¿Quién gana y quién pierde en Sudamérica?
11 de Agosto de 2009
Los coletazos de la cumbre de Unasur
"Vientos de guerra comienzan a soplar", dijo en Quito el mandatario venezolano Hugo Chávez, una declaración que para muchos es toda una advertencia y para otros pura retórica para posicionarse frente a su homólogo colombiano, Álvaro Uribe. Pero, ¿puede algún gobierno cosechar réditos de la tensión regional?
Por BBC Mundo
La división entre los líderes latinoamericanos que participaron en la cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) podría haber reflejado una tensión que ya parece enquistada en la región.
La causa es un polémico acuerdo que permitirá a militares estadounidenses operar en bases colombianas y que ha separado aún más a algunas diplomacias del continente.
"Vientos de guerra comienzan a soplar", dijo en Quito el mandatario venezolano Hugo Chávez, una declaración que para muchos es toda una advertencia y para otros pura retórica para posicionarse frente a su homólogo colombiano, Álvaro Uribe.
Pero, ¿puede algún gobierno cosechar réditos de la tensión regional? BBC Mundo consultó a distintos analistas sobre posibles vencedores y vencidos de esta nueva encrucijada latinoamericana.
El papel brasileño
Para Rafael Calduch, catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid, nadie sale realmente beneficiado de esta crisis.
"La crispación perjudica a todos, ya que está dificultando el encontrar una solución dialogada a los problemas".
Pero para Calduch, la crisis no perjudica a todos por igual ya que -según su opinión- hay gobiernos como el brasileño y el chileno que saldrán mejor parado de este enfrentamiento.
"Estos liderazgos van a salir fortalecidos, al menos de cara a Estados Unidos y la Unión Europea. De cara a países de la región como Bolivia o Venezuela, esta posición no les van a perjudicar más de lo que lo ha hecho ya", señaló el catedrático.
En la reunión de este lunes, el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, pidió implicar a EE.UU. en la solución del conflicto lo que para Ivan Briscoe, experto en conflictos del Instituto Clingendael de Relaciones Internacionales con sede en La Haya, Holanda, es básicamente "jugar a dos bandas".
"Una, buscando el liderazgo del continente y consolidándose en foros como Unasur o el Banco del Sur, otra, en su relación con Estados Unidos", señaló el analista, quien sin embargo agregó que no todo es armonía entre Brasilia y Washington.
"Lula ha dejado claras sus diferencias (con EE.UU.) pero para ser un verdadero líder regional, Brasil tiene que remplazar a EE.UU. en poder militar".
Polarización que "beneficia"
Las ya de por sí antagónicas posturas entre los vecinos Colombia y Venezuela se alejaron tan pronto como Uribe desveló su colaboración militar con EE.UU. dentro de su territorio.
Según algunos expertos, esta polarización ha elevado la temperatura del debate, salpicado además por reproches venezolanos a Colombia por una supuesta incursión en su territorio.
"Pareciera que, más allá de la palabrería, tanto Uribe como Chávez necesitan esta división para sacar adelante algunas de sus políticas internas", señaló Manuel Rojas, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
Esta rivalidad también "beneficia claramente a la alianza bolivariana (los países del ALBA) en su proyecto de polarizar la región, pero siempre con razones que ponen la legitimidad en su propio lado", dijo Brisco, haciendo referencia a la defensa del presidente hondureño depuesto, Manuel Zelaya, o la no injerencia de EE.UU. en América Latina.
"La derecha insiste en que representa la normalidad y la moderación, así que en teoría no gana tanto con esta polarización. Sin embargo, a Uribe le ha beneficiado crear un ambiente de polarización en su propio país con el debate sobre las FARC", añadió el experto en conflictos del Instituto Clingendael.
Pero Briscoe concluyó que esta estrategia del presidente colombiano ha funcionado mejor dentro que fuera de Colombia.
¿Y más al sur?
En el sur del continente, el gobierno argentino ha defendido la soberanía colombiana para decidir el uso de sus bases militares pero no ha ocultado su inquietud con las alianzas de Uribe.
"Los Kirchner trataron de ser un cierto equilibrio entre Lula y Chávez sin tener las desventajas de ninguno", explicó Marcos Novaro, director del Centro de Investigaciones Políticas (CIPOL) con sede en Buenos Aires.
"Pero tras sus últimas derrotas políticas ya no están en condiciones de sacar ninguna ventaja. Ahora la estrategia de polarización les juega en contra", añadió.
Hugo Chávez ya ha anunciado algunas medidas para castigar comercialmente a Colombia, como la suspensión de importaciones y el fin de un convenio de subsidios de carburantes. Algunos analistas creen que otros países -como Argentina- podrían salir beneficiados de esta crisis si consiguen llenar el vacío de importanciones que dejaría Bogotá, pero este escenario podría no concretarse.
"Es posible que algunos industriales argentinos estén contentos porque creen que van a remplazar importaciones colombianas en Venezuela, pero no hay que exagerar. Desde hace tiempo, Chávez ha optado económicamente por Brasil y probablemente seguirá haciéndolo", advirtió Marcos Novaro, del CIPOL.
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