Blogia
Centros Chilenos en el Exterior

Una nueva herramienta para frenar la represión en Chile.

Por Roberto Tello (Argentina)

Alarmante resulta la confluencia de hechos y acciones de la justicia chilena, con la impunidad conque operan las fuerzas especiales de seguridad a cargo del ejecutivo, en el marco del conflicto social. Los asesinatos de dirigentes Mapuches, forman la normalidad conque el gobierno de Michelle Bachelet responde a los ancestrales reclamos de los pueblos originarios de la araucania. El conflicto mapuche encierra todo un mensaje de parte del gobierno de la concertación para con el resto de los luchadores sociales que osen desafiar el status quo político. Una suprema corte de justicia condescendiente con la impunidad, otorga el marco necesario, para que los instintos asesinos de la guardia pretoriana -carabineros-  afloren como en los negros días de la dictadura, en donde los jefes y oficiales premiaban el sadismo, la crueldad y el instinto asesino de sus subalternos.

Entender el porque un paco raso, mata a un hombre por la espalda, o a jóvenes como Matías Catrileo y Rodrigo cisternas los fusilan sin piedad en medio de la protesta, es adentrarse en lo laberintos de la compleja trama institucional que sirve de soporte a las fuerzas de la represión, en su preparación para combatir la protesta. El descomunal arsenal conque cuenta la PDI, para su guerra contra el pueblo chileno. Es absolutamente ineficaz si no se cuenta con un adoctrinamiento de sus efectivos para prepararlos a percutar las armas en contra del pueblo. No se trata solo de arengar a la tropa en orden a la chovinista  consigna de la defensa de la patria en peligro por las ordaz cada vez más numerosas de enemigos internos, quinta columnas de los Evochavistas comunistas, que pretenden convertir a Chile en otra Cuba. El actual adoctrinamiento, contiene razones de índole mas practico y objetivo para convencer a la tropa. La protesta, terminara arrasando con los privilegios conque gozan los carabineros y las fuerzas especiales desde la época de Pinochet y que resguardan hoy los concertados y su institucionalidad.

La convicción de que están inmersos en una guerra que le es absolutamente favorable, dada la correlación de fuerzas y la seguridad que les proporciona la estructura estatal, que sostiene un amparo de privilegios absolutamente desigual con el resto de los chilenos, es de por si un aliciente que gravita sobre su moral de combate. En todos los frentes, carabineros y sus distantas reparticiones, cuentan con el brazo del estado y la justicia de este, para correr las fronteras de su dominio en el conflicto social. La reciente ley  que considera punible la delincuencia de menores de edad -niños-  se suman a las ya antiguas leyes contra el terrorismo. La delincuencia común, generada por la inequidad social y económica, es castigada mucho antes que atendida, solo porque es una expresión de los desclasados y estos sectores, nada se merecen. Para que revitalizar al enemigo, generando gastos que bien pueden usarse para la atención de los combatientes que tiene el estado. Además si estos combatientes tienen un paisaje, de miseria y abandono al que mirar permanentemente, se cuidaran mucho de mantener su fidelidad al sistema que los contiene, por el temor de ser arrojados a este infierno.

La paz social, es un llamado a la sumisión del  pueblo chileno que soporta la gobernabilidad concertacionista sustentada en la represión. Es cierto por otro lado, que esta elite policial reperesiva no ha tenido que lidiar con una fuerza organizada  que le ponga limites a su desmesurado accionar. La organización popular, es un esfuerzo que avanza lentamente y que ha mostrado signos de materializarse en una fuerza que necesariamente tendrá en su agenda, la legitima defensa de los sectores populares que pelean por recuperar la justicia social. El atropello permanente de los derechos humanos por parte del gobierno concertacionista, legitima la posibilidad de un  accionar en defensa de la integridad física y moral de los sectores populares que combaten y pelean por sus derechos conculcados. Si este gobierno no se detiene ante nada en su accionar represivo  y desconoce incluso los pactos y acuerdos firmados en el plano internacional en materia de derechos humanos, a pesar de las denuncias y los llamados de atención efectuados desde los organismos internacionales, entonces para estos sectores existe una denominación clara y contundente; rehenes, cautivos, prisioneros. Y la rebelión es el único camino para liberarse de esa condición.

En el conflicto Mapuche, existe un sitio territorial de las fuerzas represivas que se extiende por toda la frontera aborigen, formando una verdadera fuerza de ocupación, mientras que el gobierno tiene medido cada paso que puede dar la resistencia mapuche en esas condiciones. El asesinato de los mapuches, conforman ya un verdadero plan de exterminio de algunas tribus, especialmente de aquellas que ocupan y reclaman territorios incluidos en proyectos mineros o forestales que este gobierno a cerrado con empresas multinacionales a los que debe darles cumplimiento, so pena, de no calificar como un país confiable para las inversiones extranjeras. Estos acuerdos comerciales, son mucho más importantes para Bachelet, que los otros acuerdos firmados por ella sobre derechos humanos.

En un año de elecciones presidenciales, la paz social debe ser forzada a concretarse, es imperioso llegar a diciembre con la casa en orden, nada debe perturbar la tranquilidad de los electores ni ahuyentar el festivo espíritu de la fiesta de la "democracia". Mientras entretienen al pueblo con las peleas de sus candidatos que sudan frente a las cámaras de la televisión, por tratar de diferenciarse de este o aquel otro candidato, en un show, que no hace más que revitalizar el decadente estadio por el que transita el sistema político chileno, a estas alturas, absolutamente indolente respecto de los problemas reales que padecen los chilenos. Una nueva fuerza nace desde lo profundo da la conciencia del pueblo chileno, el MPT, un lugar para la rebeldía, la lucha y la defensa de los intereses de los trabajadores y el pueblo chileno.

 

 

0 comentarios