Pueblo Mapuche, salen de esta trampa institucional, articulando la organización popular desde una perspectiva revolucionaria, de cambios estructurales. Estamos en medio de un periodo cortisimo, en donde el poder político puede pasar de manos, de una fracción de la burguesía chilena que solo se propone como resultado de su accionar político, generar nuevos ricos emergentes del sistema parasitario, utilizando los resortes que le otorga el Estado y la misma política. Y por otro lado, la otra fracción; la más caníbal, la reaccionaria, aquella que aleja a Chile de la justicia social y de la dinámica generada por los pueblos latinoamericanos, que comienzan a romper con el imperialismo norteamericano y sus políticas neoliberales.

Parte de la izquierda chilena, apostó todas sus fichas en estas elecciones para alcanzar una representación parlamentaria, que no podía, sino, que ser simbólica. Arrate, logro reavivar un lenguaje altamente rupturista desde el punto de vista económico, pero que pierde su consistencia al no tener una base social que le de sustento, -menos del 7% de los votos-. El arreglo de esta izquierda con la concertación, diluye cualquier intento serio, de establecer alternativas para los trabajadores y menos soluciones para sus problemas. Los trabajadores que simpatizan con la izquierda y que han votado por Arrate o M. Enriques, lo han hecho esperanzados, en que estos políticos abrirán las puertas de un proceso liberador hacia el futuro y a la ves destructor del actual esquema institucional de facto, que mantiene atrofiado el dinamismo social democrático, respaldado por una maquinaria mediática y fuerzas del "orden" al que el Estado chileno recurre permanentemente, debido al desborde social que provocan las políticas neoliberales del status quo.

¿En que parte de esta elección se encuentra la utilidad del voto para un trabajador, en relación con sus intereses? sabiendo que estos, son en el fondo, intereses por su independencia política. Mientras que el eclecticismo político reinaba en las filas de M.E Omínami como característica sobresaliente. En las filas del podemos, la relación carnal con los concertados, dejo entrever el déficit de un proyecto propio volcado a los intereses de las masas trabajadoras. Por que lo que a hecho el podemos, es meter un discurso radical, en relación con el de sus adversarios, incluido el de M E Ominami, que queda impotente con el amarre hecho con los concertados para la segunda vuelta, es decir; que el acuerdo deja claro que el único resultado buscado por el podemos, era la obtención de alguna banca en diputados como así sucedió y que el argumento madre con el cual justificaron estos acuerdos, el de romper con la exclusión, era un cuento chino por donde se lo mirara. El binominal sigue intacto, como forma de exclusión política y la exclusión social avanza desplazándose por otros vericuetos institucionales y alcanzando a una masa cada ves más grande de chilenos.

La romántica mirada que tiene la izquierda electoral de esta institucionalidad de facto, los lleva a poner como eje de todo cambio social y político, a los mismos mecanismos perniciosos que ella dice combatir. Están exultantes con las tres bancas de su 6% y cierran la boca ante la exclusión del parlamento de los candidatos de MEO que alcanzo un 20% y que, sin embargo y gracias al binominal se quedo sin el pan y sin la torta. La segunda pata de este baile electoral, tiene los sones de la concertación, ¡TODO EL PODER A FREI! El mismo que propicio una ley de amnistía para favorecer a los criminales de la dictadura, el que ayudo a sacar al mas grande criminal chileno, Pinochet de los tribunales europeos que lo tenían recluido para ser juzgado por sus crímenes contra el pueblo chileno, el que profundizo las privatizaciones, dejándole solo el agua y el aire a Bachelett.

Aquí se diluye todo el discurso anti neoliberal y progresista de la izquierda electoral y es mentira que exista otra ronda de negociaciones para actualizar el acuerdo "Podemos, Concertación" a la luz de los resultados que arrojo la primera vuelta electoral.

El acuerdo del Podemos con la concertación, echa por tierra la esperanza de que esta izquierda electoral de inicio a una faena de cambiar esta institucionalidad de facto que no sea dentro de las reglas de juego que la burguesía y sus partidos le proponen. El matiz opositor a este esquema que la izquierda pretende enfrentar desde lo institucional, queda velado por su apoyo incondicional a la corriente burguesa que a actuado como sostén del orden institucional de facto; excluyente, injusto, represor. El periodo que va del 14 de Diciembre hasta el día 17 de Enero, ha sido convertido en una prueba de vida para los trabajadores, entre dos falsas opciones, que nada tienen que ver con sus verdaderos intereses. La izquierda electoral le ha generado tal angustia a los trabajadores, campesinos, estudiantes, deudores habitacionales, Pueblo mapuche, jubilados, etc.etc. Con el cuento de que si la concertación fue una falsa para sus expectativas emancipatorias, la derecha será directamente despiadada con ellos. No existe ningún dirigente en esta izquierda que rompa con este dramático y angustiante novelón, entre el canibalismo de la derecha y los vegetarianos políticos de la concertación.

En este novelon, el mal parece tener siempre el mismo destinatario, los trabajadores. A los burócratas de la política, les ha sido asignado, en el caso de perder, un cómodo purgatorio, de donde pretenderán salir, ahora con la ayuda de tres nuevos diputados.

Y todavía falta la caza de brujas, si la reacción se alza con la Moneda.

 

 

0 comentarios