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Frei y Marco tienen el objetivo común de derrotar a la derecha

Frei y Marco tienen el objetivo común de derrotar a la derecha

Domingo 14 de junio de 2009   

 Por Libio Pérez / La Nación Domingo 

Osvaldo Andrade, ex ministro, dirigente socialista y aspirante a diputado

 "Frei y Marco tienen el objetivo común de derrotar a la derecha"

Comprende el "dolor" que dice sentir el diputado Enríquez-Ominami por su renuncia al Partido Socialista, con lo que consagra su candidatura presidencial independiente. Pero este abogado con "sesgo sindicalero" se apura en aclarar que el PS y la Concertación ya tienen su candidato único y ese no es ni será el diputado rebelde. Como dijo el presidente del PS, Camilo Escalona: "Nos vemos en diciembre".

El ex ministro y abogado Osvaldo Andrade, un socialista de toda la vida, ya asumió que el escenario electoral de aquí a diciembre estará marcado por tres candidatos y sus respectivas campañas.

Pero dos de ellos, dice, tienen el declarado objetivo de derrotar a la derecha e impedir que ésta se haga de La Moneda.

El aspirante a diputado por Puente Alto y La Pintana agrega que la renuncia de Marco Enríquez-Ominami oficializada el viernes "aclara el escenario", que deja por un lado a Sebastián Piñera y su Coalición por el Cambio, que están a la baja; a Eduardo Frei como postulante de la Concertación; y al otro al ahora candidato independiente.

Estos dos últimos, añade Andrade, no sólo coinciden en buscar la derrota del candidato derechista, sino que también tienen el propósito común de seguir con una línea de gobierno basado en la equidad y la protección social.

Mal que mal, precisa, tienen una historia en común. Las coincidencias y diferencias se verán en la campaña.

A ratos pareciera que Andrade le hace guiños al diputado rebelde, pero es nítidamente claro en aseverar que su partido y la Concertación están comprometidos hasta la médula con la postulación de Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

Y cuenta que hace unos días acompañó al candidato a una gira por Concepción, donde pudo apreciar la capacidad de despliegue de su abanderado y la adhesión que le manifiesta la ciudadanía.

Advierte, eso sí, que aún falta un mayor esfuerzo de los partidos de la Concertación y ajustar las coordinaciones entre éstos y el equipo de campaña del ex gobernante. Pero eso no lo alarma, "no hay campañas perfectas", dice.

-Finalmente Marco Enríquez-Ominami renunció al PS, ¿qué impacto tiene eso en su colectividad?

-Yo creo que es un buen gesto de parte de él y hay que valorarlo. Es un buen gesto, porque en un marco como el que teníamos, con un candidato que recolecta firmas para inscribirse como independiente y al mismo tiempo estaba en el PS, despeja esa confusión. Él va a concursar con toda legitimidad como candidato presidencial, va a llegar hasta diciembre según ha declarado. En consecuencia, tenemos un candidato independiente en el escenario. Hoy tenemos un candidato de la derecha, uno de la Concertación y otro independiente, que sin perjuicio de otros son los que marcan preferencias dignas de ser consideradas.

-Comienza a despejarse el escenario

- Esto contribuye, facilita las cosas porque la gente podrá ver con mayor claridad cuáles son las alternativas que tiene. Hay dos candidatos que marcan Frei y Enríquez Ominami que tienen un objetivo común, que es derrotar a la derecha.

-Camilo Escalona dijo sobre Enríquez-Ominami "nos vemos en diciembre". ¿Esa frase significa que la dirección del PS tiene asumido que el nombre del diputado estará en la papeleta y que tiene capacidad competitiva?

-El propio Marco ha dicho que llegará a diciembre y hay que creerle. Es un candidato que está marcando diez puntos y convengamos además que es una candidatura que se ha sobrepuesto a las que expresaban, por decirlo de algún modo, el descontento; es decir, Jorge Arrate, Alejandro Navarro y Adolfo Zaldívar. Claramente hoy esas candidaturas dejaron de existir, están marcando un punto o poco más, vamos a ver qué dice la encuesta CEP, que para muchos es relevante, pero están en ese orden. Es claro que Marco Enríquez-Ominami ha logrado constituirse en un candidato que ha absorbido todo ese mundo. Por cierto también debe tener votos de otros candidatos, de Piñera y de Frei, no tengo dudas. Por eso le creo cuando dice que llegará hasta diciembre.

-Las encuestas dicen que Piñera baja, Frei está estabilizado y Enríquez-Ominami sube, pero las adhesiones a Frei y al diputado, si pudieran sumarse, es mayor que la de Piñera, ¿qué le parece eso?

