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Cómo funciona una Asamblea Constituyente

 Aunque puede diferir según la situación de cada país, hay definiciones y condiciones generales para lo que se llama también "pueblo soberano en reunión". He aquí algunas, a manera de referencia.

Una Asamblea Nacional Constituyente es un organismo compuesto por ciudadanos elegidos por la misma ciudadanía para dar forma a la organización política de la nación y sancionar su Constitución. Se recurre a ella con frecuencia, aunque no exclusivamente, tras una situación de hecho, como golpe de Estado o revolución.

Es originaria cuando surge del quiebre o fracaso del orden político preexistente, sea éste constitucional (el caso de Chile) o no; y derivada cuando no implica tal quiebre y está considerada ya en la Constitución o en una ley especial.

Facultades

Una Asamblea Constituyente tiene amplias facultades; esencialmente, redactar y aprobar una nueva Constitución Política del Estado, aunque sometiéndola a la ratificación del constituyente primario, es decir, el pueblo, por intermedio de un referéndum o plebiscito.

Puede también, según la situación y mientras aprueba la configuración definitiva de la forma política que plasmará en la nueva Carta Magna, disolver los poderes constituidos (Ejecutivo, Legislativo, Judicial), someterlos a su ratificación, asumirlos directamente o reorganizarlos.

Los límites de una asamblea originaria son los del poder constituyente: derechos fundamentales, división de poderes, valores básicos predominantes.

Conformación

La iniciativa de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente originaria corresponde usualmente al que detenta efectivamente el poder, en este caso, la jefatura civil del gobierno. Cuando la Constitución vigente no considera reformas por medio de una Asamblea Constituyente (el caso chileno), ésta puede ser generada por una ley especial aprobada por el Congreso, la que debe establecer su rango constitucional y su convocatoria inmediata, para su ratificación mediante plebiscito.

Para ello, sólo se requiere la voluntad política de asumir, de cara a la gente y en un lapso perentorio, la tarea de elaborar una Constitución auténticamente ciudadana, que todo el pueblo haga suya y convierta en escudo de sus derechos.

Con el objeto de incorporar democráticamente a trabajadores, empresarios, intelectuales, indígenas y demás sectores de la sociedad se suele recomendar un sistema mixto de elección de delegados, basado en los modelos uninominal distrital, de representación proporcional de las minorías por listas regionales o nacionales y de elección por colectivos.

Los miembros de una Asamblea Constituyente no son representantes, sino delegados, porque personifican al pueblo soberano en reunión. Se entiende por soberanía el derecho y la voluntad que posee un pueblo para adoptar decisiones destinadas a determinarse y manifestarse con independencia de poderes externos.

Funcionamiento

Una vez elegida e instalada, el período de funciones de una Asamblea Constituyente se extiende generalmente de seis meses a un año, según la urgencia de su labor, aunque está facultada para modificarlo. Tiene, además, plena libertad para establecer sus reglamentos internos y puede dotar a sus integrantes de prerrogativas parlamentarias.

Su agenda de trabajo también es determinada unilateralmente por ella, pudiendo ratificar o no la que haya propuesto en la convocatoria; debe, sin embargo, estar siempre abierta al debate, pues se trata -nada menos- de consagrar constitucionalmente la democracia participativa y el referéndum popular.

Es deseable un consenso mínimo y previo que encauce el debate hacia las demandas del Estado, su relación con la sociedad civil y los derechos y garantías ciudadanas que se desea incorporar a la nueva Carta.

Garantías a la ciudadanía

Para participar, a través de sus delegados, en el proceso constituyente y contribuir al texto de la nueva Constitución, el pueblo debe estar suficientemente informado acerca del porqué y para qué de una Asamblea Constituyente.

De este modo, la Asamblea debe crear mecanismos fluidos y eficaces para garantizar la participación popular y la canalización de sus puntos de vista en forma permanente.

El sistema electoral debe garantizar una igualdad fundamental de oportunidades para los candidatos a delegados en la competencia por el voto popular.

Los partidos políticos, movimientos y grupos que postulan candidatos deben señalar, con claridad y sencillez, los puntos prioritarios de su plataforma política relacionados con la agenda de la Asamblea y su correspondiente argumentación.

Los medios de comunicación social deben estar abiertos y sin exclusiones al debate constitucional y reproducirlo ampliamente.

¿Qué temas debe tratar?

Aunque no hay fórmulas preestablecidas para una Constitución -después de todo, es ésta un documento humano- la experiencia enseña a evitar los extremismos y la utopía.

Es importante, en todo caso:

Respetar los derechos humanos y otros derechos y deberes.

Mantener la independencia y la integridad territorial de la nación y fortalecer su unidad.

Proteger y enaltecer el trabajo, amparar la dignidad humana, promover el bienestar general y la seguridad social.

Fomentar el desarrollo de la economía al servicio del hombre.

Asegurar la libertad y la estabilidad de las instituciones.

Lograr la participación equitativa de todos en el disfrute de la riqueza, según los principios de la justicia social y la equidad.

Mantener la igualdad social y jurídica sin discriminaciones derivadas de raza, sexo, credo o condición social.

Conservar y acrecentar el patrimonio moral e histórico de la nación, forjado por el pueblo en sus luchas por la libertad y la justicia y por el pensamiento y la acción de los grandes servidores de la patria.

Cooperar con las demás naciones y, de modo especial, con las repúblicas hermanas del continente, en los fines de la comunidad internacional sobre la base del recíproco respeto de las soberanías, la autodeterminación de los pueblos, la garantía universal de los derechos individuales y sociales de la persona humana, y el repudio de la guerra, de la conquista y del predominio económico como instrumento de la política internacional.

Sustentar el orden democrático como el único e irrenunciable medio de asegurar los derechos y la dignidad de los ciudadanos, y favorecer pacíficamente su extensión a todos los pueblos de la Tierra.

Adaptado por J.F.S. de:

QUISBERT, ERMO, Poder Constituyente y Asamblea Constituyente, La Paz, Bolivia: ADEQ, 2007.

SAMUEL S. RUIZ T., La Constituyente, Venezuela.

 

1 comentario

jordan 12 -

The reply is extremely easy. It's allin how they perceive their troubles. Yes, each and every living person has troubles. A problem-free everyday life is definitely an illusion-a mirage inside desert. Accept that simple fact.