OSCURECE MÁS TARDE Y LA CRISIS SE EXTIENDE EN CHILE
1. La Federación Nacional de Productores de Leche de Arlington, en el Estado norteamericano de Virginia, propuso que el gobierno le pague para sacrificar hasta 103 mil cabezas de ganado productores de leche para aprovechar el alza mundial de la carne. El precio del forraje ha hecho que se requieran 17 dólares para producir leche por el valor de 10 dólares. De esta manera, a medida que el rebaño se reduzca en miles de cabezas, los precios de la leche podrían subir a 23 dólares los 43,5 kilos. En el mejor de los mundos posibles organizado por el capitalismo, diariamente mueren 30 mil personas de hambre, y más de 3 mil millones de personas viven bajo los niveles de la pobreza, subalimentados y maldecidos por la miseria.
2. A diferencia de algunas opiniones optimistas (neokeynesianas, en el caso mejor) , el capitalismo procura resolver los efectos de la crisis mundial y multidimensional, a través de la intensificación de la explotación; la profundización de la financiarización económica; la destrucción de empleo y naturaleza; la deslocalización de las inversiones; los llamados ajustes estructurales o privatización de los derechos sociales y la escasa industria criolla del tercer mundo como condiciones de préstamos impagables; el proteccionismo central y el aperturismo sin restricciones de la periferia; la concentración oligopólica; y la represión y el hostigamiento a cualquier emergencia desde el mundo de los pueblos y los trabajadores. Debido las transformaciones estructurales de la organización del trabajo y el fortalecimiento de las instituciones tutelares del capital (FMI, Banco Mundial, OMC), y a las relaciones de fuerza mundiales y nativas entre la supremacía de la minoría que domina y la mayoría dominada, más allá de reordenamientos en curso (potencia relativa de los países del BRIC –Brasil, Rusia, India y China-) y el mantenimiento irrebatible aún de la fuerza militar hegemónica monopolizada por el Estado corporativo norteamericano, los pueblos y los asalariados del planeta no han logrado organizar sus fuerzas en ningún país de manera victoriosa. El término de los “años dorados” del capitalismo (1945 -1970) que devino en un patrón de acumulación fundado en el ordenamiento general de la reproducción de la ganancia subordinado al capital financiero, el desarrollo de las telecomunicaciones y la mundialización de las relaciones comerciales sobre el movimiento centro-periferia, se coronó con la implosión del campo denominado “socialismo realmente existente” y el inmediato Consenso de Washington. Las nuevas hazañas post capitalistas de los pueblos ya no podrán soportarse sobre proyectos de desarrollismo infinito, ni estatismos panópticos que sustituyan la participación y la organización plena de la sociedad por la propia sociedad bajo el argumento de un “período transicional indeterminado”. El socialismo anticapitalista, en la era crepuscular del capitalismo devastador, deberá apelar a la destrucción del superconsumo, la moderación y sustentabilidad planetaria bajo el gobierno de trabajadores y pueblos, la eliminación de la apropiación privada de la producción social ecológicamente regulada, el respeto y la promoción de la multiculturalidad, y transformaciones que tornen ruina y pésimo recuerdo las aventuras burocráticas, las prebendas y la esclerotización del desarrollo integral de la humanidad. El rostro de las futuras emancipaciones sociales en el planeta será también la superación enriquecedora de los errores profundos de los socialismos históricos. Independientemente de sus partos épicos, nobles e inolvidables.