-Soy reticente a estas sumas tan mecánicas. En la elección presidencial pasada, la adhesión a Piñera y Lavín sumaban más que la candidatura de Michelle Bachelet, sin embargo, en segunda vuelta Bachelet se impuso claramente. Lo relevante en el escenario actual es que el candidato de la derecha está estancado y a la baja, no se vislumbra cómo pueda crecer. En el caso del ex Presidente Frei hay una estabilidad y creo que ayudará mucho esta aclaración del escenario político, que consagra a un candidato independiente. Así las cosas, la Concertación tiene su candidato y ahora hay uno independiente, que representa una cierta frustración y no lo pongo en duda a alguna parte de la Concertación, pero no es el candidato de la Concertación.

-En el diseño original que uno percibía, el objetivo de acumular votos por la izquierda correspondía a Jorge Arrate y al Juntos Podemos, pero hay un nuevo cuadro donde Enríquez-Ominami crece, incluso "mordiendo" el electorado de Piñera. ¿Es viable un puente hacia esa candidatura en la perspectiva de una segunda vuelta?

-Hay un propósito común en las candidaturas de Frei y Enríquez-Ominami, y es que ambos quieren impedir que la derecha gobierne a Chile. Hay diferencias entre uno y otro, pero ambos tienen ese propósito declarado. El electorado tendrá que resolver, mientras nosotros haremos todos nuestros esfuerzos para que a Frei le vaya bien en diciembre. Ese es el objetivo del PS y de la Concertación. Marco ha sido explícito al decir que una presidencia de la derecha sería muy mala para Chile y está en sus propósitos impedir que ello ocurra. Las diferencias no están ahí entonces. Las diferencias están en qué ofrece cada uno para Chile, en los énfasis programáticos y en las historias, pero esas diferencias tendrán que expresarse en los debates y en la campaña. Pero no tengo dudas: no sólo hay un puente sino también un propósito inequívoco declarado por uno y otro en el sentido que ambos quieren que siga una línea de gobierno, que ponga el acento en la justicia social, en el desarrollo con equidad y en el crecimiento para todos, entre otras cosas. En todo eso hay propósitos comunes.

-¿En qué tiempo político es posible que ambas candidaturas tengan acercamientos para un eventual pacto?

-Yo no aspiraría a eso. Creo que hay que permitir que ambas candidaturas se desplieguen. Tenemos buenas razones y la convicción que con Eduardo Frei tendremos muy buenos resultados, pensamos que vamos a ganar. Para eso tenemos que trabajar y a eso nos vamos a abocar. Marco tendrá que hacer lo propio, porque son dos candidaturas distintas y en el debate tendremos puntos de encuentro y otros de desencuentro. La campaña de Frei se está recién desplegando y entiendo que Marco lo hará ahora. En la campaña iremos viendo en qué coincidimos y en qué no. Mal que mal tenemos historias comunes.

-Dos centenares de dirigentes socialistas de todo Chile enviaron una carta a la directiva del PS, en la que piden abrir una línea de reflexión para asumir que la Concertación tiene dos candidatos. Piden que se abra el debate para hacer frente a una "segunda vuelta inevitable" e impedir que se produzca una fractura "irreparable". ¿Cómo recibe ese mensaje?

-Sí, la conozco, me la entregaron personalmente y tengo mucho respeto por todos los que la firman. Ninguno de ellos está en la lógica de abandonar el PS y así lo han declarado. Creo que esa reflexión es perfectamente posible y que sea un debate desapasionado y sensato también es para ellos. Pero hay algo en lo que no puedo estar de acuerdo: la Concertación, bien o mal, con críticas o no, tiene un candidato, lo asumió y determinó de acuerdo a sus reglas. Que discutamos si Marco pudo haber concursado es inoficioso, porque eso ya no sucedió. Marco y su equipo reclaman que no tuvieron posibilidades de discutir en la Concertación, eso sí existió; pero ahora es una discusión inútil. Lo concreto es que la Concertación tiene un candidato que eligió según sus reglas y se llama Eduardo Frei. Por tanto, la existencia de un segundo candidato de la Concertación puede ser un propósito plausible para ellos, pero no para la Concertación. Me disgusta esta pontificación de que esto o lo otro debería haber sido así o de otra forma, porque estuve a cargo de la campaña parlamentaria anterior y los candidatos fueron designados por los órganos directivos del PS, entre ellos Marco Enríquez-Ominami. En ese momento nadie hizo un alegato sobre la legitimidad del mecanismo, porque era la norma por todos asumida. Incluso esta vez se hizo un proceso más participativo, como la Convención Presidencial. El PS ahora tiene su candidato y fue elegido por las reglas fijadas por el PS. Me incomoda que hoy reclame por un método que en el pasado le permitió ser diputado.

