Erectos todo el rato
Por Por Carmen Sepúlveda / La Nación
La pastilla azul cumplió diez años
El Viagra llegó a Chile el '98 como solución al bochorno que sufrían los machos en la cama. Hoy es el regalo más promocionado por las farmacias para el Día del Padre y también es consumido por mujeres. Asimismo, jóvenes y adolescentes borrachos lo usan cuando no pueden tener sexo como Dios manda. Pero ahí está la pastillota. Una década de pura felicidad.
El científico Ferid Murad, descubridor de la fórmula que dio origen al Viagra, es hijo de un albanés pastor de ovejas. A sus 24 años ya soñaba con el Nobel y lo logró. La Academia sueca lo homenajeó porque descubrió que el óxido nítrico funcionaba como mensajero molecular provocador de la relajación y la apertura de los vasos sanguíneos, que en palabras simples significa que Murad inventó la fórmula que mantiene el pene erecto a todos aquellos disfuncionales sexuales. Si usted no entiende todavía tal descubrimiento, en términos más simples aún, debe comprender que este hombre dedicado a las ciencias dio una solución empírica a los que morían de vergüenza por no poder mantener una erección durante el acto sexual.
Su descubrimiento en Chile causó consecuencias múltiples. La llegada del fármaco significó que se hablara más de las disfunciones sexuales. Los matinales lo sumaron a sus pautas de ayuda a la comunidad y la prensa hizo lo suyo con titulares como "La pastilla azul que vino a superar la eyaculación precoz". Significó una apertura también puertas adentro y algunos jefes de hogar se atrevieron a reconocer que les era imposible mantener su miembro dispuesto por más de cinco minutos.
Hace diez años, las mujeres no se quejaban a viva voz de lo que claramente no las satisfacía en términos íntimos, pero tenían claro que algo no funcionaba en el espacio marital. El hecho de que esta píldora fuera tan promocionada a nivel mundial, relajó la machista idiosincrasia chilena.
Gracias a míster Murad la esperanza científica estaba abierta: un medicamento reforzaría la tesis de que los hombres sufren disfunciones sexuales y la píldora era la solución. El Viagra fue comercializado por el Laboratorio Pfizer y en un principio tenía un costo de 10 mil pesos.
Las consultas de las sexólogas y los urólogos se llenaron de pacientes que, insatisfechos, llegaban tímidamente a consultar por ella. "No puedo mantenerlo duro por más de tres minutos, doctor. ¿Qué puedo hacer? ¿Puedo tomar Viagra?", era la exigencia masculina.
Según los expertos, su llegada se cataloga como la tercera revolución sexual de la era contemporánea, luego de la píldora anticonceptiva y la del día después; el compuesto químico sildenafil significó que los adultos mayores de 50 años pudieran dejar, por fin, satisfechas a sus parejas.
"Hoy se consulta mucho más rápido que antes. Demasiado rápido, diría yo", dice Gustavo Salgado, presidente de la Sociedad de Urología, y suma datos: "En el hombre durante su vida sexual siempre hay una falla eréctil, incluso la puede producir el estrés, pero uno le dice al paciente que trate de limpiar ese factor agregado que está produciendo el problema y, una vez que se limpie, venga de nuevo y conversamos".
VIAGRA IN THE CITY
Los años han pasado, y la moda de que sólo los adultos mayores podían ingerirla se sepultó. Hoy la consumen jóvenes de 20 años que, claramente, no presentan problemas eréctiles, lo hacen después de duros carretes o despedidas de solteros.
Según Salgado, "los jóvenes la están probando, pero es un error, porque el hombre joven normalmente no tiene problemas de erección. Una vez que hayan eyaculado pueden tener una o más experiencias a corto plazo, pero muchos de ellos la prueban y la desprestigian. Hay que tener la patología, de lo contrario no van a notar ningún cambio".
Andrés, administrador de edificios, la toma hace diez años: "La uso habitualmente porque tenía varios problemas y consulté al doctor, que me dio esta solución, porque yo no hallaba qué hacer. Primero me dio un Viagra de 100 mg, pero ahora estoy tomando las de 50 mg. Me redujeron la dosis y eso es muy bueno, voy a cumplir 65 años y mensualmente tengo el hábito de comprar mi cajita. Las primeras veces que la tomé me dolió la cabeza, pero después todo fue normal. Mi señora también la consume, ella se toma la mitad de una pastilla de 50 mg. Es realmente genial, porque hoy día lo pasamos súper bien en la cama, agradezco a quien sea por lo inteligente de haberla descubierto".
En las despedidas de solteros es el invitado de honor para echar la talla. En las discotecas las venden como un estimulante más. Drogas, alcohol y sexo... con Viagra es lo que se lleva. Una moda traída de Europa, pero que llegó a nuestro territorio como un componente más de la fórmula nocturna. José Ramón C., de 23 años, estudiante de Medicina, cuenta que la primera vez que la tomó la sacó del velador de su papá. "Recuerdo que me dolió la cabeza, estaba ebrio como zapato, pero ¿sabes? Al primer impulso sexual el niño funcionaba", dice y larga una carcajada.