3. El golpe de Estado propiciado en Honduras por la extensión militar de los que mandan debido, en sus motivos inmediatos, a la eventual consulta que realizaría el presidente depuesto, José Manuel Zelaya, a la población sobre si estimaba positivamente la posibilidad de realizar una Asamblea Constituyente, expresa distintos resortes de la dominación a la vez. Cada día que pasa, se revelan prueban contundentes de la complicidad del Estado norteamericano en la tragedia hondureña, y se confirma la imposición violenta de los intereses de una burguesía abyecta, en el sentido de evitar cualquier posible modificación, por menuda que sea, en el orden de la expoliación histórica sobre el pueblo de Honduras. Asimismo, y pese a que Zelaya era simplemente un gobernante liberal que se impuso transformar la Constitución ilegítima de 1982 sobre cambios muy lejanos al socialismo, la reacción norteamericana y de la clase en el poder del país centroamericano también resultó exitosa a causa de la ausencia de relaciones de fuerza necesarias incluso para mutaciones moderadas. Si se intentó un golpe fallido el 2002 contra el gobierno socialdemócrata de Venezuela, y se ha tratado de asesinar al presidente Evo Morales en Bolivia, ¿Por qué otro tanto no podría ocurrir en Honduras, donde existe un mucho menor tonelaje y organización de las fuerzas sociales de los trabajadores y el pueblo para encarar la fuerza de las armas monopolizadas por el ejército de la burguesía? Ninguna transformación favorable a las grandes mayorías, en el actual estadio de totalitarismo del capital y democracia ilusoria, puede realizarse sin la condición, sin la preexistencia de una fuerza social ancha, popular, y poderosamente blindada política y orgánicamente. Lo demás es demagogia y desgracia segura. Tener claridad sobre la ejecución programática de los intereses históricos de los asalariados y el pueblo, y la fantasía de su factibilidad en la pura representación superestructural y encorsetada de la democracia de los que dominan, resultan inútiles, insuficientes y desorientadoras al momento de diseñar y ofrecer estrategias emancipatorias en cualquier lugar del mundo. La política fabricada de deseos y ficción, bien o malintencionada, se desploma y resuelve en el movimiento real de las relaciones de fuerza de las clases y sus intereses en disputa.
4. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) proyectó una caída de -1,6 % del PIB para Chile a fines de 2009, muy por debajo del Banco Mundial (-0,4 %) y el FMI (-0,1%). También la OCDE aseguró que la tasa moratoria de los préstamos puede subir rápidamente durante el presente año por el aumento del desempleo, que ya supera el millón de puestos de trabajo. Por otra parte, China, la principal economía demandante de cobre nacional, ha inclinado a la baja el precio del metal rojo producto de las dudas de los inversionistas respecto de la recesión y porque el gigante asiático ya estaría completando sus inventarios cupríferos. En el mismo ámbito, las empresas proveedoras de la explotación de cobre han visto desfallecer sus ventas en un 40 % entre diciembre de 2008 y junio de 2009, como efecto de la paralización de inversiones en el sector. Las exportaciones chilenas –sólo materias primas con escaso valor agregado- se distribuyen principalmente en el cobre refinado y minerales concentrados en un 46,6 %; frutas en un 16 %; madera y celulosa en un 13,2 %; y pescado y crustáceos en un 10,4 %. En general el valor de las exportaciones ha caído significativamente ante la contracción económica mundial, así como la cantidad de productos exportados. En cuanto a los precios de la producción lechera, respecto del mismo período de 2008, han disminuido un 30 % y se aguarda una situación todavía más dramática hacia el tercer trimestre de 2009. Por ello, la propia producción en relación al año pasado, ha descendido un 12 %.