-¿No hay ninguna posibilidad de explorar algún mecanismo que dirima esta situación, como una primaria?

- Creo que a estas alturas y con la renuncia de Marco al PS, que despeja el escenario, lo real es decir que la Concertación tiene un candidato, que es Eduardo Frei y que hay otro independiente, y que ambos enfrentan a uno de derecha. Me parece inoficioso e incluso ofensivo para las partes intentar buscar un mecanismo, la resolución del problema es la primera vuelta, según parece.

-Enríquez-Ominami dice que se vio obligado a renunciar al PS, que está siendo hostilizado e incluso que lo quieren sacar de competencia por "secretaría"

- Yo le creo cuando él dice que siente dolor al renunciar al PS, pero él siempre supo que una vez que la Concertación definiera su candidato, si él quería serlo, debía ir como independiente, y eso significa renunciar al PS. A eso nadie lo obliga, es parte de un proceso que tiene que ver con una decisión política que él toma. Cualquiera que quiera ser candidato presidencial ahora debe hacerlo como independiente, pues el PS y la Concertación ya tomaron sus decisiones. ¿Hay hostigamiento?, tal vez, de lado y lado, porque no hay ofensa mayor para un socialista que tildarlo de estalinista.

- Con Frei como candidato de la Concertación y con otros cuatro corriendo por fuera, todos ellos con raíces en la coalición, ¿el escenario es más ventajoso para Piñera?

- Teóricamente debería ser así. Sin embargo, la sensatez ciudadana es mayor. Esto sería una dificultad si cada uno de estos candidatos tuvieran una adhesión significativa y marcaran un desmembramiento del voto concertacionista, pero lo digo con respeto cuando Jorge, Adolfo y Alejandro marcan lo que marcan, el fenómeno de dispersión no se produce. Por eso Marco tiene la virtud de sobreponerse a estas candidaturas, y claramente las ha absorbido. Hoy tenemos un escenario de tres candidatos, esa es la realidad, y uno de ellos Marco ha logrado evitar la dispersión del voto concertacionista. Pero además hay que considerar que la llamada Coalición por el Cambio no ha tenido ningún efecto político ni electoral. El mundo de Fernando Flores y Jorge Schaulsohn no ha hecho ningún aporte a Piñera, nada. Piñera está donde siempre ha estado la derecha, incluso con menos de lo que tuvo Pinochet. Con la candidatura de Piñera ya se produjo "el desalojo" que anunciaba Andrés Allamand. La UDI ha sido desalojada de la campaña y está preocupada de sus parlamentarios, en eso tiene sus esfuerzos.

 

“La gente no conoce las políticas sociales del Gobierno”

Osvaldo Andrade quiere llegar al Parlamento para, desde ahí, empujar la legislación laboral que permita la ampliación de la negociación colectiva. “Qué diferente habría sido enfrentar esta crisis económica con diálogo social, que en esencia es la negociación colectiva”, reclama con su autodenominado “sesgo sindicalero”. Explica que busca un sillón en la Cámara de Diputados por un distrito en el que viven 900 mil personas, donde la derecha en la municipal pasada sacó una alta votación y el diputado RN en ejercicio va por su cuarto período. Esas son sus vallas.

Entre sus ventajas están, enumera de inmediato, que juega de local, que tiene una buena recepción por su gestión en el Ministerio de Trabajo y que la gente percibe que su compromiso ha estado siempre con los más desvalidos.

-Cuando está en terreno, ¿percibe que la gente siente que el modelo de protección social le está llegando?

-Hay dos situaciones. Una: no hay un conocimiento cabal de las políticas sociales del gobierno. La gente no está informada, ni siquiera de los derechos que tiene. Lo he podido percibir a propósito de la reforma previsional, que es un tema que me tocó encabezar. La gente no sabe qué derechos tiene, cuándo puede acceder a ellos o qué tiene que hacer. Y la otra es que no hay una asociación directa de que estos derechos son medidas del gobierno.

-¿Cómo es eso?

-Hay frivolidad porque son otros los que se adjudican esos logros. Un ejemplo: el gran logro que se le reconoce al alcalde RN Manuel José Ossandón es el Metro, la gente piensa que el Metro lo llevó el alcalde. Con todo el respeto por Ossandón, lo que tengo claro es que el Metro no es obra de él. Entonces se mezclan la falta de información y desconocimiento de las políticas sociales del gobierno con la frivolidad de adjudicarse obras del gobierno de Bachelet. Bueno, es parte de la tarea y del trabajo educativo que hay que hacer. Porque esto pasa con la vivienda, la reforma previsional y otras.

 

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