Cultura Chinchorro llega a La Moneda
La Nacion.cl
Viernes 22 de agosto de 2008
Milenaria exposición se inaugura el 26 de agosto
Son las momias más antiguas del mundo y a partir del próximo martes estarán a disposición de todos en la muestra "Arica, cultura milenaria". Un patrimonio que trascendió la muerte desde la tierra y la sal.
Foto: Entierro colectivo familia Chinchorro, 5.000 a.C. El cuerpo era desarmado, se le extraían las vísceras y era rellenado con arcilla y paja. Luego se pintaban.
No es broma ni mito urbano como eso de la bandera más linda. Las momias más antiguas del mundo sí son chilenas. Pertenecen a la Cultura Chinchorro, que hace 9 mil años habitó entre la parte sur de Ilo, en Perú, y norte de Antofagasta, en la zona de la costa.
Sin embargo, los vestigios más numerosos y mejor conservados de esta cultura se han encontrado en Arica gracias a una combinación única de sequedad del suelo, salinidad y humedad ambiental. Además, la gran cantidad de enterratorios que se han encontrado en los alrededores del Morro, ubicado en el casco viejo de la ciudad, han permitido que antropólogos que estudian y fechan estas momias puedan concluir que el centro de esta cultura estaba en Arica.
Los chinchorro eran pescadores, cazadores y recolectores. Como no existía propiedad de la tierra, era una sociedad relativamente igualitaria, que se relacionaba íntimamente con el mar y la naturaleza.
En ese contexto, desarrollaron un sofisticado sistema de momificación 2.000 años antes de que los antiguos sacerdotes de Egipto elaboraran el suyo, que utilizaron para momificar a sus nobles. "Esta cultura momificaba a los individuos que pertenecían a aquellos linajes más antiguos y que eran fundacionales de este pueblo", asegura Vivien Standen, antropóloga de la Universidad de Tarapacá de Arica, institución que custodia este patrimonio.
DESMEMBRAR PARA PRESERVAR
Las momias Chinchorro más antiguas, que datan del período entre el 7 mil y el 4.800 a. C., han sido denominadas como momias negras, y son las que poseen una mayor complejidad en su elaboración.
Para iniciar el proceso, el cuerpo era desarmado, se le extraían las vísceras y los tejidos, y era rellenado con arcilla y paja, y posteriormente, reensamblado, y cubierto con arcilla sobre la que muchas veces se hacían dibujos o pinturas, e incluso se modelaban máscaras de barro pintadas de negro. "Estas momias eran verdaderos objetos de arte, sobre las que se pintaban diferentes motivos, como si se tratara de un cuadro", agrega Standen.
En tanto, las momias elaboradas por los Chinchorro entre los años 4.800 y el 3.900 eran menos complejas que las anteriores, a diferencia de lo que sucedió con los egipcios, que fueron sofisticando sus técnicas a través del tiempo. Se denominan momias rojas, y en lugar de modelar con arcilla y cubrirlas con capas de barro, los Chinchorro pintaban directamente sobre la piel, que era colocada sobre el cuerpo luego de que se le retiraran los órganos.
En estas prácticas de momificación, los Chinchorro ponían una especial preocupación en la momificación de niños. Se han hallado varias momias de bebés de pocos meses e incluso de fetos producto de pérdidas. "Este es un rasgo particular y distintivo de la Cultura Chinchorro, y nos muestra que para ellos los recién nacidos e incluso estos fetitos eran personas, seres humanos y pertenecientes a su sociedad, a diferencia de lo que pasaba en otros pueblos, donde los niños se convertían en miembros cuando ya tenían algunos años de edad", dice la antropóloga.
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