5. Un punto aparte considera la debacle de la producción salmonera en Chile y sus nefastas implicancias multidimensionales. Como un efecto del virus ISA, estalló la crisis en junio de 2008. Pese a que el Estado, concertadamente con los privados, procuró ocultar la peste viral, ella se extendió por toda la X Región del país en 10 meses y debieron cerrarse 200 medios de cultivos. Las millonarias proyecciones de la expansión del producto se hicieron trizas de golpe. Los capitales noruegos, hegemónicos en la producción de la especie, fueron y son los más dañados, además de resultar los responsables de la importación del virus que busca paliarse mediante el exceso ilegal de antibióticos que se les suministra a los salmones, precautoriamente. Hasta la OMS prohíbe el empleo de este tipo de antibióticos por la generación de resistencias en los propios consumidores. Paralelamente, el gobierno, a través del DC Felipe Sandoval (quien dirigió la privatización de los puertos el 2002 y la destrucción de Lota), en noviembre de 2008 inició el “Plan de salvataje de la industria salmonera”. De este modo, el Fisco aseguró una línea de crédito de 460 millones de dólares para los capitalistas del sector, con un 60 % de respaldo estatal. Sin embargo, el sistema financiero que opera en Chile resolvió que el negocio del salmón no era viable. Salvo, cómo no, que se establezcan modificaciones sustantivas a la Ley de Pesca, la Laboral y la de Concesiones. Chile es el único país del planeta donde las concesiones a privados son gratis, y contemplan el litoral, la superficie y el fondo del agua donde se producen los peces. Los dueños de la industria sólo deben desembolsar 131 dólares al año por el uso y abuso de una hectárea de agua. Como si fuera poco, la fuerza de trabajo está subvencionada en un 14 % por el Estado. El negocio demanda, en concepto del gasto de producción, un 50 % en costo por harina de pescado para alimentar a los salmones, la cual es producida y vendida en Chile a precios ridículos. El dinero dulce y contaminante, destructor de medioambiente, responsable del exterminio de 20 mil empleos y de la precarización de los sobrevivientes, y de efectos sanitarios para la comunidad del territorio productivo y de los propios consumidores, será eventualmente “salvado” por préstamos contra la hipoteca de las mismas industrias por parte de las instituciones financieras BICE, BBVA, BEstado, entre otras. Pero en la X Región apenas comienza la expansión salmonera y sus consecuencias antisociales. Ya el Estado concesionó a transnacionales belgas, noruegas y japonesas 30 mil kilómetros de litoral (entre fiordos y archipiélagos) en Aysén y Magallanes, donde finaliza el sur del sur. Las concesiones crean propiedad y si el negocio no prospera, pasa al capital financiero de inmediato, y sólo 6 empresas podrían controlar la producción salmonera, de 100 empresas que partieron hace más de 15 años. Frente a la gravedad de los hechos, que dañaría además la soberanía nacional, existe resistencia civil, aunque insuficiente, toda vez que el control monopólico de los medios de comunicación del poder y sus intereses, más la compra impresentable de algunos dirigentes sindicales del área, han mermado la estatura de la protesta. Tanto el virus ISA, como su antibiótico, han devenido en que la producción de 80 millones de salmones al año se haya desbarrancado a 2 millones. Ahora sólo se están exportando peces jóvenes. El salmón chileno es el más barato del mundo porque está subvencionado, la fuerza de trabajo tiene precio quintomundista, y no existen leyes restrictivas para la inversión transnacional. No obstante, debido a la calidad profundamente deteriorada del producto, es posible que las barreras de importación sean aplicadas por Estados Unidos y Europa, pulverizando los mercados centrales que viabilizan el negocio. En cuanto al impacto social, en la región productora, a causa del fósforo y nitrógeno presente en las fecas de los peces, son muchas las personas que han sufrido daños neurológicos. En Quellón, una de las ciudades principales de Chiloé, existe un 60 % de cesantía. Como nunca en ese territorio, han surgido “bandas de ladrones de cultivos marinos” apremiadas por la miseria. La banca presta, también a condición de una desregulación absoluta del trabajo en la industria. El eslogan es “Flexibilidad 100 %”. De los 4 mil buzos que laboran en la zona, sólo 100 son profesionales. Los 3900 restantes están subcontratados; y obtienen el salario mínimo por una labor altamente peligrosa que ya ha cobrado 19 muertos. Los vivos sólo pueden trabajar hasta los 35 años de edad y habitualmente quedan con secuelas neurológicas y articulatorias. El director de Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas, ya habla de “salmones de sangre”, mientras su voz convincente y convencida convoca a la sensibilidad de los de abajo ante la indolencia y usufructo de los de arriba. “Aquí vemos como un capital natural es subordinado al capital financiero impunemente”, dice, recordando cómo la lucha medioambiental, sanitaria y soberana se vuelve en el acto, en combate contra el capital devastador de humanidad y naturaleza.