Según la sexóloga Ximena Santa Cruz, el Viagra distribuye la vasodilatación en las zonas periféricas, y en las personas borrachas lo primero que falla son estas zonas: "La lengua se pone traposa, la zona genital se adormece, el alcohol hace que la gente quede medio lana y el medicamento los activa".
PASTILLA PARA DOS
No sólo los hombres en Chile sufren de disfunción sexual. Se estima que una de cada dos mujeres sufre algún trastorno que también inhibe su felicidad en la cama.
La sexóloga Elena Sepúlveda analizó qué pasaba si ella recetaba Viagra a 250 pacientes que llegaron a su consulta con diagnóstico de anorgasmia, y el resultado fue que mejoró muchísimo la vida sexual de las chicas: "No puedo decir que fue específicamente sólo el medicamento lo que ayudó a la mejora de la excitación de la mujer, pero sin duda ayudó", dice Sepúlveda, quien también reconoce que la pastilla se instaló a favor de la pareja. "En todo caso, lo óptimo es hacer un tratamiento integral de la sexualidad. No somos cosas. ¿Cómo hacerles entender a los seres humanos esta condición inherente de la existencia? La tableta funciona en el caso de dificultad orgánica, nada más", acota la especialista.
Sebastián, de 32 años, comparte el fármaco con su pareja. "Empezamos por pura curiosidad, un compañero de universidad llegó a la sala de clases con dos pastillas, las compramos a 10 lucas y decidimos experimentar. Lo pasamos bien, pero tampoco fue tan distinto a lo que habíamos sentido antes", dice este joven estudiante de Arquitectura de la Universidad Diego Portales.
Santa Cruz es enfática en desmitificar el efecto en los cuerpos femeninos. Para ella, en las mujeres el Viagra sólo causa un efecto placebo. "Lo más probable es que como el componente químico es un vasodilatador tan grande aumente la libido", dice.
Sepúlveda agrega que hoy día las mujeres exigen relaciones satisfactorias. Antes no pedían nada y era mucho más asimétrica la relación con el hombre, pero en la actualidad las mujeres están súper exigentes con ellos; hay una demanda y una queja de que los hombres no funcionan como ellas esperan. "Una paciente me contó que su siquiatra le dijo: su lengua, señora, no deja que a él se le pare. Cuando hay un problema de poder, existen disfunciones, la sexualidad necesita de una cierta simetría para funcionar", relata.
COPIAS PARA EL PLACER
Actualmente en el mercado farmacéutico nacional se pueden encontrar hasta copias del sildenafil, con un precio menor a la original, que cuesta entre 7 mil y 40 mil pesos, dependiendo de los miligramos.
El Cialis, del Laboratorio Eli Lilly, es un símil que por 7 mil pesos se puede adquirir sin receta médica. El columnista de LND Gonzalo León lo probó e hizo de su experiencia una de las crónicas más divertidas en el mes de agosto de 2004.
"Yo tenía 35 años y te digo que me pasaron todos los efectos secundarios: picazón en las manos, mareos, taquicardia, la mina con quien estaba se urgió y quiso llamar una ambulancia. El Cialis es un símil del Viagra que dura 36 horas. Me di cuenta que no funciona, porque pensé que iba a estar erecto todo el día, pero no fue así".
Miguel Piñera es otro de los hombres chilenos que probó el Viagra y su experiencia fue total: "Francamente hace efecto, se me aceleró el corazón, me subió la presión, pero la encontré espectacular, estar con el niño y la bandera pará todo el rato, es impresionante".
-¿Habías tomado alguna droga antes; cocaína, por ejemplo?
-Cuando me la tomé me había tomado unos cuantos whiskicitos, pero a mí las drogas me aburrieron hace mucho tiempo. Lo que sí te digo es que el Viagra está pasado de moda. Ahora se usa el Lifter.
Las transexuales del colectivo Amanda Jofré reconocen que sus clientes llegan con la pastilla puesta. Amanda asegura que sus clientes se la toman antes "de", pero ha notado que "se van más rápido". Bianca Vidal también ha vivido esta realidad: "Mis clientes lo consumen bastante, hasta te lo ofrecen, pero yo no la tomo porque no tengo ese papel tan activo. Sí puedo decir que los hombres funcionan con Viagra, aunque son los tipos que consumen alcohol a destajo, y obviamente en ese estado de ebriedad no logran tener relaciones sexuales óptimas".
Ferid Murad, de seguro, no pensó que su descubrimiento vasodilatador iba a repercutir en todo el mundo. Él actualmente está sumergido en estudios en la Universidad de Texas, le enviamos un e-mail para saber su reacción por el aniversario de su descubrimiento, pero hasta el cierre de esta edición no había respondido.
La herramienta que descubrió no aseguró sus usos, porque la genialidad siempre es así, inmanejable. Si no, pregúntele a Einstein. LND
|
|
0 comentarios