LLAMADME STALIN
Esta biografía recorre la vida del dictador desde su nacimiento hasta el octubre revolucionario, obra de Simon Sebag Montefiori.
Hubo que esperar a que cayera el muro para adentrarse en la vida de Stalin antes de la Revolución de 1917. Aún así no resultaba nada fácil porque, mientras duró su mandato, la policía de encargó de borrar todos los rastros de su pasado.
A Stalin, megalómano hasta el extremo, le preocupaba su historia y cuando no podía aderezarla a su gusto, con exageraciones o silencios, simplemente la hacía desaparecer si no le gustaba. Todo ello hace que este trabajo de Montefiore sea más valioso aún.
Esta biografía, que recorre la vida del dictador desde su nacimiento hasta el octubre revolucionario completa "La corte del zar rojo", obra en la que Montefiore ya dio muestras de su buen hacer.
La vida de muchos personajes resulta incomprensible si no se conocen sus orígenes. El retrato que nos muestra estas páginas cuadra perfectamente con el genocida que conocemos.
Stalin no sólo fue responsable de la muerte de millones de personas, sino que personalmente elaboraba listas de aquellos que quería desaparecieran. Entre ellos hubo muchos, como se lee en estas páginas, que lo acompañaron en los inicios de su actividad política y revolucionaria e incluso personas que podían llamarse amigos.
Montefiore nos presenta a Stalin, uno de los muchos nombres con los que fue llamado en su azarosa vida y que es el que prevaleció, como un georgiano amante de los cantos, galante con las mujeres y con facilidad para seducirlas pero, sobre todo, totalmente entregado a la revolución.
Y esa entrega conllevaba el uso de la fuerza a todos los niveles y sin ningún límite. El libro, que es una obra fascinante tanto en el apartado de investigación como en el narrativo, nos muestra muchos rasgos de Stalin, pero en ningún momento aparece la piedad.
Por eso, por mucho que en "Pravda", habla de la sangre de los obreros, o de la necesidad de liberarlos parece claro que para Stalin lo importante de la Revolución era ella misma, y todo lo demás una excusa.
Montefiore nos da cumplida noticia de sus orígenes, de su paso por el seminario, de su afición a la poesía, de sus numerosos destierros y singular dote para la fuga, de sus escarceos amorosos y de los hijos que tuvo con diferentes mujeres, de sus amistades con auténticos psicópatas, Kamo por ejemplo, de su admiración por Lenin, que nunca le impidió mantener una distancia crítica y de su enemistad, desde el principio, con Trotski, al que acabaría mandando asesinar.
Stalin se nos muestra también como una voluntad férrea, autodidacta y temerario en sus acciones... y no dejan de apuntarse algunas sospechas sobre su posible complicidad con la policía en los años previos a la revolución, aunque el autor no se inclina por ello.
¿Quién fue Iosiv Vissarionovich Djugashvili, alias Koba, alias Soso, alias Stalin? Sin duda para responder a esa pregunta es imprescindible conocer los numerosos detalles y anécdotas que nos refiere Montefiore y acompañarlo en su excelente investigación, que él nos narra con una fluidez que atrapa al lector como si fuera una novelaLLAMADME STALIN
La historia secreta de un revolucionario.
Simon Sebag Montefiore
Ed. Crítica
573 páginas
0 comentarios