6. Convocados por el órgano oficial de la burguesía, El Mercurio, los líderes de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) manifestaron la necesidad de arribar a un “acuerdo político” para enfrentar los efectos de la crisis capitalista en Chile. La banca demandó una veloz modificación a la Ley de Pesca (para privatizar definitivamente el mar), y los titanes del empresariado halagaron la “austeridad fiscal” de la presidenta Bachelet. El presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Carlos Jorquiera, afirmó que se requiere más flexibilidad laboral, la eliminación de regulaciones y “más que promover la participación del gobierno en las empresas”, lo que se necesita es “generar condiciones para disminuir los costos, entre ellos, los de contratación”. A su vez, el presidente del gremio de la construcción, Lorenzo Constrans, pidió que se impulse “decididamente la industria de concesiones”. Cada uno de los jefes gremiales, y todos juntos, reivindicaron las actuales condiciones de explotación del trabajo, pero no satisfechos con ello, solicitaron más Estado para subsidiar y avalar la apropiación privada de la riqueza, y aniquilar controles que rocen siquiera algún aspecto tendiente a proteger o bascular las condiciones expoliadoras que caracterizan el trabajo en el país.
7. En tanto, los índices de confianza de los consumidores, las encuestas de percepción pública y las consultas de opinión a junio de 2009, arrojan que el 66 % de los chilenos ha reducido sus gastos para enfrentar la crisis; un 76 % está comprando menos; para un 75 % la diversión es un lujo; el 44 % de los cesantes estima que no encontrará trabajo este año; un 40 % teme perder el empleo; el 67, 3 % considera que la crisis económica le ha afectado; el ingreso familiar se ha reducido en más de un 20 %; un 14,6 % ya no puede pagar las deudas; y un 30 % redujo drásticamente el consumo de carne.
8. En el ámbito de las representaciones políticas de la dominación capitalista en Chile, ante las propuestas privatizadoras del candidato concertacionista, aparentemente independiente y mediáticamente extraordinario, Marco Enríquez Ominami, el candidato de la derecha tradicional, Sebastián Piñera no podía resultar menos liberal y anunció que su programa contempla, por lo bajo, abrir un 20 % de la minoritaria propiedad del cobre y la producción petrolera que todavía es estatal a las bolsas de comercio. Por su parte, el demócratacristiano, Eduardo Frei Ruiz Tagle, elude su juventud pinochetista y su gobierno pro imperialista (1994 -1999), donde consolidó la superdependencia del país a las economías centrales y privatizó las carreteras, los aeropuertos, las sanitarias, los puertos principales y las eléctricas. El resto de los postulantes suma un 3 % en conjunto, según las encuestas, y llamarán a votar por Frei en una eventual segunda vuelta presidencial. Con el Partido Comunista dentro de la Concertación, esa componenda comienza a adquirir las maneras y contenidos del PRI mexicano. Mientras tanto, por abajo y procurando corregir errores mientras camina, el Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores o izquierda anticapitalista se esmera en basificar y territorializar su condición federativa, en medio de un período caracterizado por una lucha de clases solapada, episódica, todavía incapaz de alcanzar la frecuencia y peso suficientes para compensar la hegemonía del capital y sus manifestaciones. En el MPT todo está por inventar. Al respecto es preciso, a casi 4 meses de su nacimiento, propiciar su unidad e iniciativa política, e igualar y acerar los compromisos de todas las agrupaciones en la federación y sus quehaceres. El MPT es un dínamo y fuerza mínima de arranque de la lucha necesaria que se recrea autocrítica y cotidianamente.
Por otra parte, cuando ya comienza el epílogo del gobierno de Michelle Bachelet, el Estado intensifica la criminalización del pueblo mapuche en lucha (ya van 37 prisioneros políticos mapuche y dos muertos); la corrupción a través del llamado “caso Mirage”, que involucra a altos personeros de la Concertación; el nepotismo desenfadado del Ejecutivo de turno; y la discusión de nuevas leyes contra los llamados a la protesta social ante la mala vida, marcan el movimiento antipopular de la versión concertacionista de los intereses del capital ante el terror de que los efectos de la crisis capitalista dinamiten la paz social requerida por la minoría que manda. Los ahorros fiscales se evanescen en apuntalar al capital y propiciar programas de empleo de emergencia, mientras los números de la cesantía aumentan y la incertidumbre hace temblar la barbilla de los poderosos.
Andrés Figueroa Cornejo
Julio de 2009
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